La inversión en Salud Mental en España está entre las más bajas de los países europeos
Madrid (11/10/2012) - Redacción
• El 10 de octubre, Día Mundial de Salud Mental, los investigadores recuerdan que la falta de innovación puede limitar el acceso a intervenciones más eficaces
• Una encuesta internacional en la que han participado distintos grupos de investigación españoles confirma la asociación entre la enfermedad mental y cardiovascular
Las patologías mentales son la causa del 30 por ciento de la discapacidad producida por enfermedades. En el mundo, por ejemplo, los trastornos depresivos suponen el 4,5 por ciento de la carga global de enfermedad y, en concreto, la depresión mayor se estima que puede ser la causa de entre el cuatro y el ocho por ciento de las bajas laborales. El 10 de octubre se ha celebrado el Día Mundial de Salud Mental bajo el lema 'La mejor inversión. Tu salud mental' y, en este contexto, los investigadores quieren hacer una llamada de atención sobre la importancia de la inversión en I+D+i.
España es uno de los países de la Unión Europea en los que el porcentaje de gasto en Salud Mental frente al gasto total en salud es menor. Detrás tan sólo se sitúan Letonia, Francia, Portugal, República Checa y Eslovaquia.
"Estamos en un momento de crisis y entendemos que hay que ajustar aún más los recursos disponibles", señala el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Celso Arango, "pero aún así, dentro de los presupuestos existe una desproporción entre lo que reciben para investigar otras patologías respecto a las mentales o enfermedades del cerebro. Los años de vida perdidos por discapacidad de las personas que tienen enfermedades neuropsiquiátricas son mucho mayores que los de otras patologías que reciben el doble de la financiación asignada a la Salud Mental".
Los psiquiatras consideran que la falta de innovación puede limitar el acceso a intervenciones más eficaces. Según el director científico del CIBERSAM, "nuestro país es muy competitivo en ensayos clínicos de nuevas psicoterapias y fármacos. No obstante, la falta de inversión puede repercutir en un enlentecimiento en el descubrimiento y desarrollo de nuevos tratamientos para estas devastadoras patologías. Además, no hay que olvidar que las enfermedades mentales son crónicas y afectan a gente muy joven, de forma que la mayoría se desarrollan en la infancia y adolescencia, aunque muchas no se diagnostiquen hasta la edad adulta", apunta este investigador.
Colaboración público-privada
Por ello, desde entidades como CIBERSAM, que capitaliza la investigación que se realiza en patología mental en España, se buscan nuevas fórmulas, siendo la colaboración público-privada una de las opciones que está cobrando cada vez más importancia. "Nuestro país se ha distinguido por realizar una investigación de calidad en sistema nervioso central. CIBERSAM está integrado por 25 grupos que investigan en múltiples áreas desde lo más básico hasta la clínica". Tan sólo por aportar un dato que pone de relevancia la calidad de la investigación: durante el pasado año se han publicado más de 200 artículos en las 25 mejores revistas en este sector del conocimiento.
"Para seguir manteniendo este nivel de productividad", destaca Arango, "se hace precisa la colaboración con entidades que también han apostado por la investigación de calidad y que aportan valor añadido a nuestro CIBER. A modo de ejemplo, hemos desarrollado con la compañía Otsuka un convenio para el desarrollo de guías que reduzcan la heterogeneidad en el tratamiento que reciben los primeros episodios psicóticos y acerquen la clínica a la evidencia emanada de nuestras investigaciones. Los resultados mejorarán sin duda la eficiencia de nuestro SNS".
Hay otros ejemplos a seguir, en opinión del doctor Arango, como la recién creada Cátedra de Psiquiatría Infantil UCM-Fundación Alicia Koplowitz o la Cátedra de Patrocinio Psiquiatría y Salud del Grupo Santander en la Universidad Autónoma de Madrid.
Relación con la patología cardiovascular
Este llamamiento por parte de los psiquiatras coincide con nuevas evidencias científicas que confirman el impacto de la patología mental y su asociación con la enfermedad cardiovascular. "Una persona con patología mental", precisa el doctor José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador principal del CIBERSAM, Hospital de La Princesa, "tiene una menor esperanza de vida que el resto de la población. Esta mayor mortalidad no sólo es por causas naturales, como el suicidio o los accidentes. También se debe a una mayor prevalencia entre los afectados de patologías médicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las infecciones".
Estudios científicos internacionales recientes, en los que ha participado CIBERSAM, han venido a señalar, en este sentido a los estilos de vida como una de las causas de esa presencia incrementada de patología cardiovascular. "Así, se observa una mayor predisposición al sedentarismo, al sobrepeso y consumo de tabaco en los afectados, sobre todo por una patología mental crónica. Todos ellos factores de riesgo cardiovascular", apunta el doctor Ayuso.
Para este psiquiatra, estas evidencias obligan a replantearse el abordaje del paciente "y buscar una aproximación terapéutica integral y global y no sólo centrada en la patología mental". Una labor que, en opinión del doctor Ayuso, "se debe realizar de forma conjunta por parte de los colectivos de profesionales: psiquiatras, médicos de primaria, enfermeras, etcétera. Los programas de prevención de patología cardiovascular son muy eficaces, pero es fundamental que los propios enfermos conozcan la importancia de seguir unos hábitos de vida saludables", asegura.
Se estima que en nuestro país la patología mental podría llegar a afectar en algún momento de su vida al 25 por ciento de la población. La depresión sigue siendo la patología más frecuente y en la mayoría de las ocasiones cursa de forma leve a moderada. Sin embargo, el principal problema asociado a la misma es que a medida que aumenta la esperanza de vida también se incrementan las probabilidades de que vuelva a producirse.
De hecho, para el doctor Ayuso, los grandes desafíos de la Psiquiatría para los próximos años pasan por lograr disminuir los casos de pacientes que recaen y no responden a los tratamientos, mejorar el cumplimiento de los mismos "y, sobre todo, conseguir una recuperación funcional".
España es uno de los países de la Unión Europea en los que el porcentaje de gasto en Salud Mental frente al gasto total en salud es menor. Detrás tan sólo se sitúan Letonia, Francia, Portugal, República Checa y Eslovaquia.
"Estamos en un momento de crisis y entendemos que hay que ajustar aún más los recursos disponibles", señala el director científico del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), Celso Arango, "pero aún así, dentro de los presupuestos existe una desproporción entre lo que reciben para investigar otras patologías respecto a las mentales o enfermedades del cerebro. Los años de vida perdidos por discapacidad de las personas que tienen enfermedades neuropsiquiátricas son mucho mayores que los de otras patologías que reciben el doble de la financiación asignada a la Salud Mental".
Los psiquiatras consideran que la falta de innovación puede limitar el acceso a intervenciones más eficaces. Según el director científico del CIBERSAM, "nuestro país es muy competitivo en ensayos clínicos de nuevas psicoterapias y fármacos. No obstante, la falta de inversión puede repercutir en un enlentecimiento en el descubrimiento y desarrollo de nuevos tratamientos para estas devastadoras patologías. Además, no hay que olvidar que las enfermedades mentales son crónicas y afectan a gente muy joven, de forma que la mayoría se desarrollan en la infancia y adolescencia, aunque muchas no se diagnostiquen hasta la edad adulta", apunta este investigador.
Colaboración público-privada
Por ello, desde entidades como CIBERSAM, que capitaliza la investigación que se realiza en patología mental en España, se buscan nuevas fórmulas, siendo la colaboración público-privada una de las opciones que está cobrando cada vez más importancia. "Nuestro país se ha distinguido por realizar una investigación de calidad en sistema nervioso central. CIBERSAM está integrado por 25 grupos que investigan en múltiples áreas desde lo más básico hasta la clínica". Tan sólo por aportar un dato que pone de relevancia la calidad de la investigación: durante el pasado año se han publicado más de 200 artículos en las 25 mejores revistas en este sector del conocimiento.
"Para seguir manteniendo este nivel de productividad", destaca Arango, "se hace precisa la colaboración con entidades que también han apostado por la investigación de calidad y que aportan valor añadido a nuestro CIBER. A modo de ejemplo, hemos desarrollado con la compañía Otsuka un convenio para el desarrollo de guías que reduzcan la heterogeneidad en el tratamiento que reciben los primeros episodios psicóticos y acerquen la clínica a la evidencia emanada de nuestras investigaciones. Los resultados mejorarán sin duda la eficiencia de nuestro SNS".
Hay otros ejemplos a seguir, en opinión del doctor Arango, como la recién creada Cátedra de Psiquiatría Infantil UCM-Fundación Alicia Koplowitz o la Cátedra de Patrocinio Psiquiatría y Salud del Grupo Santander en la Universidad Autónoma de Madrid.
Relación con la patología cardiovascular
Este llamamiento por parte de los psiquiatras coincide con nuevas evidencias científicas que confirman el impacto de la patología mental y su asociación con la enfermedad cardiovascular. "Una persona con patología mental", precisa el doctor José Luis Ayuso, catedrático de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Madrid e investigador principal del CIBERSAM, Hospital de La Princesa, "tiene una menor esperanza de vida que el resto de la población. Esta mayor mortalidad no sólo es por causas naturales, como el suicidio o los accidentes. También se debe a una mayor prevalencia entre los afectados de patologías médicas como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares o las infecciones".
Estudios científicos internacionales recientes, en los que ha participado CIBERSAM, han venido a señalar, en este sentido a los estilos de vida como una de las causas de esa presencia incrementada de patología cardiovascular. "Así, se observa una mayor predisposición al sedentarismo, al sobrepeso y consumo de tabaco en los afectados, sobre todo por una patología mental crónica. Todos ellos factores de riesgo cardiovascular", apunta el doctor Ayuso.
Para este psiquiatra, estas evidencias obligan a replantearse el abordaje del paciente "y buscar una aproximación terapéutica integral y global y no sólo centrada en la patología mental". Una labor que, en opinión del doctor Ayuso, "se debe realizar de forma conjunta por parte de los colectivos de profesionales: psiquiatras, médicos de primaria, enfermeras, etcétera. Los programas de prevención de patología cardiovascular son muy eficaces, pero es fundamental que los propios enfermos conozcan la importancia de seguir unos hábitos de vida saludables", asegura.
Se estima que en nuestro país la patología mental podría llegar a afectar en algún momento de su vida al 25 por ciento de la población. La depresión sigue siendo la patología más frecuente y en la mayoría de las ocasiones cursa de forma leve a moderada. Sin embargo, el principal problema asociado a la misma es que a medida que aumenta la esperanza de vida también se incrementan las probabilidades de que vuelva a producirse.
De hecho, para el doctor Ayuso, los grandes desafíos de la Psiquiatría para los próximos años pasan por lograr disminuir los casos de pacientes que recaen y no responden a los tratamientos, mejorar el cumplimiento de los mismos "y, sobre todo, conseguir una recuperación funcional".
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