Los pacientes ya están en internet

La tercera edición del estudio Bupa-Sanitas Health Pulse recoge que el 84 por ciento de los ciudadanos españoles consultan internet para temas relacionados con la sanidad, y el 73 por ciento comprueba la veracidad de la información médica a la que accede en la Red.

Francisco José Pérez Bes. Abogado. Vicepresidente de Enatic (Asociación de expertos nacionales de la abogacía TIC) | 06/05/2013 00:00

Ante tales datos, resulta inevitable prever que las nuevas tecnologías deben jugar un papel relevante en lo que al sector de la medicina se refiere, de la misma manera que lo han hecho en otros sectores profesionales. En particular, las redes sociales, aplicaciones y similares ofrecen un sinfín de posibilidades a la hora de desarrollar una efectiva comunicación entre profesionales del sector entre sí y también en la relación médico-paciente, llegando, hasta un hipotético diagnóstico on-line. Sin embargo, la utilización de estas plataformas comporta importantes riesgos legales e implicaciones relativas a la privacidad, intimidad y al secreto profesional, que se deben tener en consideración.

La normativa sobre protección de datos rige en toda las actividades profesionales en las que se trata información personal de pacientes y, por tanto, en el entorno on-line, también. Los aspectos relacionados con la publicidad y las actividades promocionales son otros elementos también controvertidos en la práctica, que deben tenerse en cuenta antes de referirse públicamente a un medicamento, producto sanitario o método, tanto si se lleva a cabo dentro del ámbito estrictamente de relaciones entre profesionales como cuando alcanza al público en general.

Restricciones
Al abrir un perfil o una página en cualquier red social, los términos y condiciones de muchas de ellas ya incluyen ciertas prohibiciones o restricciones importantes a su uso con fines médicos, a lo que debemos sumar las eventuales limitaciones que pueda establecer la normativa legal y deontológica aplicable en España, en cuanto al lugar en el que el profesional desempeña su actividad. Por este motivo se han desarrollado comunidades cerradas, como puede ser Ippok, en las que la relación es estrictamente entre profesionales sanitarios colegiados.

Ante una situación, debe tenerse claro el escenario normativo aplicable a los medios sociales en general, y al sector médico en particular, pues de ello depende el uso legal y responsable de estas herramientas que, cada vez en mayor número, se ponen a disposición de los profesionales del sector.