SEGÚN LAS INVESTIGACIONES DEL CIRA (JAPÓN)
La oferta de sangre ilimitada, a tiro de las iPS
Disponer de sangre artificial sin limitaciones podría ser realidad si prosperan las investigaciones de Koji Eto, del CIRA (Japón).
Sonia Moreno | 28/03/2012 00:00
El cardiólogo y científico Koji Eto, del CIRA, en Kioto. (Mauricio Skrycky)
Ahora, este científico simultanea su trabajo en el Centro de Biología de Células Madre y Medicina Regenerativa de la Universidad de Tokio y en el Centro de Investigación y Aplicación de Células iPS (CIRA), en la Universidad de Kioto. Eto dirige una línea de investigación centrada en la obtención de células de la sangre a partir de células pluripotenciales inducidas o iPS. En concreto, su grupo ha logrado por primera vez, en modelo murino, desarrollar plaquetas a partir de iPS obtenidas de células de la piel. Los datos de este exitoso experimento se presentaron en el último congreso anual de la Sociedad Americana de Hematología, en San Diego (ver DM del 13-XII-2011), y centran las conferencias (ayer, en Madrid; mañana, en Barcelona) que han traído al investigador y cardiólogo a España, organizadas por la Embajada de Japón y el Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, con el apoyo de la Fundación BBVA.
- Aún hay dos cuestiones básicas que resolver en la tecnología de la reprogramación celular: cuál es la mejor célula de partida y qué método es el idóneo
A partir de células iPS, el grupo de Eto obtuvo primero una línea de células precursoras de plaquetas, megacariocitos, que a su vez diferenció en las plaquetas y que en ratones han demostrado funcionar como si fueran naturales. El siguiente paso ahora es optimizar el método de producción: "La cantidad de plaquetas que se necesita para una transfusión, por ejemplo, en un paciente estándar en Japón es el doble de 1011; en Estados Unidos, el triple de esa potencia; la cantidad constituye todavía un gran obstáculo. Ahora mismo, el método no es productivo", reconoce Eto, que sin embargo, destaca la seguridad: "Las plaquetas no tienen núcleo, lo que juega a favor en términos de seguridad. No hay datos que reflejen modificaciones epigenéticas debido a las manipulaciones genéticas de la reprogramación. Además, mi idea es que se puede aplicar una radiación gamma antes de la transfusión de plaquetas y, de esta forma, evitar eventuales procesos oncogénicos, que es la principal preocupación que plantea esta tecnología". Con todo, Eto recuerda que aún no se ha producido ningún caso de oncogénesis después de un trasplante de células iPS.
Una vez perfeccionada la técnica, Eto confía en poder iniciar en los próximos años ensayos clínicos con las plaquetas artificiales, así como extender el sistema de obtención a los eritrocitos, otra célula de la sangre cuya carencia de núcleo la convierte en candidata idónea. De hecho, estos científicos ya han logrado una línea celular de precursores de los glóbulos rojos (eritroblastos), aunque el proceso que conduce a los eritrocitos resulta más complejo que el de las plaquetas.
Kioto 'gana' a Tokio
Desde que el también japonés y profesor en la Universidad de Kioto Shinya Yamanaka expusiera al mundo su técnica de reprogramación celular, en 2006, son muchos los grupos que trabajan en los aspectos más básicos de la metodología y en sus aplicaciones clínicas. La Universidad de Kioto ya ha desbancado en prestigio a la de Tokio y es la más solicitada por los estudiantes japoneses desde hace un par de años. Eto confía en que el grupo de Yamanaka resuelva pronto dos cuestiones claves de la técnica: "Cuál es el mejor origen para obtener las células iPS y con qué método". Por este motivo, también cree que es necesario trabajar con células madre embrionarias: "Nunca con el objeto de aplicarlas en la clínica, sino para determinar en el laboratorio cuál es nuestro gold standard de células iPS. Ahora hay unas cien mil líneas celulares de iPS en todo el mundo, mientras que en total las líneas de células madre embrionarias no superarán las doscientas. Necesitamos compararlas porque no sabemos cuáles son las mejores células pluripotenciales adultas".
Una vez se solventen estas cuestiones, Eto considera que pronto se podrá desarrollar un banco de células iPS, uno de los objetivos de Yamanaka.
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