CRISIS | Personal sanitario
Los residentes de medicina también secundan la huelga
- Se quejan del panorama laboral que les espera una vez finalizada su formación
- Protestan por las carencias de la Sanidad pública, 'tocada' por los recortes
Desde las 00.00 hasta las 24 horas. Un día entero para decir No a la reforma laboral. CCOO y UGT han organizado 111 manifestaciones que ya están recorriendo numerosas calles españolas. Entre los participantes, un colectivo muy particular: los residentes de medicina. No sólo se quejan del panorama laboral que les espera sino de las carencias que ya viven en una Sanidad pública ‘tocada’ por los recortes y ahora amenazada por la reforma.
Después de estudiar una larga carrera y prepararse para el examen de Médicos Internos Residentes (MIR) consiguen alcanzar una situación 'privilegiada'. "Tenemos trabajo asegurado durante cuatro años y con un buen sueldo (una media aproximada de 1.500 euros)", explica Noiva Díaz, residente de tercer año de Medicina Familiar y Comunitaria en Madrid. El problema se presenta cuando acaba este tiempo de 'excepción'.
"Con 29, 30, 31 años, justo cuando empiezas a querer formar una familia, volvemos al principio. Nos vamos a la cola del paro o a cubrir bajas de un mes, una semana y hasta un día, sin derecho a vacaciones ni a nada". Una situación muy precaria a la que los residentes ya se enfrentan desde hace años. "Nunca ha habido buenos contratos".
La novedad ahora es que probablemente no puedan aspirar ni siquiera a ese tipo de contratos. "Este año ya estamos viendo que hay muchas jubilaciones que no se cubren. Los pacientes del personal que se jubila los asumen los demás médicos con las 37 horas y media semanales que ahora tienen que trabajar (2,5 horas más). Es decir, medidas que son supuestamente para potenciar empleo no sirven para nada". Al final, continúa la residente, "mucha gente se va fuera de España o a hospitales privados. Una desgracia para la Sanidad pública".
Como explica Daniel Pleguezuelo, representante del comité de empresa de los MIR en la Comunidad de Madrid, "esta reforma reduce las garantías laborales colectivas y teniendo en cuenta que ya teníamos una mala situación en algunos puntos como los contratos ".
Hoy, Noiva Díaz no ha ido a trabajar. Asegura que en su hospital le "han dado todas las facilidades para hacer la huelga". Aunque considera que su situación como residente de medicina es 'privilegiada', es consciente de lo que le espera, no sólo a ella, sino a la sociedad española en general. "Me parece que vamos a perder muchos derechos en el trabajo que después serán difíciles de recuperar y en la Sanidad pública, los recortes afectan enormemente. Se podría recortar de otro sitio, esto es un bien universal que no deberíamos perder".
Las carencias ya se notan en el día a día. Por ejemplo, en el suministro material. "Hay días que se acaban hasta los folios. El viernes pasado nos quedamos sin Seguril, un diurético muy usado en Urgencias, y hasta el lunes no lo servían". Además, "hay pocos médicos que ven a unos 50-60 pacientes por día (dos por cada cinco minutos)". Esta situación, sin duda repercute en los pacientes. Por esta razón, no sólo como médico sino como ciudadana, Noiva secunda esta huelga.
Acaba de cumplir 30 años, está casada y sabe que le queda poco más de uno año de trabajo 'seguro'. "Al igual que el resto de los jóvenes españoles, no sé lo que va a pasar mañana, así que ahora aprovecho para formarme todo lo que puedo".
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