EL PLENO DE LA ASAMBLEA DE MADRID TAMBIÉN ENFRENTÓ A AMBOS POR LA PÍLDORA DEL DÍA DESPUÉS
El PP de Madrid defiende el modelo Valdemoro; PSOE lo ve injustificable
Si hubiera que apostar qué dos políticos de la Asamblea de Madrid tienen más dificultades para entenderse, Javier Fernández-Lasquetty y José Manuel Freire tendrían muchas papeletas.
José A. Plaza | 12/03/2012 00:00
En el último Pleno ambos debatieron sobre modelos de gestión hospitalaria; mientras el consejero de Sanidad le achacó valerse "del mismo socialismo de siempre, que ve terrible todo lo privado", el diputado del PSOE le recriminó "contestarle con datos, no con información".
Como dijo poco después el diputado popular Javier Rodríguez, "nos habla en artemio, le contestamos en efesio; ojalá habláramos castellano". Freire habló del modelo Valdemoro, al que llamó "modelo Alcira cañí". Tras apuntar que "no hay país en el mundo desarrollado que se valga de algo parecido", criticó la "inexistencia de evaluaciones independientes que lo vean eficaz"; a su juicio, se trata de una "improvisación económica". Freire no entiende lo que define como "un disparate: suprimen áreas en primaria y hacen áreas hospitalarias con integración de primaria y especializada".
Fernández-Lasquetty le acusó de "no tener nunca palabras amables para los profesionales" y señaló que "si mantenemos en crisis nuestras acciones es porque elegimos los modelos adecuados". Según añadió, los contratos hospitalarios que aplica Madrid "no son nada nuevo en España. En la comunidad hay una atención normal, el paciente es atendido con la tarjeta sanitaria y no con la de crédito".
Freire mostró a Diario Médico su preocupación por el médico, "al que hay que proteger frente al empresario. Si es un empleado, ¿a quién se debe, al paciente o a su jefe? Hay que poner reglas que lo protejan y en España no las hay".
La Asamblea también trató la píldora del día después, que ya fue protagonista en la última Comisión de Sanidad del Congreso (ver DM del 9-III-2012). Juan Segovia, del PSOE, dijo que la consejería crea confusión al decir en su web "que es necesario que la recete el médico" y añadió que el drama "no es el aborto, sino el embarazo no deseado".
Fernández-Lasquetty se refirió al informe encargado por la ministra Mato y apuntó que "Madrid sólo cumple la ley" y que la dispensación de un fármaco, con o sin receta, "es una decisión científica, no ideológica ni moral".
Como dijo poco después el diputado popular Javier Rodríguez, "nos habla en artemio, le contestamos en efesio; ojalá habláramos castellano". Freire habló del modelo Valdemoro, al que llamó "modelo Alcira cañí". Tras apuntar que "no hay país en el mundo desarrollado que se valga de algo parecido", criticó la "inexistencia de evaluaciones independientes que lo vean eficaz"; a su juicio, se trata de una "improvisación económica". Freire no entiende lo que define como "un disparate: suprimen áreas en primaria y hacen áreas hospitalarias con integración de primaria y especializada".
Fernández-Lasquetty le acusó de "no tener nunca palabras amables para los profesionales" y señaló que "si mantenemos en crisis nuestras acciones es porque elegimos los modelos adecuados". Según añadió, los contratos hospitalarios que aplica Madrid "no son nada nuevo en España. En la comunidad hay una atención normal, el paciente es atendido con la tarjeta sanitaria y no con la de crédito".
Freire mostró a Diario Médico su preocupación por el médico, "al que hay que proteger frente al empresario. Si es un empleado, ¿a quién se debe, al paciente o a su jefe? Hay que poner reglas que lo protejan y en España no las hay".
La Asamblea también trató la píldora del día después, que ya fue protagonista en la última Comisión de Sanidad del Congreso (ver DM del 9-III-2012). Juan Segovia, del PSOE, dijo que la consejería crea confusión al decir en su web "que es necesario que la recete el médico" y añadió que el drama "no es el aborto, sino el embarazo no deseado".
Fernández-Lasquetty se refirió al informe encargado por la ministra Mato y apuntó que "Madrid sólo cumple la ley" y que la dispensación de un fármaco, con o sin receta, "es una decisión científica, no ideológica ni moral".
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