HACE FALTA MÁS TEJIDO INDUSTRIAL
Empresas y más empresas para salir airoso de la crisis
Rogelio Pardo, director gerente de Madrid Biocluster, elige la música para hablar de la diversidad de cluster biotecnológicos existentes en España: "El rap y la novena de Beethoven son muy diferentes, pero ambas son música.
José A. Plaza | japlaza@unidadeditorial.es | 15/10/2012 00:00
Rogelio Pardo, director gerente de Madrid Biocluster. (José Luis Pindado)
Cambios tras cinco años
Fiel a su semilla de nacimiento, el biocluster empezó a respirar gracias a seis empresas: Genetrix, Pharmamar, Biotools, ZF Biotools, Agrenvec e Ingenasa. Junto a ellas, tres organismos autonómicos públicos (Imade, Madri+d y Promomadrid) dieron forma a un recién nacido que, dos años y medio después, se cortó el cordón umbilical que le unía a la financiación pública.
Pardo agradece inmensamente su apoyo a Madrid, pero sabe que supuso una ventaja poder prescindir de su manutención. Hace tres años pasó a ser una asociación sin ánimo de lucro ("y sin ánimo de pérdidas", matiza), privada; Madrid Biocluster es ahora un padre de familia con un 50 por ciento de hijos empresas; el resto son centros de investigación, universidades, hospitales, fundaciones, centros de patentes... Por encima suyo está la figura de Madrid Network, que cobija a otros 11 clusters. Esta gran familia permite convivir un lugar en el que las sinergias están muy al alcance de la mano.
Tras su lanzamiento, Madrid Biocluster se marcó cinco líneas prioritarias: cooperación industrial, formación, ayudas financieras a empresas, internacionalización e infraestructuras. Hace dos años, a los responsables se les encendió una bombilla en forma de nueva estrategia: había que concentrarse en sacar el máximo partido a los proyectos europeos, ya que empezaba a ser muy patente que de lo público se iba a poder sacar cada vez menos. Dicho y hecho, Madrid Biocluster se enfocó en una búsqueda de financiación europea que, según Pardo, le ha robado el 90 por ciento de las energías en los últimos años. Como cluster biotecnológico, se ha llegado a sitios a los que una sola empresa no podría haber llegado.
La apuesta ha sido exitosa. Madrid Biocluster participa en cinco proyectos de la UE (esta misma semana podrían ser seis), dos de los cuales están íntimamente ligados a la biomedicina. Pardo es consciente de que lo sanitario es la bandera del sector biotecnológico: tres de cada cuatro bioempresas madrileñas están vinculadas con la salud.
Crisis y oportunidad
Corren malos tiempos para la lírica biotecnológica. No queda otra que poner al mal tiempo buena cara y decir que la crisis sirve para reinventarse. Pardo insiste en girar los prismáticos hacia Europa y en dar valor a la apuesta empresarial de Madrid: "Fue el tejido industrial el que definió el biocluster y el que nos sacará de la crisis".
En este sentido, se ha referido a las voces (que no son pocas) que dicen que hay demasiadas bioempresas y que el tejido industrial está sobredimensionado: "Rotundamente no es así. Habría que crear cuatro veces más, porque así se asegura el éxito futuro".
Sólo tiene cinco años de edad, pero Madrid Biocluster ya ha cogido velocidad de crucero. El camino marcado, especialmente en los dos últimos años, es el que se va a seguir a corto-medio plazo. A los conceptos clave de tejido industrial e internacionalización podría sumarse el de colaboración privada, "que está muy de moda; me parece muy bien".
Pardo profundiza en esta idea. Señala que lo público tiene que acercarse más a lo privado para que, entre otras cosas, progrese una relación que no acaba de consolidarse: la existente entre universidad y empresa. En el fondo, como en casi todo, se trata de personas y recursos: "Alguien convencido acaba por conseguirlos". Ojalá fuera tan fácil.
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