La “cultura de la reclamación” incrementa la Medicina defensiva, según expertos
Madrid (12-15/10/2012) - Silvia C. Carpallo
El Foro de Sanidad y Derecho del Hospital La Paz (Madrid) pone en manifiesto la falta de coordinación y de conocimiento sobre los casos en los que es necesario o no un consentimiento informado documentado, lo que provoca una puerta abierta a posibles reclamaciones, que actualmente son la principal causa de una Medicina defensiva, que encarece el sistema
Se unía a este debate Pedro Sabando, jefe emérito del Servicio de Reumatología del Hospital La Paz, que desde su posición como médico opinaba que "si planteamos la decisión de la utilización de un consentimiento informado para exploraciones hasta mínimamente invasivas, puede hacerse muy difícil la práctica clínica", advirtiendo además del hecho de que si "en el hall de mi hospital" existen abogados que abordan a los pacientes a la salida, "eso provoca que se desarrolle una Medicina defensiva, incluso a nivel de los residentes, lo que encarece la Medicina en general", y además supone que el médico muchas veces pida pruebas que no serían necesarias, encareciendo también el sistema. El dilema está entonces, en el caso del consentimiento informado, en saber si aunque el acto de la información al paciente es siempre imprescindible, si es igual de necesario tener el documento en todos los casos, o depende del mismo. Según Bandrés, "siempre tendría que quedar constancia en la historia clínica de que ese acto informativo al paciente se ha producido, más allá del documento en sí", aunque actualmente, recomienda que en caso de duda, siempre se pida cumplimentar el consentimiento, por posibles problemas futuros, pese a que como Santa Cecilia recordaba "el consentimiento informado no exime al médico".
Conflictos con la legislación autonómica
Otro de los temas que surgían en este foro, es que en ocasiones el médico actúa mal, no por negligencia, sino por desconocimiento. Ejemplo de ello es como la legislación autonómica puede crear confusiones en cuanto a cómo actuar con cada paciente, así lo hacía saber Ana Berrocal, profesora de Derecho Civil de la Facultad de Derecho de la UCM, que estimaba que antes de saber cómo tratar al paciente, hay que conocer la vecindad civil del mismo.
El consentimiento informado, por ejemplo, está íntimamente ligado con la capacidad de decisión del individuo, "que está establecida en una ley básica, lo que significa que cada CC.AA. puede legislar". En el caso de tratarse de menores, varía en cada CC.AA., siendo en algunas posibles pedirle el consentimiento al menor, en otras sólo a los mayores de 14, y en otras a sus padres, "y esto crea una inseguridad tremenda tanto para los profesionales como para los pacientes", porque aunque sea atendido por ejemplo en Madrid, si su vecindad civil es catalana, prima su legislación, y el médico debe actuar según la misma, pero es muy difícil conocer la legislación de cada una de las 17 CC.AA. "Falta una coordinación", declaraba la experta, tanto por parte de médicos, como de juristas, para poder conocer los límites y trabajar en la seguridad de todos.
A este respecto Fernando Bandrés aludía a ser "más proactivos, y responder antes este cambio cultural", ya que al igual que la Medicina se ha adaptado a un nuevo tipo de paciente y las nuevas tecnologías, "los médicos tenemos que avanzar en esto, porque está marcando nuestra vida profesional".
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