CESM dice que sin una planificación y registro de profesionales previos, el Libro Blanco del Ministerio será “poco creíble”

Madrid (06-08/10/2012) - Antonio Pais

• Francisco Miralles, secretario general de la Confederación, explica que encargar a un grupo de expertos el documento sin hacer antes una 'fotografía' de la realidad profesional existente y sin contar con los profesionales sería "empezar la casa por el tejado"

• En materia de desarrollo profesional, el Sindicato Médico no descalifica el proyecto presentado pero estima que "le falta concreción" y debe ser negociado con los sindicatos; y que la mejora continuada del médico debe ser evaluada y retribuida

El pasado miércoles, en la reunión del Consejo Interterritorial del SNS, el Ministerio de Sanidad anunció el proyecto de elaboración del 'Libro Blanco de los Profesionales Sanitarios del Sistema Nacional de Salud', un documento que podría ser una realidad en el plazo de un año e incluirá los avances en la ordenación de las profesiones sanitarias, el nuevo mapa de especialidades en Ciencias de la Salud o los retos que llegan con la implantación de la troncalidad. En su valoración de esta iniciativa, el secretario general de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), Francisco Miralles, ha señalado, en declaraciones a EL MÉDICO INTERACTIVO, que este Libro Blanco "no tendrá credibilidad sin un preámbulo, un paso previo: antes debe hacerse una fotografía lo más real posible de la realidad profesional existente, realizar una adecuada planificación de las necesidades existentes y el prometido Registro de Profesionales".
Miralles ha señalado que CESM recibió "con sorpresa" el proyecto anunciado en la reunión del CISNS. "En realidad tenemos poco que decir porque no conocemos la pretensión real de Sanidad; esperamos que al menos se nos traslade qué se pretende con este Libro Blanco. Pero lo que sí está claro es que sin hacer antes una planificación y sin elaborar el Registro de Profesionales para saber con qué recursos humanos se cuenta, de qué especialidades y dónde hay carencias o qué formación tienen y sin contar en nuestro caso con los representantes de los médicos para hacer ese trabajo, ese documento no tendrá futuro; sería como empezar la casa por el tejado", ha afirmado.
El secretario de CESM ha defendido que los profesionales "tenemos mucho que decir, somos expertos en temas como demografía médica y planificación de necesidades". Y se ha referido a que precisamente estos dos temas centrarán la primera jornada que organizará el Foro de la Profesión Médica el próximo día 31 de octubre. "Deberían ser escuchadas y muy tenidas en cuenta las conclusiones que salgan de esa jornada. Está claro que cuestiones como la planificación o el Registro de Profesionales no están hoy por hoy sobre la mesa", apunta.
Lo que no podría admitir CESM, añade Miralles, es que el Ministerio "encargara a un grupo de 'expertos', con sus intereses, la elaboración del Libro Blanco para después hacerse una foto y presentar un documento poco creíble: eso sería como una huida hacia delante".
Desarrollo profesional
En la reunión del CISNS también se presentó el documento de consenso del Grupo de Trabajo de Desarrollo-Cartera Profesional formado en el Ministerio sobre 'Desarrollo profesional continuo y desarrollo profesional continuado'. "Es un documento que el Ministerio ya nos había trasladado a las organizaciones sindicales para que realicemos nuestras aportaciones. En el caso de CESM, no descalificamos un documento que creemos que recoge la filosofía de algunas organizaciones profesionales; pero es muy filosófico y creemos que le falta concreción", explica Miralles.
Por eso, en primer lugar CESM señala que el documento "debe ser negociado por los representantes de los profesionales, y en el caso de los médicos exigimos esa negociación", añade el secretario general de la Confederación.
"Y segundo, habrá que definir mucho mejor, más claramente, y definir cómo se va a ir articulando. En el caso de los médicos, desde que terminan el MIR y empiezan a trabajar necesitan una mejora continua, formación, adquirir habilidades, realizar investigación... regular todo eso, estableciendo quién a va a tener la competencia para hacerlo y estableciendo requisitos, ya es bueno; pero hay que hacerlo bien", añade.
Porque esa formación continua, explica Miralles, "tiene repercusión en el trabajo diario del médico. Lo que hay que hacer es ver cómo y cuándo, en cada caso, se adquiere ese desarrollo profesional, esas habilidades o esa formación. Y todo eso debe traducirse, para que sea incetivador, en la retribución de los médicos: se debe evaluar y cuantificar, retribuir, la mejora continuada de un médico que puede llevar 20 años trabajando".
Las evaluaciones a esa mejora continuada "desde CESM creemos que deben hacerse desde la propia profesión, en ningún caso admitimos que se hagan sólo desde la Administración y, en su caso, se negociaría la opción de que se hicieran por órganos mixtos", afirma.
"Todas estas cuestiones queremos que se planteen en la negociación con los representantes de los profesionales, para que podamos plantear nuestras ideas a un documento que no descalificamos pero al que creemos que la faltan muchas cosas; hay que mejorarlo para que salga un buen proyecto de desarrollo profesional continuo, un proyecto que es necesario y que debe ser bueno para el médico, en su caso, y también para el sistema... si se hace bien, porque si se hace mal cambia todo y puede ser perjudicial", resume el secretario general de CESM.