Detectado en Fuenlabrada el mayor brote de leishmaniasis en humanos
La zona de Bosquesur acumula más de un centenar de casos desde 2010 y decenas de hospitalizaciones
Profesionales denuncian que la información ha sido escasa
En la Comunidad de Madrid se declararon 108 casos en 2010 y 118 más en 2011, cuando según datos del boletín epidemiológico regional tanto en 2008 como en 2009 el recuento fue de 15. La leishmaniasis se transmite por la picadura de un insecto que alberga el parásito (protozoos del género Leishmania): la hembra del flebotomo, más pequeño que un mosquito y que no emite zumbido al volar. La actividad del insecto va de mayo a octubre, y el periodo de incubación es muy largo, de dos a seis meses. Hay dos tipos de enfermedad, la cutánea, más leve, y la visceral, que es mortal si no se trata. La segunda afecta a varios órganos, entre ellos el hígado y el bazo. Si se atiende a tiempo al paciente, y si este no está inmunodeprimido, no presenta complicaciones.
Solo en 2010, y según datos de la Consejería de Sanidad, 62 afectados tuvieron que ser hospitalizados. El brote de leishmaniasis está muy concentrado en la zona noroeste del centro urbano de Fuenlabrada, limítrofe con el término municipal de Leganés. La mayoría de los afectados viven en el área o la frecuentan.
Un informe de seguimiento del brote al que ha tenido acceso EL PAÍS, de mayo del año pasado, registraba 69 casos de la enfermedad que habían iniciado los síntomas a partir de febrero de 2010 en la zona de Fuenlabrada. De ellos, 40 presentaban cuadro de leishmaniasis visceral y 29 tenían lesiones cutáneas. Se trataba de 41 hombres y 29 mujeres, con edades comprendidas entre los seis meses y los 95 años.
Prácticamente todos, 64, residían en Fuenlabrada. Más de la mitad (55%) requirieron ingreso hospitalario pero, en la fecha del informe, la evolución había sido favorable y ya no quedaba ningún paciente ingresado.
Las cifras han crecido desde entonces. En los meses de febrero y marzo se ha producido un nuevo repunte de casos de leishmaniasis visceral —varios de ellos permanecen ingresados en este momento— y cutánea, y los pacientes registrados a 27 de febrero pasado son ya 228, según datos publicados por el Grupo de Enfermedades Infecciosas de la Sociedad Madrileña de Familia y Comunitaria (Somamfyc).
Evitar la picadura
Para evitar la enfermedad, hay que evitar la picadura del insecto: usar ropa de manga larga, repelentes y no pasar mucho tiempo en zonas boscosas de noche.El flebotomo es un mosquito pequeño, de color amarillento, con el cuerpo peludo. Su vuelo es silencioso. Su hábitat más frecuente son las madrigueras, las cuevas, oquedades en los árboles, vertederos y alcantarillas.
La leishmaniasis cutánea produce lesiones en la piel de brazos, piernas, cara... Puede afectar a las mucosas. La visceral ataca al hígado, el bazo y la médula ósea y sin tratamiento puede ser mortal.
Los técnicos de salud pública están estudiando los posibles reservorios (animales que son portadores, a veces asintomáticos, del parásito): perros, gatos e incluso liebres, conejos y ratas, de las que ha atrapado varios ejemplares para analizarlos. También se han instalado en distintos puntos de Bosquesur trampas de ricino (adhesivas) y otras de luz (por la noche) para atrapar flebotomos y analizar si están infectados por el protozoo. La habitual vigilancia de leishmaniasis en perros también se ha reforzado en los últimos meses en los municipios afectados.
Varios expertos consultados por EL PAÍS han criticado la actuación de la Comunidad de Madrid, a la que acusan de no haber alertado a la población de la existencia del brote. A preguntas de este periódico, la directora general de Ordenación e Inspección de la Consejería de Sanidad, Paloma Martín, negó la falta de información. Aseguró que, entre otras cosas, se han repartido 14.000 folletos informativos. La publicación —editada por la Consejería y el Colegio de Veterinarios—, ofrece información general sobre la leishmaniasis y está dirigida especialmente a los dueños de perros. De hecho, no incluye recomendaciones para que los humanos eviten las picaduras.
Martín aseguró que las “variadas actuaciones” puestas en marcha por la Consejería de Sanidad han dado “frutos”, ya que, según sus datos, si en enero de 2011 se registraron 30 casos, en enero pasado solo se contó uno. Martín solo admitió un “repunte de casos” y sugirió que si en Madrid se han registrado más que en otras comunidades puede ser porque “no tienen datos”. Su departamento no facilitó boletines epidemiológicos actualizados con información sobre casos de leishmaniasis.
Profesionales tanto de atención primaria como de especializada se han quejado de que la información llegó tarde y de la falta de directrices de actuación. El brote ha coincidido con la reestructuración de la atención primaria en Madrid, ya que las áreas de salud han pasado de 11 a 7. El Instituto de Salud Carlos III organiza estos días un simposio internacional sobre brotes de leishmaniasis visceral en el que hoy está previsto analizar el de Fuenlabrada.
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