DIÁLOGOS DESDE PRIMARIA
La puerta de salvación: los profesionales de AP
por Asensio López | 23/03/2012 13:32
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Leo con pesar la entrevista realizada en este medio a los presidentes de las tres sociedades de médicos de familia de nuestro país. La conclusión es dolorosa: parece que ni aprendemos ni tenemos remedio.
Han pasado casi dos décadas y no hemos avanzado prácticamente nada. Sólo es preciso tener un poco de memoria para recordar que hace más de quince años los presidentes de Semergen y semFYC, y sus juntas directivas, establecían mesas de diálogo e iniciativas conjuntas con la finalidad de "crear puentes de comunicación"que permitieran, a corto plazo, la integración de las sociedades de médicos de familia; o sociedades de médicos de cabecera, o de médicos de atención primaria; o... porque uno ya no sabe muy bien cómo escribir para intentar no molestar.
- Es el tiempo de anteponer los intereses colectivos a las victorias en pequeñas escaramuzas
Desde entonces hemos asistido a la creación y la aniquilación de varias iniciativas de carácter similar. Iniciativas como el Documento de Mejora de la Atención Primaria de principios de la década del 2000, todavía bajo la iniciativa del Insalud, entonces con la participación de los sindicatos junto a las sociedades científicas. O el movimiento derivado de la Plataforma 10 Minutos, constituida el 20 de junio del año 2000 y que tuvo influencia y presencia en la actividad de los centros de salud, en la pasada década. Sin olvidar la elaboración de la Estrategia AP21, con la participación de todas las sociedades científicas, que fue ratificada, que no aprobada, por el Consejo Interterritorial el 11 de diciembre de 2006, y que cada una de las CCAA dijo "haber mejorado y superado" en los años posteriores. O el más reciente Foro de Médicos de Atención Primaria y la I Conferencia de Médicos de AP, con la inclusión de nuevos actores, como la OMC, y por consiguiente, con el aumento de la confusión entre los integrantes, pues han aumentado "los intereses ocultos" que están en juego.
En definitiva, el resultado de más de quince años de reuniones, encuentros, conflictos y desencuentros no puede ser más desesperanzador. De la lectura de la entrevista a los tres líderes se extraen declaraciones como: "... el balance de este tiempo es positivo en el encuentro de objetivos comunes"; o "... hay que encontrar alternativas que pongan fin a la inequidad"; o "es importante que AP tenga una voz única". Declaraciones que se han convertido en los "tópicos" en los que cada una de las sociedades se ha refugiado para mantener su propio estatus y buscar su autoafirmación. En definitiva, unos tópicos que han levantado barricadas entre los profesionales, y que han hecho imposible la comunicación y un encuentro real que hubieran permitido avanzar hacia el futuro.
La ECOE, el pasado de cada médico, la medicina general, la especialidad de medicina familiar y comunitaria, y sobre todo, la mirada de poco alcance de algunos de sus líderes: estas son las rémoras con las que están conviviendo las sociedades científicas en estos últimos quince años. Pero también estas son las cadenas a las que han sometido al conjunto de profesionales de atención primaria.
Las circunstancias actuales son muy duras y lo seguirán siendo en los próximos años. La economía ha entrado en un periodo que nos obligará a olvidarnos de la ilusión de alcanzar a corto plazo el 25% del presupuesto, o a conseguir nuevos crecimientos de plantillas para reducir el número de tarjetas sanitarias por médico. A partir de ahora, cualquier conquista, cualquier avance en la atención primaria, será mucho más difícil. A partir a ahora, aquellos que son más débiles serán mucho más vulnerables. A partir de ahora, tal como estamos empezando a comprobar en algunas CCAA y con algunas declaraciones de responsables políticos, el colectivo profesional, el nivel asistencial que se muestre incapaz de defender su territorio, corre el riesgo de verse debilitado hasta la aniquilación. A partir de ahora, la atención primaria de la próxima década, tal vez como en sus orígenes, o quizás más que nunca, queda en manos de la capacidad de compromiso y de la visión de sus profesionales.
- El resultado de más de quince años de reuniones, encuentros, conflictos y desencuentros no puede ser más desesperanzador
Por tanto, es el tiempo de los grandes líderes. Es el tiempo de anteponer los intereses colectivos a las victorias en pequeñas escaramuzas, es el momento de alcanzar acuerdos definitivos. Cada día que transcurre la debilidad es más profunda. No permitamos que esta situación se convierta en irreparable.
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