La prescripción en unidosis sigue siendo anecdótica

Los datos de los seis primeros meses desde que se implantó en abril de 2011 el sistema de dosis unitarias muestran que se han dispensado apenas 3.500 cajas de cien unidosis de ibuprofeno y paracetamol, frente a más de 25 millones de envases tradicionales de estos medicamentos.

Laura G. Ibañez | 06/03/2012 00:00

Incluso el cálculo más tosco da idea del escaso uso que se está realizando de las dosis unitarias en las farmacias. El gran proyecto que la exministra de Sanidad Leire Pajín heredó de su antecesora Trinidad Jiménez y con el que el Gobierno aspiraba a ahorrar hasta 300 millones de euros ha quedado reducido a la anécdota.

En los seis primeros meses desde su puesta en marcha, apenas se han consumido 3.500 cajas de cien dosis unitarias de ibuprofeno y paracetamol, los dos productos con los que comenzó a aplicarse la prescripción por unidosis, frente a una dispensación de más de 25 millones de cajas de estos dos fármacos en su envase tradicional.

Sanidad pretendía ahorrar 6 millones de euros en la primera fase de este proyecto y ampliarlo hasta un ahorro global de 300 millones

Concretamente, según los datos de la patronal de empresas de distribución farmacéutica Fedifar, desde que en abril del pasado año se comercializaron las primeras dosis unitarias de estos dos fármacos y hasta septiembre del pasado año se han dispensado 661 cajas de dosis unitarias de ibuprofeno y 946 cajas de paracetamol. Comoquiera que estos datos se han obtenido analizando las ventas de empresas de distribución que representan el 46,5 por ciento del mercado, Fedifar estima que en conjunto como máximo se han vendido 3.454 cajas de dosis unitarias.

La cifra se antoja simbólica si se observa que sólo los tres laboratorios con mayor facturación de paracetamol acumulan juntos más de 20 millones de envases vendidos y que una sola presentación de ibuprofeno ha facturado más de 6,5 millones de cajas de este producto.

l fracaso en la implantación de las dosis unitarias está fuertemente relacionado con los recelos que ha expresado en varias ocasiones el colectivo de farmacias no sólo por el trabajo extra que representa para el farmacéutico la dispensación de productos en dosis unitarias sino por la dificultad física de tener en stock muchas presentaciones de dosis unitarias de cada producto. A estos recelos se ha unido, con escasas excepciones, el desinterés de los laboratorios en la comercialización de sus productos en dosis unitarias por dudas sobre la manipulación de sus productos o sobre el margen económico que permite la dispensación de una o dos pastillas de medicamentos cuyo envase de 20 comprimidos cuesta apenas dos euros.

Pero en el fracaso del proyecto de dosis unitarias ha pesado también el desinterés del médico. Moisés Robledo, secretario de Información de SEMG, explica que "no se ha explicado bien el proyecto y además es difícil que el médico quiera complicarse aún más la forma de prescribir con un sistema que no es sencillo".

El proyecto de dosis unitarias comenzó con la voluntad de Jiménez de implantarlo en una veintena de medicamentos para ahorrar 300 millones (ver DM del 14-V-2010) y se descafeinó en manos de Pajín que decidió implantarlo en varias fases para ahorrar en primer lugar 6 millones de euros con sólo dos medicamentos (ver DM del 4-III-2011), aunque ella misma decidió presentarlo después a bombo y platillo visitando las primeras presentaciones que fabricó de Onedose en colaboración con Ferrer en abril de 2011.