según datos de la consejería madrileña
La retirada de la tarjeta a 'sin papeles' no ha elevado el número de urgencias
Todos los ojos estaban puestos en los datos de las urgencias hospitalarias del mes de septiembre, el primero tras la retirada de la tarjeta sanitaria a los inmigrantes en situación irregular. Los temores de que la exclusión de los sin papeles se tradujera en un colapso de las urgencias hospitalarias (única vía de acceso gratuita al sistema que queda a este colectivo si no está asegurado) estaban desde hace tiempo en boca de todos.
Redacción | 05/10/2012 00:00
En la Asamblea de Madrid el portavoz del PSOE, José Manuel Freire, se preguntaba en mayo si a los inmigrante en situación irregular "los van a forzar a ir a urgencias, saturando unos servicios que ya están saturados". Y en línea con él, el portavoz de UPyD, Enrique Normand, ironizaba casi por las mismas fechas diciendo que "si revientan las urgencias, como es previsible, puesto que determinados pacientes solo podrán ir a urgencias, pues que revienten". Críticas también en boca del portavoz de IU, Rubén Bejarano, que explicaba en la Asamblea que "aparte de eso, se puede ocasionar importantes daños para la salud de estas personas y también para la salud pública en general, porque puede conllevar una utilización indebida de las urgencias".
Aunque se trata tan sólo de los datos de un mes, que no marcan por tanto una tendencia clara, el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha querido salir al paso de todas estas críticas con un discurso en la Asamblea de Madrid en el que ha ofrecido cifras que muestran que el número de urgencias, según sus datos, no ha crecido pese a la exclusión de los inmigrantes.
Concretamente, Fernández-Lasquetty ha afirmado que los hospitales públicos madrileños registraron en septiembre de este año 216.688 urgencias, prácticamente la misma cifra que en septiembre del año anterior (216.179).
El consejero madrileño ha insistido en que "en todos los grandes hospitales no sólo no se han colapsado las urgencias con irregulares, sino que el número de urgencias atendidas ha sido menor que hace un año".
Y ha detallado algunos ejemplos al respecto: "La Paz registró este septiembre 15.322 urgencias, 1.469 menos que en septiembre de 2011. El 12 de Octubre tuvo 17.688, es decir, 804 menos que en septiembre de 2011. Y el Gregorio Marañón 16.909. Es decir, 1.110 menos. Los hechos son tozudos y la realidad vuelve a tumbar su discurso demagógico".
Pese a los datos de Fernández-Lasquetty, algunas autonomías contrarias a la exclusión de sin papeles, como Asturias, habían advertido ya de que el número de inmigrantes en situación irregular no era tan elevado como para colapsar el sistema (en el que ocasionaban sólo el 0,5 por ciento del gasto), pero insistían en su incorporación por una cuestión de principios (ver DM del 17-IX-2012)
Aunque se trata tan sólo de los datos de un mes, que no marcan por tanto una tendencia clara, el consejero de Sanidad de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, ha querido salir al paso de todas estas críticas con un discurso en la Asamblea de Madrid en el que ha ofrecido cifras que muestran que el número de urgencias, según sus datos, no ha crecido pese a la exclusión de los inmigrantes.
Concretamente, Fernández-Lasquetty ha afirmado que los hospitales públicos madrileños registraron en septiembre de este año 216.688 urgencias, prácticamente la misma cifra que en septiembre del año anterior (216.179).
El consejero madrileño ha insistido en que "en todos los grandes hospitales no sólo no se han colapsado las urgencias con irregulares, sino que el número de urgencias atendidas ha sido menor que hace un año".
Y ha detallado algunos ejemplos al respecto: "La Paz registró este septiembre 15.322 urgencias, 1.469 menos que en septiembre de 2011. El 12 de Octubre tuvo 17.688, es decir, 804 menos que en septiembre de 2011. Y el Gregorio Marañón 16.909. Es decir, 1.110 menos. Los hechos son tozudos y la realidad vuelve a tumbar su discurso demagógico".
Pese a los datos de Fernández-Lasquetty, algunas autonomías contrarias a la exclusión de sin papeles, como Asturias, habían advertido ya de que el número de inmigrantes en situación irregular no era tan elevado como para colapsar el sistema (en el que ocasionaban sólo el 0,5 por ciento del gasto), pero insistían en su incorporación por una cuestión de principios (ver DM del 17-IX-2012)
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