curso sobre Cuidados paliativos
El médico de Familia necesita más formación en cuidados paliativos
"La muerte se ha deshumanizado porque durante unos años ha primado la tecnología por encima de la importancia de un buen acompañamiento del paciente", según Rosa Díez Cagigal, médico de Familia del equipo de Cuidados Paliativos del Área de Salud de Laredo.
Santiago Rego. Santander | 03/07/2013 19:50
"La muerte se ha deshumanizado porque durante unos años ha primado la tecnología por encima de la importancia de un buen acompañamiento del paciente". Así lo cree Rosa Díez Cagigal, médico de Familia del equipo de Cuidados Paliativos del Área de Salud de Laredo, quien se ha referido a los aspectos psico-emocionales del proceso de duelo en enfermos terminales, durante el curso que dirige en la Universidad de Cantabria, Cuidados paliativos: aliviando el sufrimiento.
En su opinión, el ser humano es consciente desde su nacimiento de que la muerte acabará llegando, y "es ese instinto por evitar peligros y sobrevivir el que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado como especie". Esto ha provocado, a su vez, que "no tengamos la muerte integrada en la vida".
Poca formación
La directora de este curso de verano ha resaltado la importancia de que los pacientes terminales no se sientan abandonados por los médicos, y ha pedido a los profesionales de primaria que roten y que adquieran competencias en Paliativos, "porque la formación básica y académica no es suficiente. Asistir a una persona con una enfermedad terminal es una parte fundamental de la profesión médica, un momento que se vive con tensión y angustia, y es vital que los profesionales tengamos una sensibilidad especial y una formación específica para tratar a este tipo de pacientes".
A su juicio, es en el acompañamiento hacia el desenlace donde es clave la labor del profesional sanitario. "Hay que gestionar bien la comunicación con el paciente en el final de su enfermedad, ya que la falta de información provoca muchísimo sufrimiento", e insiste en que el acompañamiento profesional hace de una experiencia dolorosa, una experiencia más reconciliadora.
Díez Cagigal ha puesto de relieve la importancia de que el profesional maneje correctamente la comunicación médico-paciente-familia, y que el facultativo del primer nivel asistencial conozca cómo abordar el tratamiento en el domicilio del paciente terminal; trasladar a la familia los conocimientos necesarios para conseguir todos los objetivos, y perseguir la máxima calidad de vida del paciente a través del control de los síntomas, entre otros elementos.
Mejor atención
En opinión de esta experta en cuidados paliativos, los médicos de Familia "nos enfrentamos a la muerte de nuestros pacientes y debemos de tener una disposición a formarnos para ofrecer una mejor atención, compartir con la familia síntomas y tratamientos, informarle y ayudar a que se comuniquen entre ellos, porque hay familias que prefieren silencio con el paciente para evitarle ansiedad o sufrimiento".
En su opinión, el ser humano es consciente desde su nacimiento de que la muerte acabará llegando, y "es ese instinto por evitar peligros y sobrevivir el que nos ha permitido llegar hasta donde hemos llegado como especie". Esto ha provocado, a su vez, que "no tengamos la muerte integrada en la vida".
Poca formación
La directora de este curso de verano ha resaltado la importancia de que los pacientes terminales no se sientan abandonados por los médicos, y ha pedido a los profesionales de primaria que roten y que adquieran competencias en Paliativos, "porque la formación básica y académica no es suficiente. Asistir a una persona con una enfermedad terminal es una parte fundamental de la profesión médica, un momento que se vive con tensión y angustia, y es vital que los profesionales tengamos una sensibilidad especial y una formación específica para tratar a este tipo de pacientes".
A su juicio, es en el acompañamiento hacia el desenlace donde es clave la labor del profesional sanitario. "Hay que gestionar bien la comunicación con el paciente en el final de su enfermedad, ya que la falta de información provoca muchísimo sufrimiento", e insiste en que el acompañamiento profesional hace de una experiencia dolorosa, una experiencia más reconciliadora.
Díez Cagigal ha puesto de relieve la importancia de que el profesional maneje correctamente la comunicación médico-paciente-familia, y que el facultativo del primer nivel asistencial conozca cómo abordar el tratamiento en el domicilio del paciente terminal; trasladar a la familia los conocimientos necesarios para conseguir todos los objetivos, y perseguir la máxima calidad de vida del paciente a través del control de los síntomas, entre otros elementos.
Mejor atención
En opinión de esta experta en cuidados paliativos, los médicos de Familia "nos enfrentamos a la muerte de nuestros pacientes y debemos de tener una disposición a formarnos para ofrecer una mejor atención, compartir con la familia síntomas y tratamientos, informarle y ayudar a que se comuniquen entre ellos, porque hay familias que prefieren silencio con el paciente para evitarle ansiedad o sufrimiento".
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