INFORME | La mayoría en países pobres
Madres antes de tiempo
Adolescentes embarazadas hacen cola en Manila. | E. de Castro
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que cada año dan a luz en todo el mundo alrededor de 16 millones de jóvenes de entre 15 y 19 años y otras dos millones menores de 15 años, el 95% en países de medianos y bajos impresos.
Estos datos, según ha alertado este organismo de Naciones Unidas, muestran como una de cada cinco mujeres ha dado a luz a los 18 años, aunque en las regiones más pobres del mundo la cifra se eleva a más de una de cada tres menores.
La OMS ha detectado que hay varios factores que contribuyen a estos nacimientos. Por un lado, reconoce que en muchas sociedades las niñas pueden estar bajo presión para casarse y tener hijos pronto, mientras que también hay casos en que se limita su educación y, por tanto, sus perspectivas de empleo.
De hecho, en los países de bajos y medianos ingresos más del 30% de las niñas se casa antes de los 18 años de edad, y alrededor del 14% antes de los 15 años. Además, las adolescentes casadas tienen más probabilidades de quedarse embarazadas y dar a luz, de acuerdo con las normas sociales.
La educación, por otra parte, también es un importante factor de protección para el embarazo temprano, ya que cuantos más años de escolaridad menos probabilidad de embarazos tempranos. Igualmente, las tasas de natalidad entre las mujeres con bajo nivel educativo son más altos que para las que tienen educación secundaria o terciaria.
La OMS también alerta de que hay algunos adolescentes que no saben cómo evitar el embarazo y, si lo saben, no tienen acceso a métodos anticonceptivos.
No obstante, reconoce este organismo, aun cuando los anticonceptivos están ampliamente disponibles, las adolescentes sexualmente activas son menos propensas a usar anticonceptivos que los adultos. En América Latina, Europa y Asia sólo entre el 42 y 68% de las adolescentes casadas o en asociaciones usar anticonceptivos. En África, la tasa varía desde el 3 hasta el 49%.
Además, también han constatado que la violencia sexual afecta especialmente a las mujeres adolescentes, como muestra que hasta una de cada tres niñas de algunos países reconozca que su primera relación sexual fue forzada.
Asimismo, la OMS alerta de que tener bebés durante la adolescencia también tiene "consecuencias graves para la salud de la niña y su bebé", especialmente en áreas con sistemas de salud débiles. En algunos países, los adolescentes son menos propensos que los adultos a obtener atención especializada antes, durante y después del parto.
De hecho, las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las niñas de 15-19 años en muchos países de bajos y medianos ingresos. Además, las muertes de recién nacidos son un 50% más frecuentes entre los bebés nacidos de madres adolescentes que entre los nacidos de madres de 20-29 años.
Asimismo, también tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer, lo que puede tener un impacto a largo plazo sobre su salud y desarrollo.
Estos datos, según ha alertado este organismo de Naciones Unidas, muestran como una de cada cinco mujeres ha dado a luz a los 18 años, aunque en las regiones más pobres del mundo la cifra se eleva a más de una de cada tres menores.
La OMS ha detectado que hay varios factores que contribuyen a estos nacimientos. Por un lado, reconoce que en muchas sociedades las niñas pueden estar bajo presión para casarse y tener hijos pronto, mientras que también hay casos en que se limita su educación y, por tanto, sus perspectivas de empleo.
De hecho, en los países de bajos y medianos ingresos más del 30% de las niñas se casa antes de los 18 años de edad, y alrededor del 14% antes de los 15 años. Además, las adolescentes casadas tienen más probabilidades de quedarse embarazadas y dar a luz, de acuerdo con las normas sociales.
La educación, por otra parte, también es un importante factor de protección para el embarazo temprano, ya que cuantos más años de escolaridad menos probabilidad de embarazos tempranos. Igualmente, las tasas de natalidad entre las mujeres con bajo nivel educativo son más altos que para las que tienen educación secundaria o terciaria.
La OMS también alerta de que hay algunos adolescentes que no saben cómo evitar el embarazo y, si lo saben, no tienen acceso a métodos anticonceptivos.
No obstante, reconoce este organismo, aun cuando los anticonceptivos están ampliamente disponibles, las adolescentes sexualmente activas son menos propensas a usar anticonceptivos que los adultos. En América Latina, Europa y Asia sólo entre el 42 y 68% de las adolescentes casadas o en asociaciones usar anticonceptivos. En África, la tasa varía desde el 3 hasta el 49%.
Además, también han constatado que la violencia sexual afecta especialmente a las mujeres adolescentes, como muestra que hasta una de cada tres niñas de algunos países reconozca que su primera relación sexual fue forzada.
Tres millones de abortos inseguros
Una de las principales consecuencias de esta práctica, según la OMS, es la realización de abortos inseguros. En jóvenes de 15 a 19 años estiman que la cifra asciende a unos tres millones al año, lo que hace que estas jóvenes tengan más riesgo de sufrir todo tipo de secuelas a largo plazo.Asimismo, la OMS alerta de que tener bebés durante la adolescencia también tiene "consecuencias graves para la salud de la niña y su bebé", especialmente en áreas con sistemas de salud débiles. En algunos países, los adolescentes son menos propensos que los adultos a obtener atención especializada antes, durante y después del parto.
De hecho, las complicaciones del embarazo y el parto son la principal causa de muerte entre las niñas de 15-19 años en muchos países de bajos y medianos ingresos. Además, las muertes de recién nacidos son un 50% más frecuentes entre los bebés nacidos de madres adolescentes que entre los nacidos de madres de 20-29 años.
Asimismo, también tienen más probabilidades de tener bajo peso al nacer, lo que puede tener un impacto a largo plazo sobre su salud y desarrollo.
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