entrevista a josé ignacio echániz
"Apoyamos a los colegios, no su deriva sindical"
José Ignacio Echániz, secretario de Sanidad del PP defiende la reforma sanitaria de Ana Mato, vaticina nuevos ajustes y preferiría que fueran los técnicos los que revisaran la cartera.
Laura G. Inañes | laura.gutierrez@unidadeditorial.es | 15/10/2012 00:00
José Ignacio Echániz, secretario de Sanidad del PP y consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha. (José Luis Pindado)
Finalmente no accedió al Ejecutivo nacional, pero tomó el testigo de Ana Pastor como secretario de Sanidad y Política Social del PP. Y desde entonces vive en una permanente bicefalia, tratando de cuadrar la lucha diaria y sus intereses y problemas particulares como consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, con una visión más global de la sanidad que le permita marcar directrices a sus compañeros del ramo en el resto de autonomías populares.
Con una disciplina de partido que se deja ver día a día y un Consejo Interterritorial de Salud teñido de azul, es difícil no sentir su mano en buena parte de las reformas acometidas en sanidad.
- Lo que hemos hecho en Castilla-La Mancha es muy innovador. Les hemos dicho a los médicos que hay que ahorrar, eso no es negociable, pero que elijan ellos dónde"
RESPUESTA. Queda pendiente la definición de una cartera básica de servicios sanitarios. A todos se nos ha llenado la boca diciendo que esta sanidad era universal (que no lo era), que era gratuita, solidaria..., pero, sin embargo, no teníamos una definición exacta de nuestro sistema sanitario. Y una definición la compone qué, quién, cómo y dónde.
Y eso es precisamente lo que ha hecho esta reforma sanitaria: decirnos qué tenemos (una sanidad pública y financiada por impuestos) y para quién (para todos los españoles y residentes legales y, para los que no residen de forma regularizada, se les da una opción con un convenio especial). Y ahora nos falta decir el cómo y dónde, que será a través de una cartera de servicios básicos para todas las autonomías. No se trata de reventar la cartera de servicios que tenemos sino de revisarla basándonos en eficacia y de priorizar. Vamos a empezar por algunas áreas, pero creo que a partir de ahora la revisión debe hacerse de forma permanente y no por impulsos. Y, lo que es más importante, creo que debe hacerse por los técnicos: yo no sé si un stent recubierto con un agente antiplaquetario tiene una eficacia del 10 o del 8 por ciento, eso lo sabrán los cardiólogos.
P. En esa definición de la sanidad, deliberada o inconscientemente, ha olvidado el cuándo. ¿No le preocupan las listas de espera?
R. Ya hay una ley de garantías que tiene unos plazos máximos para la atención, pero quizá merezca la pena que al trazar la cartera de servicios se revisen también los plazos a los que se compromete la sanidad sabiendo que una cosa es el voluntarismo y otra es lo que permiten los presupuestos. Lo peor que puede hacer la sanidad española es seguir viviendo al ritmo al que lo hacía antes. Una sociedad se puede permitir lo que se puede permitir.
P. ¿Y algunas autonomías se pueden permitir más que otras?
R. Soy partidario de que las prestaciones sean iguales, pero como a eso no se puede obligar por ley, al menos que haya una cartera básica y, a partir de ahí, quien tenga músculo para ofrecer más, que lo haga.
P. Se ha anunciado también para 2013 una ley de liberalización de servicios profesionales. ¿Habrá libre colegiación para los sanitarios?
R. Hay directivas europeas que hay que trasponer y las traspondremos. Mi opinión: la colegiación ha sido positiva en nuestro país en los últimos años y creo que es útil en la sociedad que haya corporaciones profesionales porque tienen que velar por la calidad de servicios, la formación de los profesionales, la deontología... Me parece que es importante mantenerlas. Pero si la UE elimina la colegiación obligatoria, habrá que sustituirla por la libre colegiación y los colegios tendrán que hacer un plus de esfuerzo y de servicios para que los colegiados quieran permanecer. Será un reto para los colegios, pero eso no significa su desaparición, sino un cambio de estrategia.
En mi autonomía tenemos la colegiación obligatoria y me siento satisfecho con esa opción. Creo en los colegios, pero me preocupa la deriva político-sindical de algunos de ellos, no de todos, sólo de algunos. Percibo al leer sus manifestaciones que quieren asumir papeles sindicales y entrar en los temas laborales, y creo que esa no es la función y la esencia de los colegios. Si se descafeína la esencia de los colegios dedicándose a otras cuestiones y se politizan creo que será malo para su futuro.
- Si la UE elimina la colegiación obligatoria habrá que sustituirla por la libre y los colegios tendrán que hacer un plus de esfuerzo para mantener a sus colegiados"
R. La UE es un club de socios que intenta homogeneizar las decisiones y que quiere liberalizar sectores. Hay cosas que podremos evitar y otras que no.
En las farmacias hemos conseguido durante décadas mantener un modelo propio porque lo que funciona bien, para qué estropearlo. Intentaremos defender lo que forma parte de nuestra idiosincrasia. Y lo mismo haremos con la colegiación de los sanitarios.
Por eso creo que un modelo colegial inteligente, moderno y responsable nos ayudará mejor a defender su pervivencia. Un modelo de colegios en el que se dediquen a cosas que no son su esencia, donde no se preste el servicio adecuado y donde se metan en camisas de once varas dificultará su pervivencia. No lo digo yo, lo dice el sentido común.
P. Las exigencias europeas imponen también recortes presupuestarios. ¿Se trasladarán a las cuentas autonómicas de sanidad?
R. No se puede vivir siempre a crédito. Por eso el Estado ha presupuestado a la baja y las comunidades también lo harán. ¿Por qué? Porque si los ingresos caen para el Estado, también caen para las autonomías. Hay que recortar 8 décimas el déficit autonómico y la sanidad es aproximadamente el 40 por ciento de todo su presupuesto, así que es fácil saber en cada autonomía el nuevo ajuste que habrá que hacer.
Con todo, el recorte ha sido mayor en los presupuestos estatales de lo que lo será en las autonomías, que llevamos ya muchos más ajustes hechos.
P. Viendo el recorte del 7 por ciento anunciado en su autonomía no parece que el ajuste vaya a ser tan tímido.
R. En Castilla-La Mancha hemos anunciado medidas de ajuste indispensables. Son medidas molestas, porque restringen el presupuesto y con ello eliminan temporalmente ciertos complementos retributivos de los médicos, pero no son un capricho. No tenemos dinero suficiente. Pero lo que hemos hecho es negociar con los profesionales la posibilidad de que esas medidas no se pongan en marcha a cambio de que los propios profesionales asuman la responsabilidad de cumplir el presupuesto tal y como lo necesita la región.
Esto es absolutamente innovador: les hemos dicho que hay que ahorrar, eso no es negociable, pero que elijan ellos dónde. Y la iniciativa les ha gustado. Significa un traspaso de responsabilidad desde la Administración y los gestores a los profesionales que, en cada microacto, tienen la posibilidad de ser más o menos eficientes. Estoy hablando de decisiones clínicas, de si se pone una prótesis de titanio u otra diferente si el paciente tiene más de 90 años, si se usa un tipo de stent u otro... No hablo de trabajar más horas ni de quitar prestaciones. Ellos nos pedían esa responsabilidad hace tiempo y ahora pueden asumirla.
P. Eso puede funcionar si el problema está en el gasto, pero no si lo está en los ingresos ¿Debería cambiar el modelo de financiación? ¿Debería ser finalista?
R. El sistema de financiación es peor que el que teníamos antes de Rodríguez Zapatero. Pero España está en un momento delicado y la prudencia dice que en momentos de tribulación no se hagan cambios.
Si hubiéramos tenido financiación finalista, habríamos tenido estos años mucho menos dinero para la sanidad. Dicho de otra manera: en sanidad se ha gastado lo presupuestado en sanidad y mucho más.
Dos palabras
¿Mayor error?Muchos cada día.
¿Mayor acierto?
Mi equipo.
¿Oportunidad perdida?
Ocho años de falta de liderazgo en el ministerio.
¿Ana Mato?
La mejor ministra, una buena amiga y excelente persona que está transformando radicalmente la sanidad por el buen camino.
¿Pacto sanitario?
Sí, siempre.
¿Aborto financiado?
Aborto no. Siempre vida.
¿Rescate inminente?
Ayuda para salir todos del bache.
¿Tabaco en casinos?
Tabaco, no gracias. Pero si tiene que ser, que sea en todas las autonomías igual.
¿Genéricos o marcas?
La convivencia es el mejor sistema.
¿Botica liberalizada?
Me gusta el modelo español, aunque rema contracorriente y dependerá de nosotros mismos el papel que queramos darle.
¿Carlos III en Sanidad?
Fue un error de Rodríguez Zapatero el traspasarlo, que se ha mantenido y es sólo cuestión de tiempo que vuelva a Sanidad.
¿Tiempo libre?
Muy poco, cada vez menos.
Interterritorial
El último Consejo Interterritorial no pudo dar el visto bueno al decreto que regulará el copago en el transporte sanitario. Y, a fecha de hoy, el secretario de Sanidad del PP y consejero de Castilla-La Mancha, José Ignacio Echániz, puede avanzar poco sobre el asunto: "Está en estudio. Pero entiendo que una sociedad como la nuestra debe priorizar y hay servicios que se contemplan en la sanidad que no son sanitarios sino complementarios. Lo que cura y salva vidas no tendrá copago, pero en otros servicios como el transporte... ¿Tiene sentido que paguemos los taxis si no tenemos para pagar a los médicos? Hay que priorizar. ¿Es el transporte imprescindible? Pues depende del tipo de paciente", explica Echániz.El líder popular reconoce que tanto en esta cuestión como en otras ha fallado la política de comunicación, pero justifica los errores "porque este Gobierno ha tenido que adoptar en muy poco tiempo medidas de salvamento del país y eso dificulta contrastarlas con los profesionales".
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