Domingo 14 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa
Economía internacional
Estados Unidos continúa el debate por los beneficios de salud
De 2000 a 2010, el gasto subió 66 por ciento
NUEVA YORK.- EE.UU dedica un sexto del gasto a salud, el doble que hace 30 años. Las cuentas médicas para las personas mayores aumentan, amenazando con hacer estallar el presupuesto en pocas décadas. En julio, la oficina presupuestaria del Congreso hizo un informe sobre la distribución del ingreso y los impuestos y consideró hasta el último centavo los beneficios de salud.
El razonamiento detrás de la acción de la oficina del presupuesto tiene sentido: el Estado gasta casi US$ 8000 en el beneficiario promedio de Medicaid y más de US$ 12.000 en el de Medicare. ¿Por qué no habría de contar eso como ingreso? Sin ello, los receptores no podrían pagar un servicio esencial. La oficina del presupuesto considera los beneficios de seguridad social como ingresos. Y es así como cuenta el seguro de salud provisto por empleadores a sus trabajadores. No todos creen que la salud pública valga tanto. En particular, el Bureau del Censo no incluye la salud con los otros beneficios no monetarios al calcular la tasa de pobreza. Incluso su Medida Suplementaria de Pobreza fija el valor de Medicare y Medicaid como cero.
Y el agregado de esos beneficios podría alterar la manera en que vemos los avances. De 2000 a 2010, el gasto estatal por cada beneficiario de Medicare subió en dos tercios, descontada la inflación.
Debido a que dos tercios de los fondos de Medicare y 83% de los fondos de Medicaid se gastan en el 40% más pobre de la población, el cambio reduce la brecha de ingresos. Bajo el viejo método, el quinto más rico de los hogares tenía ingresos más de nueve veces superiores a los ingresos del quinto más pobre, descontados impuestos y contados los beneficios del Estado. Con el nuevo método, los ricos se llevan a casa menos de 7,5 veces lo que los pobres.
Traducción de Gabriel Zadunaisky .
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