La Sanidad vasca afronta el reto de garantizar su sostenibilidad evitando los recortes
Bilbao (16/10/2012) - Nekane Lauziirika
Los partidos se fijan que las estrecheces económicas no les hagan traspasar esta "línea roja" del Estado del Bienestar
La Sanidad, uno de los pilares determinantes del Estado del Bienestar, afronta una legislatura en la que Euskadi sabrá si puede evitar aplicar el copago farmacéutico —se espera una primera respuesta del Constitucional antes de que finalice enero— y en la que el servicio público vasco corre el riesgo de ser adelgazado con nuevas medidas del Gobierno central.
Ante las elecciones del próximo domingo, los principales partidos en liza repiten prácticamente con los mismos lemas su intención de salvaguardar la Sanidad pública vasca y mantener su universalidad. El candidato del PNV, Iñigo Urkullu, repite por activa y por pasiva la necesidad "recuperar la calidad del sistema sanitario", ya que en los últimos tres años de gestión del partido socialista "Osakidetza ha retrocedido muchas posiciones".
La mejora y modernización del sistema público de salud pasa, a juicio de Iñigo Urkullu, por garantizar las infraestructuras, los equipamientos y las tecnolologías que lo posibiliten. Para ello, apuesta por dar autonomía de gestión a cada centro sanitario con el fin de mejorar la utilización de los recursos públicos.
Otras formaciones, como el PSE, alardean de que el Ejecutivo vasco se ha convertido en un insumiso ante las órdenes del Ministerio de Sanidad. El lehendakari López, candidato socialista a la Presidencia, sigue cerrando las puertas al copago. El secretario general de los socialistas vascos promete que no traspasarán en la obligada política de austeridad que regirá los próximos meses, un ámbito donde descartan meter la tijera.
Uno de los principales cometidos del Gabinete que surja de las urnas a partir del domingo 21 de octubre será gestionar el enfrentamiento con el Gobierno central en las bases del sistema sanitario. Además, deberá decidir si sigue con el camino iniciado por el consejero Rafael Bengoa de enfocar el funcionamiento de Osakidetza a los pacientes crónicos y a quienes padecen varias enfermedades, en una de las sociedades más envejecidas del mundo, una tendencia demográfica que va a ir a más en los próximos años.
Reforzar el papel del centro de salud y la enfermería
En la mayoría de los programas electorales se repiten algunos proyectos de la estrategia de crónicos, como la extensión de la telemedicina, el servicio de atención a distancia o la apuesta por formar pacientes crónicos. Los grupos políticos coinciden en que debe reforzarse el papel de la enfermería y el centro de salud. En este sentido, EH-Bildu propone que sólo se acceda al hospital a través de un volante del Punto de Atención Continuada.
A pesar de que el Gobierno López alardea de no haber realizado recortes en Sanidad, los datos demuestran lo contrario. Así en los últimos años, además de cerrar casi el 50 por ciento de los Puntos de Atención Continuada (PAC), han restringido al máximo las contrataciones para la sustitución del personal, lo que ha motivado el incremento notable de las listas de espera para las intervenciones quirúrgicas que sobrepasan, con creces, los 48 días prometidos.
Los socialistas se comprometen a "mantener" los niveles actuales, el PNV plantea que los especialistas pasen consulta también en horario de tarde y establecer un "sistema de prioridades" en la gestión de estas listas en función de la gravedad, y el PP anuncia un plan específico de listas de espera.
Informar sobre el coste
El presupuesto de este año para la Sanidad vasca asciende a 3.403 millones de euros, un 0,5 por ciento menos que el ejercicio precedente. Si tal y como indican las encuestas, el PNV vuelve al Gobierno y asume la cartera de Sanidad tendrá que enfrentarse a gestionar una Osakidetza con menos dinero. Según palabras del jeltzale Iñigo Urkullu, el PNV pondrá a las personas como eje fundamental de la atención sanitaria. También proyecta hacer partícipe al paciente del coste que tiene su atención y plantea en su programa establecer sistemas para informarle de esas cantidades, lo que se conoce como factura sombra.
Aunque el margen de maniobra se reduce por la crisis económica, los cuatro partidos actualmente en la oposición consideran que hay que seguir mejorando en Osakidetza. Todos apuestan en la necesidad de desarrollar totalmente la receta electrónica. Además, EH-Bildu y PNV defienden impulsar la euskaldunización de los profesionales, mientras el PP plantea flexibilizar esta cuestión en las oposiciones.
Por otro lado, las formaciones coinciden con la necesidad de atajar las carencias en la atención al final de la vida. Las cuatro ofrecen mejoras en cuidados paliativos, mientras los socialistas piden una ley de derechos al final de la vida.
Ante las elecciones del próximo domingo, los principales partidos en liza repiten prácticamente con los mismos lemas su intención de salvaguardar la Sanidad pública vasca y mantener su universalidad. El candidato del PNV, Iñigo Urkullu, repite por activa y por pasiva la necesidad "recuperar la calidad del sistema sanitario", ya que en los últimos tres años de gestión del partido socialista "Osakidetza ha retrocedido muchas posiciones".
La mejora y modernización del sistema público de salud pasa, a juicio de Iñigo Urkullu, por garantizar las infraestructuras, los equipamientos y las tecnolologías que lo posibiliten. Para ello, apuesta por dar autonomía de gestión a cada centro sanitario con el fin de mejorar la utilización de los recursos públicos.
Otras formaciones, como el PSE, alardean de que el Ejecutivo vasco se ha convertido en un insumiso ante las órdenes del Ministerio de Sanidad. El lehendakari López, candidato socialista a la Presidencia, sigue cerrando las puertas al copago. El secretario general de los socialistas vascos promete que no traspasarán en la obligada política de austeridad que regirá los próximos meses, un ámbito donde descartan meter la tijera.
Uno de los principales cometidos del Gabinete que surja de las urnas a partir del domingo 21 de octubre será gestionar el enfrentamiento con el Gobierno central en las bases del sistema sanitario. Además, deberá decidir si sigue con el camino iniciado por el consejero Rafael Bengoa de enfocar el funcionamiento de Osakidetza a los pacientes crónicos y a quienes padecen varias enfermedades, en una de las sociedades más envejecidas del mundo, una tendencia demográfica que va a ir a más en los próximos años.
Reforzar el papel del centro de salud y la enfermería
En la mayoría de los programas electorales se repiten algunos proyectos de la estrategia de crónicos, como la extensión de la telemedicina, el servicio de atención a distancia o la apuesta por formar pacientes crónicos. Los grupos políticos coinciden en que debe reforzarse el papel de la enfermería y el centro de salud. En este sentido, EH-Bildu propone que sólo se acceda al hospital a través de un volante del Punto de Atención Continuada.
A pesar de que el Gobierno López alardea de no haber realizado recortes en Sanidad, los datos demuestran lo contrario. Así en los últimos años, además de cerrar casi el 50 por ciento de los Puntos de Atención Continuada (PAC), han restringido al máximo las contrataciones para la sustitución del personal, lo que ha motivado el incremento notable de las listas de espera para las intervenciones quirúrgicas que sobrepasan, con creces, los 48 días prometidos.
Los socialistas se comprometen a "mantener" los niveles actuales, el PNV plantea que los especialistas pasen consulta también en horario de tarde y establecer un "sistema de prioridades" en la gestión de estas listas en función de la gravedad, y el PP anuncia un plan específico de listas de espera.
Informar sobre el coste
El presupuesto de este año para la Sanidad vasca asciende a 3.403 millones de euros, un 0,5 por ciento menos que el ejercicio precedente. Si tal y como indican las encuestas, el PNV vuelve al Gobierno y asume la cartera de Sanidad tendrá que enfrentarse a gestionar una Osakidetza con menos dinero. Según palabras del jeltzale Iñigo Urkullu, el PNV pondrá a las personas como eje fundamental de la atención sanitaria. También proyecta hacer partícipe al paciente del coste que tiene su atención y plantea en su programa establecer sistemas para informarle de esas cantidades, lo que se conoce como factura sombra.
Aunque el margen de maniobra se reduce por la crisis económica, los cuatro partidos actualmente en la oposición consideran que hay que seguir mejorando en Osakidetza. Todos apuestan en la necesidad de desarrollar totalmente la receta electrónica. Además, EH-Bildu y PNV defienden impulsar la euskaldunización de los profesionales, mientras el PP plantea flexibilizar esta cuestión en las oposiciones.
Por otro lado, las formaciones coinciden con la necesidad de atajar las carencias en la atención al final de la vida. Las cuatro ofrecen mejoras en cuidados paliativos, mientras los socialistas piden una ley de derechos al final de la vida.
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