Apurando el último día hábil para hacerlo, el presidente de Madrid, Ignacio González, con el portavoz, Salvador Victoria; a su derecha, y el consejero de Economía y Hacienda, Enrique Ossorio; a su izquierda, ha presentado este mediodía el proyecto de presupuestos regionales para 2013. Madrid contará con un total de
17.048 millones de euros tras
un recorte de más de 2.700 millones, que se suman a los 3.200 que Aguirre ha ido podando desde 2008. Con estas cuentas, la región regresa al año 2004. Precisamente 17.048 era la cifra original de las cuentas de 2012, que se quedó en 16.003
tras el tajo de mil millones de julio.
"Son unos presupuestos solidarios, responsables y adaptados a la realidad", los ha definido González que,
en la línea de Cristóbal Montoro, ha dicho que son "claramente sociales", a lo que ha añadido que "mejoran la gestión y no suben impuestos". "Hemos hecho un esfuerzo muy importante y muy rápido, en apenas un mes, para cuadrar el presupuesto más difícil en nueve años. Los madrileños pueden sentirse tranquilos. Los servicios serán de la máxima calidad", ha sostenido.
Entre los capítulos más dolorosos, el presidente ha anunciado que el presupuesto de
sanidad bajará un 7%, aunque ha subrayado que supone el 45% del total y que el sistema sanitario seguirá siendo "universal y gratuito", olvidando eso sí a los
sin papeles, excluidos este año por el Gobierno de Mariano Rajoy. Aunque ha asegurado que "nadie va a tener que pagar", a renglón seguido ha anunciado la implantación de una nueva tasa de un
euro por receta.
"Aplicaremos una tasa de un euro por expedición de recetas. Es una medida de carácter disuasorio, para impulsar un uso eficiente de los medicamentos. Ya se ha puesto en marcha en alguna otra comunidad autonómica", ha declarado. Alguna otra es, hasta hoy, solo Cataluña, que fue el pasado junio
la primera comunidad autónoma en implantar este copago sanitario. Según González, es una medida de "racionalización" porque los madrileños tienen "más de 45 millones de medicamentos en casa". "La sanidad va a seguir siendo de la máxima calidad. Nadie va a pagar por los servicios del Sermas", ha añadido González.
Algunos de los exentos del euro por receta serán los afectados de enfermedades específicas como síndrome toxico, los que perciben la renta de inserción social, los parados sin prestación y las personas con tratamiento por accidente de trabajo. "Los jubilados sí pagarán", ha admitido el presidente.
También en el capítulo sanitario, el presidente de Madrid ha anunciado la "externalización de la actividad sanitaria en
seis de los nuevos hospitales". Es decir, que se privatizarán "manteniendo el mismo nivel de calidad".
"Son tiempos difíciles, con una recesión importante... Estamos en un escenario de caída de ingresos y de cumplir con un déficit establecido. Además, Madrid se ve penalizada por el modelo del sistema de financiación", ha comenzado diciendo el presidente, en referencia a los
mil millones menos con los que cuenta Madrid del reparto del Estado, no en vano es la cusa de buena parte del tajo brutal de 2.700 millones. Son los
mil millones del sistema de financiación que Ossorio negó a Madrid al otro lado de la trinchera, como
número dos de Antonio Beteta en la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas. Las
súplicas de Madrid no han tenido efecto, al menos de momento. A eso hay que añadir los otros 1.700 millones para cumplir con el objetivo de déficit del 0,7% fijado para el año que viene, ocho décimas menos que el de 2012.
"Es un presupuesto serio y responsable, que prioriza la sanidad, la educación, los servicios sociales y el transporte en este contexto, en el que reducimos el gasto en 1.424 millones", ha sostenido González antes de anunciar los recortes sanitarios. El Gobierno regional generará, según los cálculos del sucesor de Aguirre, unos ingresos de 1.335 millones, lo que evitaría tener que recortar 2.700 millones. La reducción del gasto se quedaría en 1.424 millones.
En el capítulo de
educación, ha explicado que las seis
universidades públicas obtendrán 840 millones el año que viene.
Su presupuesto baja un 16% "por el aumento de las
tasas universitarias" "y por la jornada laboral de 37,5 horas", ha sostenido. Los rectores dispondrán solo de siete millones para inversiones, menos de la mitad que el presupuesto pasado.
Más malas noticias: no se recuperan los
28 millones recortados en becas de comedor y ayudas a libros. Las
becas de comedor, ha avanzado González, serán para “para familias de absoluta necesidad”, aquellas con renta mínima de inserción. El Ejecutivo autonómico incrementará las plazas en Formación Profesional Dual en un 85%. Las becas que se reciben son de 475 euros.
El tijeretazo en
transportes, otrora joya de la corona y que ya fue la cartera más castigada en la reducción de presupuestos de julio, es del 21%, según González "fundamentalmente en inversiones en infraestructuras y y gastos corrientes". No habrá una tasa alternativa a los peajes, descartados la semana pasada. Tampoco se contempla aplicar una tasa específica para recaudar fondos para la conservación de las carreteras de la red regional. Madrid reducirá, ha avanzado el presidente, su aportación al Consorcio de Transportes, lo que supone una previsible subida de tarifas. González ha aclarado en la ronda de preguntas que, "salvo que se produzca una circunstancia excepcional", los precios subirán el IPC en 2013.
Las
ayudas a la cooperación quedarán reducidas "a casos de catástrofe", según Ignacio González, que ha dicho también dice que bajará la partida de inmigración, porque hay "menos inmigrantes". Las
subvenciones bajan un 54% en todos los ámbitos, “no son prioritarias frente al mantenimiento de los servicios”. Frente a tanto recorte, González ha destacado que subirá la
renta mínima de inserción, que crece un 56%. "Hay que priorizar las ayudas a las personas que no tienen otra red a la que acogerse. Esperamos que ayude a 19.000 familias", ha añadido.
No habrá más bajadas de
sueldos para los funcionarios madrileños tras
la supresión de la extra de navidad. "Mantenemos los salarios públicos, con una congelación, pero los mantenemos". Su número si se verá mermado: prevén una reducción del 1% de trabajadores de la Comunidad por no cubrir jubilaciones ni sustituciones, lo que supone 1.500 personas menos.