El Gobierno de EE UU advierte de que el tabaquismo juvenil es una epidemia
Uno de cada cuatro estudiantes de secundaria y uno de cada tres menores de 26 años fuman
Carolina García Washington 9 MAR 2012 - 23:04 CET5
Cada día en Estados Unidos, 3.800 menores de 18 años empiezan a fumar. El Departamento de Sanidad del país ha publicado un estudio que asegura que uno de cada cuatro estudiantes de secundaria y uno de cada tres menores de 26 años consume tabaco. Además, tras años de descenso, muestra que este hábito es cada vez más común entre los jóvenes. “Es una epidemia. De cada tres jóvenes que fuman, tan solo uno dejará el hábito y los otros dos morirán por causas relacionadas”, destaca Regina Benjamin, responsable de salud pública, en el informe, titulado Prevención del uso del tabaco en adolescentes y adultos y jóvenes adultos.
Este estudio epidemiológico investiga por primera vez los efectos del tabaco sobre la salud entre jóvenes de 12 años hasta adultos de 25, ya que el hábito comienza cada vez más pronto. El consumo de cigarrillos en este grupo de edad es altamente grave y potencialmente mortal, según el informe. Además del efecto adverso de la adicción a la nicotina, puede provocar daños como una función pulmonar reducida, un crecimiento pulmonar deteriorado, una enfermedad cardiaca precoz u otros problemas de salud como el asma.
"Para poner fin a esta epidemia es necesario centrarse en cómo se puede prevenir y dónde podemos ver el mayor efecto, que en este caso son los jóvenes", aseguró Benjamin durante la presentación del informe. "Queremos que nuestra próxima generación esté libre de tabaco, y creo que podemos hacerlo."
El estudio también pone de relieve la eficacia de las estrategias para prevenir su consumo. Más del 80% de los fumadores en EE UU comienza a fumar a la edad de 18 años, y el 99% antes de los 26, según el estudio. La sociedad, el entorno y la publicidad incitan a los jóvenes a iniciarse en el hábito. Además, los productos tabacaleros se encuentran entre los más publicitados en Estados Unidos. Se calcula que solo en su comercialización se gastan unos 10.000 millones de dólares cada año.
"No me quiero centrar en la culpa, quiero centrarme en la prevención", dijo Benjamin. "Quiero asegurarme de que estamos haciendo todo lo posible para evitar que los niños cada vez empiezan a fumar o consumir productos derivados del tabaco”, añadió.
El Gobierno estadounidense ha puesto en marcha muchas iniciativas para contrarrestar el efecto de las campañas comercializadoras sobre los jóvenes. La ley sobre el mercado tabacalero de 1998 obligó a reducir la publicidad, mientras que otra ley de 2009 impulsada por la Food and Drug Administration (FDA) fomenta acciones como campañas en medios de comunicación, programas de control del tabaco, aumento de precios o actividades en las escuelas. Medidas que empiezan a ser eficaces, aunque de momento no lo suficiente, para prevenir el consumo en edades tempranas.
“Hay que trabajar más para mantener a los estadounidenses jóvenes lejos del tabaco, incluyendo la prohibición de fumar y el aumento de los impuestos”, concluye el informe.
Este estudio epidemiológico investiga por primera vez los efectos del tabaco sobre la salud entre jóvenes de 12 años hasta adultos de 25, ya que el hábito comienza cada vez más pronto. El consumo de cigarrillos en este grupo de edad es altamente grave y potencialmente mortal, según el informe. Además del efecto adverso de la adicción a la nicotina, puede provocar daños como una función pulmonar reducida, un crecimiento pulmonar deteriorado, una enfermedad cardiaca precoz u otros problemas de salud como el asma.
"Para poner fin a esta epidemia es necesario centrarse en cómo se puede prevenir y dónde podemos ver el mayor efecto, que en este caso son los jóvenes", aseguró Benjamin durante la presentación del informe. "Queremos que nuestra próxima generación esté libre de tabaco, y creo que podemos hacerlo."
El estudio también pone de relieve la eficacia de las estrategias para prevenir su consumo. Más del 80% de los fumadores en EE UU comienza a fumar a la edad de 18 años, y el 99% antes de los 26, según el estudio. La sociedad, el entorno y la publicidad incitan a los jóvenes a iniciarse en el hábito. Además, los productos tabacaleros se encuentran entre los más publicitados en Estados Unidos. Se calcula que solo en su comercialización se gastan unos 10.000 millones de dólares cada año.
"No me quiero centrar en la culpa, quiero centrarme en la prevención", dijo Benjamin. "Quiero asegurarme de que estamos haciendo todo lo posible para evitar que los niños cada vez empiezan a fumar o consumir productos derivados del tabaco”, añadió.
El Gobierno estadounidense ha puesto en marcha muchas iniciativas para contrarrestar el efecto de las campañas comercializadoras sobre los jóvenes. La ley sobre el mercado tabacalero de 1998 obligó a reducir la publicidad, mientras que otra ley de 2009 impulsada por la Food and Drug Administration (FDA) fomenta acciones como campañas en medios de comunicación, programas de control del tabaco, aumento de precios o actividades en las escuelas. Medidas que empiezan a ser eficaces, aunque de momento no lo suficiente, para prevenir el consumo en edades tempranas.
“Hay que trabajar más para mantener a los estadounidenses jóvenes lejos del tabaco, incluyendo la prohibición de fumar y el aumento de los impuestos”, concluye el informe.
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