Euskadi ofrece a La Rioja más servicios sanitarios para resolver el conflicto
El conflicto sanitario que enfrenta a Euskadi con La Rioja desde octubre avanza hacia una semana que se antoja crucial. Con el final de la prórroga del acuerdo provisional que permite a los pacientes de la Rioja Alavesa ser atendidos en Logroño mientras ambas administraciones tratan de alcanzar un acuerdo para compartir pacientes, el consejero vasco de Sanidad, Rafael Bengoa, explicó ayer en Bilbao que ha remitido a su homólogo riojano una nueva propuesta para tratar de alcanzar una solución definitiva.
La propuesta se centra en ofrecer servicios sanitarios a los pacientes de La Rioja, algo que ya se recoge en el acuerdo provisional y que se ampliaría para alcanzar el equilibrio de la atención sanitaria entre ambas comunidades. Este es el segundo paso dado en pocos días por parte del Departamento de Sanidad, que también ha reforzado con especialistas de Vitoria y con telemedicina la Rioja Alavesa para reducir en torno a un 40% las derivaciones al hospital de Logroño.
A escasos días de que se termine la prórroga, y con el debate de una de las posibles soluciones en el Congreso —la creación de un sistema de compensación nacional— paralizado por las elecciones andaluzas de este fin de semana, Bengoa volvió a dejar en el aire la posibilidad de una nueva prórroga. Bengoa explicó que está habiendo conversaciones entre partidos para zanjar el problema y se mostró crítico con el papel del consejo interterritorial del Sistema nacional de Salud, en cuyo pleno de febrero no se trató el conflicto sanitario dentro del orden del día. Si el consejo “no sirve como mecanismo de coordinación de este tipo de cuestiones, no servirá para mucho”, sentenció. El consejero añadió que “no habrá Sistema nacional de Salud” si las comunidades autónomas no comparten pacientes entre ellas.
Precisamente facilitar estos movimientos es uno de los objetivos de la nueva tarjeta sanitaria vasca, cuyo concurso se hizo público ayer en el Boletín Oficial del Estado por 4,7 millones de euros. La nueva tarjeta se empezará a probar en verano e incorporará, además de una antena de proximidad que permita detectar a los pacientes, un chip que posibilitará nuevas prestaciones como la receta electrónica —que permitirá al farmacéutico ver la prescripción médica en el ordenador sin necesidad de papeles que puedan inducir a error—.
Por otro lado, el consejero Bengoa presentó ayer, junto con el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, y el responsable de Osarean, Rafael Sánchez Bernal, la extensión del consejo sanitario. El servicio, que permite contactar con profesionales sanitarios por teléfono y, desde ayer, a través de la web de Osakidetza para resolver dudas médicas, se ha extendido a las 24 horas del día durante todo el año. Desde abril del año pasado, cuando se puso en marcha, se han atendido 81.000 llamadas, de las que el 87% fueron resueltas por enfermeras y el 13% restante por médicos.
La propuesta se centra en ofrecer servicios sanitarios a los pacientes de La Rioja, algo que ya se recoge en el acuerdo provisional y que se ampliaría para alcanzar el equilibrio de la atención sanitaria entre ambas comunidades. Este es el segundo paso dado en pocos días por parte del Departamento de Sanidad, que también ha reforzado con especialistas de Vitoria y con telemedicina la Rioja Alavesa para reducir en torno a un 40% las derivaciones al hospital de Logroño.
A escasos días de que se termine la prórroga, y con el debate de una de las posibles soluciones en el Congreso —la creación de un sistema de compensación nacional— paralizado por las elecciones andaluzas de este fin de semana, Bengoa volvió a dejar en el aire la posibilidad de una nueva prórroga. Bengoa explicó que está habiendo conversaciones entre partidos para zanjar el problema y se mostró crítico con el papel del consejo interterritorial del Sistema nacional de Salud, en cuyo pleno de febrero no se trató el conflicto sanitario dentro del orden del día. Si el consejo “no sirve como mecanismo de coordinación de este tipo de cuestiones, no servirá para mucho”, sentenció. El consejero añadió que “no habrá Sistema nacional de Salud” si las comunidades autónomas no comparten pacientes entre ellas.
Precisamente facilitar estos movimientos es uno de los objetivos de la nueva tarjeta sanitaria vasca, cuyo concurso se hizo público ayer en el Boletín Oficial del Estado por 4,7 millones de euros. La nueva tarjeta se empezará a probar en verano e incorporará, además de una antena de proximidad que permita detectar a los pacientes, un chip que posibilitará nuevas prestaciones como la receta electrónica —que permitirá al farmacéutico ver la prescripción médica en el ordenador sin necesidad de papeles que puedan inducir a error—.
Por otro lado, el consejero Bengoa presentó ayer, junto con el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, y el responsable de Osarean, Rafael Sánchez Bernal, la extensión del consejo sanitario. El servicio, que permite contactar con profesionales sanitarios por teléfono y, desde ayer, a través de la web de Osakidetza para resolver dudas médicas, se ha extendido a las 24 horas del día durante todo el año. Desde abril del año pasado, cuando se puso en marcha, se han atendido 81.000 llamadas, de las que el 87% fueron resueltas por enfermeras y el 13% restante por médicos.
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