Mato afirma que la píldora del día siguiente “puede perjudicar la salud”
La ministra de Sanidad dice que los tres informes encargados no son “concluyentes"
El Ministerio de Sanidad ya tiene los tres informes solicitados sobre la píldora del día siguiente, a partir de los cuales decidirá si se vuelve a la receta médica para su dispensación o se sigue comprando en farmacia sin necesidad de ella. Los estudios, ha dicho la ministra Ana Mato en el Senado, “no son coincidentes ni concluyentes” y ha asegurado que tomará “la decisión con criterios científicos, no ideológicos”, a partir del estudio de dichos informes en el Consejo Asesor de Sanidad, aún por constituirse.
Mato ha citado, sin embargo, una ristra de países, como Alemania, Reino Unido, Croacia, Polonia, República Checa, Grecia o Italia, en los que esta pastilla necesita prescripción médica para las menores de edad. La ministra insiste en que las cuestiones ideológicas no conducirán la decisión del ministerio, pero inmediatamente ha añadido que está tranquila porque el farmacéutico tiene la obligación de informar a las mujeres y decirles: esta píldora “tiene este peligro, este peligro y este peligro”. “Porque es una píldora que puede perjudicar la salud y [las mujeres] deben conocer sus efectos secundarios”, ha insistido. Una de las organizaciones a las que se encargó un informe, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), no ha reconocido estos peligros, más bien todo lo contrario. Pero falta por conocer el resultado de los otros dos estudios encargados a la Organización Médica Colegial y a la Agencia Española del Medicamento.
Los senadores han interrogado a la ministra sobre la reforma del aborto y la ministra ha sido contundente: “Era un compromiso electoral que conocía todo el mundo y los españoles nos dieron su confianza [en las elecciones]”. Pero ha añadido que a ella le preocupa que las menores de 16 años puedan abortar sin el conocimiento de sus familias. “Quizá porque tengo hijas de esas edades”, ha dicho. “Y no me gustaría que pudieran abortar sin que yo lo supiera, fundamentalmente por lo que pudiera aportarles”. Acto seguido ha lanzado una pregunta al aire. “¿Es el aborto un derecho? Es un drama”, se ha respondido. Opina que a ninguna mujer le gusta y que el Gobierno buscará las fórmulas para apoyar a aquellas que quieran tener a sus hijos. “Fórmulas económicas, de apoyo, para que no se vean en la necesidad de abortar. El aborto es un drama, no sé si eso es ideológico o no, pero así lo seguiré viendo”, ha señalado.
Otro de los asuntos que ha contado con más atención por parte de los senadores ha sido el copago. La ministra ha repetido varias veces la misma frase: “Garantizaremos una sanidad pública, universal, gratuita y de la máxima calidad de la mejor manera posible. ¿Y cómo lo vamos a hacer? Con todas las comunidades”. Por tanto, no se sabe si habrá o no copago. Pero Ana Mato ha recurrido al archivo y ha citado con fechas exactas declaraciones de socialistas, como sus antecesoras en el cargo, Leire Pajín y Trinidad Jiménez, de secretarios de Estado y hasta de ministros de Felipe González, como fue García Vargas, en las que se referían al copago sin hacerle excesivos ascos. “Yo no voy a llegar a tanto, solo propondré un pacto para que la sanidad sea gratuita, de la máxima calidad y con los mismos derechos para todos”.
Mato ha citado, sin embargo, una ristra de países, como Alemania, Reino Unido, Croacia, Polonia, República Checa, Grecia o Italia, en los que esta pastilla necesita prescripción médica para las menores de edad. La ministra insiste en que las cuestiones ideológicas no conducirán la decisión del ministerio, pero inmediatamente ha añadido que está tranquila porque el farmacéutico tiene la obligación de informar a las mujeres y decirles: esta píldora “tiene este peligro, este peligro y este peligro”. “Porque es una píldora que puede perjudicar la salud y [las mujeres] deben conocer sus efectos secundarios”, ha insistido. Una de las organizaciones a las que se encargó un informe, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego), no ha reconocido estos peligros, más bien todo lo contrario. Pero falta por conocer el resultado de los otros dos estudios encargados a la Organización Médica Colegial y a la Agencia Española del Medicamento.
Los senadores han interrogado a la ministra sobre la reforma del aborto y la ministra ha sido contundente: “Era un compromiso electoral que conocía todo el mundo y los españoles nos dieron su confianza [en las elecciones]”. Pero ha añadido que a ella le preocupa que las menores de 16 años puedan abortar sin el conocimiento de sus familias. “Quizá porque tengo hijas de esas edades”, ha dicho. “Y no me gustaría que pudieran abortar sin que yo lo supiera, fundamentalmente por lo que pudiera aportarles”. Acto seguido ha lanzado una pregunta al aire. “¿Es el aborto un derecho? Es un drama”, se ha respondido. Opina que a ninguna mujer le gusta y que el Gobierno buscará las fórmulas para apoyar a aquellas que quieran tener a sus hijos. “Fórmulas económicas, de apoyo, para que no se vean en la necesidad de abortar. El aborto es un drama, no sé si eso es ideológico o no, pero así lo seguiré viendo”, ha señalado.
Otro de los asuntos que ha contado con más atención por parte de los senadores ha sido el copago. La ministra ha repetido varias veces la misma frase: “Garantizaremos una sanidad pública, universal, gratuita y de la máxima calidad de la mejor manera posible. ¿Y cómo lo vamos a hacer? Con todas las comunidades”. Por tanto, no se sabe si habrá o no copago. Pero Ana Mato ha recurrido al archivo y ha citado con fechas exactas declaraciones de socialistas, como sus antecesoras en el cargo, Leire Pajín y Trinidad Jiménez, de secretarios de Estado y hasta de ministros de Felipe González, como fue García Vargas, en las que se referían al copago sin hacerle excesivos ascos. “Yo no voy a llegar a tanto, solo propondré un pacto para que la sanidad sea gratuita, de la máxima calidad y con los mismos derechos para todos”.
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