Posted: 14 Nov 2016 06:38 AM PST
El caso del alumno de 14 años que fallecio en una clase de gimnasia. Beltrán Bombau sufrió muerte súbita en 2014. La Cámara revirtió un fallo de primera instancia.
Una médica fue procesada por homicidio culposo por “haber quebrantado el deber de cuidado que le correspondía en su calidad de médica a cargo de la guardia permanente que posee el ‘Club de Amigos’”. Así lo dispuso la sala 5 de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Criminal y Correccional en un fallo sobre el caso de Beltrán Bombau. Se trata de un chico de 14 años que sufrió muerte súbita el 23 de abril de 2014, tras padecer un paro cardiorrespiratorio durante una actividad obligatoria organizada por el departamento de Educación Física del colegio Palermo Chico, en el que cursaba segundo año.
Según el fallo de la Cámara, al que tuvo acceso Clarín, la profesional “omitió pedir que buscaran alguno de los dos desfibriladores que se encontraban en la guardia médica para iniciar las maniobras adecuadas de resucitación cardiopulmonar, extremo que podría haber evitado el desenlace fatal”. “Es el primer caso en el que se procesa a un médico por omitir el uso del desfibrilador”, asegura el abogado Francisco Castex, representante legal de la familia Bombau.
Ese 23 de abril, Beltrán participaba de una carrera de “cross-country”: son 2.400 metros con distintos desniveles –se corre sobre pasto, sobre piedra, sobre asfalto, se sube y se baja–. “Cuando faltaban unos doscientos metros, según testigos, Beltrán se desplomó y lo instaron a seguir. Cruzó la valla, se sentó y minutos después cayó al piso”, reconstruye Jorge Bombau, su papá.
El fallo judicial, dictaminado luego de que en primera instancia se estableciera la falta de mérito de la profesional, sostiene que la reanimación cardíaca con desfibrilador recién empezó cuando llegó una ambulancia, ya que la médica de guardia del Club de Amigos –espacio del que el colegio disponía para sus actividades de Educación Física– no apeló a esa tecnología. El mismo fallo da cuenta de que la profesional argumenta que, cuando la fueron a buscar a la guardia del club, le dijeron que Beltrán respiraba y estaba consciente. “Cuando el paro cardiorrespiratorio se da en chicos o adultos jóvenes, puede revertirse en el 90% de los casos si la desfibrilación se hace a tiempo”, asegura Jorge, que es médico obstetra y que, desde las redes sociales, impulsa la instalación y la capacitación sobre el uso de desfibriladores automáticos externos en espacios públicos y privados.
“Después de Cromañón, todo el mundo se dio cuenta de que había que tener habilitación, matafuegos y una salida de emergencia; esto debería producir lo mismo respecto del uso de desfibriladores”, reflexiona Castex, que adelanta que ahora espera que progresen las acciones penales contra el colegio Palermo Chico y los responsables del área de Educación Física de la institución.
“Como familia, el fallo nos da un cierto alivio: no buscamos ninguna venganza, sino justicia, porque nos hicieron el daño más grande que nos podrían haber hecho”, sostiene Jorge, que asegura que, tras la muerte de Beltrán, el colegio no brindó ningún tipo de contención. Conseguir que se haga justicia por su hijo es una de sus tres misiones: las otras dos, describe, son reconstruir la familia –junto a su mujer y su hijo mayor–, y crear conciencia sobre las posibilidades de evitar un caso de muerte súbita a través de la creación de un espacio cardioprotegido. La médica, sostiene Castex, puede ser condenada a entre uno y 5 años de prisión. Si son tres o más, de cumplimiento efectivo. “Se está empezando a hacer Justicia por Beltrán”, se conmueve su papá.
Fuente: Clarín
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