La investigación cualitativa gana peso en evaluación de salud 2.0

Lograr evidencia científica sólida en nuevas tecnologías es difícil, pero no imposible. Expertos reunidos en Bilbao afirman que hay técnicas que permiten medir resultados.

Marcelo Curto. Bilbao | dmredaccion@diariomedico.com | 08/07/2013 18:46

Gonzalo Bacigalupe, Rafael Rotaeche y Francisco Lupiáñez, ayer en Bilbao. (Marcelo Curto)

Conocer la eficiencia y la efectividad de la salud 2.0 es una de las grandes preguntas que todavía tiene pendiente de respuesta esta emergente rama de la sanidad. Tanto es así que la primera mesa redonda de las Jornadas Salud 2.0 Euskadi, que concluirá mañana, ha versado sobre este tema y ha contado con la intervención de tres expertos destacados.

Para extender el uso de tecnologías 2.0 entre los pacientes es preciso no sólo que sepan utilizar un teléfono móvil, sino que estén 'alfabetizados' en el mundo virtual

Así, Francisco Lupiáñez, profesor e investigador del Internet Interdisciplinary Institute de la Universitat Oberta de Cataluña, ha señalado que, en relación con la calidad de la evidencia, "siempre se habla de los ensayos clínicos como los referentes en cuanto a calidad, pero en muchas ocasiones, en las tecnologías 2.0 no es posible realizar un ensayo clínico. Sin embargo, existen otros muchos diseños que se pueden adaptar perfectamente a la evaluación de este tipo de herramientas".

En este sentido, el experto ha destacado la investigación cualitativa como una herramienta "bastante interesante" para aplicar en este mundo. "Todos sabemos que es difícil evaluar estas herramientas, pero que sea difícil no quiere decir que no se haga", ha apuntado.

Desde su condición de médico de familia y coordinador de un grupo de medicina basada en la evidencia aplicada a la clínica, ha trasladado durante su intervención la metodología en la toma de decisiones con un paciente en concreto, a la toma de decisiones a la hora de adoptar una metodología de salud 2.0. "Es necesario evaluar estas tecnologías teniendo en cuenta tanto los beneficios como los riesgos que pueden tener y, sobre todo, implicando a pacientes, conociendo sus preferencias y la carga que pueden suponer para ellos".

El siguiente en intervenir ha sido Rafael Rotaeche, médico de familia del Servicio Vasco de Salud-Osakidetza, que ha recalcadola necesidad de empezar a evaluar el impacto de este tipo de iniciativas. "Para mí, esa necesidad es doble. Por un lado, en el sector público, la evaluación es imprescindible porque se trata de dinero público y es necesario contar con los resultados de dicha evaluación para adoptar las decisiones adecuadas. Por otro lado, la evaluación es la que va a permitir que se produzca esa revolución tan esperada por todos. La evaluación de la salud 2.0 y la constatación de sus resultados permitirán un despegue mucho más rápido".

Además, para la evaluación es necesario que se tengan en cuenta diferentes elementos, "que van desde las necesidades de los ciudadanos y el contexto de los profesionales hasta las características del centro de salud, por ejemplo, en el que se van a implantar esas medidas; todo ello teniendo en cuenta tanto las barreras como los facilitadores de la iniciativa".

Comunidades virtuales
Gonzalo Bacigalupe, profesor e investigador de Ikerbasque (Fundación Vasca para la Ciencia), ha puesto de manifiesto que "los pacientes se comportan de una forma relativamente similar en el mundo real y en el mundo virtual. Sin embargo, para poder participar en las comunidades de pacientes no basta sólo con tener acceso a internet a través de un ordenador o un teléfono inteligente, sino que el paciente necesita estar alfabetizado en ese ámbito".

El investigador ha señalado que "sabemos que participar en las redes sociales y compartir experiencias ayuda a la calidad de vida de los pacientes, a encontrar información y apoyo".