miércoles, 10 de abril de 2013

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Echániz apuesta por una Estrategia Nacional para la Eficiencia basada en una guía de buenas prácticas en gestión sanitaria

Madrid (10/04/2013) - Ana Montero

Así lo ha asegurado el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha, quien, además, ha defendido que el sistema sanitario público requiere de profesionales expertos en gestión sanitaria que cuenten con la debida formación técnica

• Del mismo modo, se ha mostrado “abierto al diálogo” sobre la conveniencia de ampliar el copago a otros servicios sanitarios

En el marco del Ciclo de Conferencias sobre la Calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS), organizado por el Grupo Previsión Sanitaria Nacional (PSN) y la Fundación Ad Qualitatem, el consejero de Sanidad y Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha y secretario nacional de Sanidad y Asuntos Sociales del Partido Popular, José Ignacio Echániz, ha reflexionado sobre la situación actual del SNS y su futuro, dando especial importancia a la calidad, en todos los niveles de la organización, macro, meso y micro, y a la excelencia, “la calidad en Sanidad es esencial porque hablamos de la salud de las personas y tener buena salud es el bien mejor valorado por los ciudadanos”, ha señalado el máximo responsable de la Sanidad castellanomanchega.
Asimismo, “aunque en España tenemos buenos resultados en salud, tal y como reflejan los indicadores, fruto del trabajo duro de los profesionales y del esfuerzo del Gobierno”, Echániz se ha referido a los puntos débiles el SNS, entre otros, que la Sanidad está infrapresupuestada, “las consecuencias de no cumplir con el presupuesto en legislaturas anteriores, y gastar más de lo que se tenía, ha provocado que, en Castilla-La Mancha, tres millones de euros diarios tengan que ser destinados a pagar deuda e intereses de la misma en vez de Sanidad”, ha lamentado el consejero.
Además, junto a esto, un marco jurídico rígido, “especialmente cruel con los recursos humanos porque no permite incentivar adecuadamente a los profesionales”, tal y como ha matizado el secretario nacional de Sanidad del PP; la insuficiente atención a la prevención; el consumo “excesivo” de recursos sanitarios con respecto a la media europea; el elevado consumo farmacéutico, a pesar de que se avanza hacia una mayor racionalidad en este ámbito; las “fuertes” desigualdades entre comunidades autónomas que repercuten en los costes y la calidad de los servicios; la hiperfrecuentación; el hecho de que, poniendo de nuevo el ejemplo de Castilla-La Mancha, existan instrumentos y centros sanitarios cuya utilización no llega a justificar su inversión; y la inadaptación organizativa entre Atención Primaria y Atención Especializada, en pro de una continuidad asistencial, entre otras, constituyen algunas de las principales bolsas de ineficiencia del SNS.
Retos de futuro
Así pues, las oportunidades de mejora, en opinión del consejero del ramo en Castilla-La Mancha, pasan por la gestión basada en los procesos, “fundamentalmente en el ámbito hospitalario, pero también en otros”, según ha apuntado, porque, tal y como ha subrayado Echániz “una gestión por procesos permite optimizar los recursos y mejorar la calidad asistencial”. En este contexto, fomentar el trabajo en red; ajustar la organización al paciente y no al revés; implementar modelos de atención integrada, porque agiliza los procesos y rentabiliza los recursos; medir resultados para incorporar mejoras; estandarizar la atención, atendiendo a particularidades; definir qué debe hacer cada uno; compartir ciertos recursos altamente especializados por cuestiones de eficacia, de gasto y por evitar “islas comarcales” ya que, a su entender, “las transferencias sanitarias no siempre han ayudado” en determinados ámbitos; coordinar a los equipos sanitarios y sociosanitarios, y avanzar, “de manera indispensable”, como ha apostillado, en el Conjunto Mínimo Básico de Datos (CMBD) para construir un sistema de indicadores, se perfilan también como retos de futuro dentro del SNS, en opinión del consejero.
Concretamente, la transparencia en la evaluación de los resultados, tanto en el ámbito público como en el privado; la satisfacción de los pacientes y el protagonismo de la Atención Primaria, “el médico de cabecera debe ser el que reparte juego para una correcta coordinación multidisciplinar”, también son factores que el máximo responsable de la Sanidad castellanomanchega considera indispensables para la mejora de la gestión.
Además, Echaniz ha defendido la colaboración público-privada, “se puede pedir a quien sabe gestionar mejor que nos ayude a gestionar”, y, en este contexto, el consejero se ha referido a la necesidad de revisar el sistema de retribuciones de los trabajadores públicos, “no es justo estandarizar las retribuciones, hay que favorecer al que hace mejor las cosas, hay que medir lo que hace cada uno”.

Gestión especializada y acreditada
Por otro lado, Echániz ha apostado en su intervención por una estrategia nacional que garantice la eficiencia del sistema sanitario público y que se concreta en una guía de buenas prácticas en gestión sanitaria, no sólo en la gestión clínica, entre otras, cumplir con la transparencia; rendir cuentas; tomar decisiones basadas en la evidencia y apostar por la ética profesional.
En este sentido, el consejero se ha mostrado también partidario de poder acreditar la gestión sanitaria, “para alcanzar la eficiencia es preciso desarrollar modelos de acreditación y certificación de la eficiencia, del mismo modo que se acreditan sistemas de gestión mediante diferentes normativas, como ISO o EFQM”, ha apuntado.
De igual modo, el experto ha insistido en la necesidad de que la gestión clínica vaya acompañada de una alta especialización, “nuestro sistema de salud es complejo y requiere de una gestión especializada, de ahí que sea necesario contar con expertos en gestión clínica, que cuenten con la debida formación técnica”. En este sentido, Echániz ha recordado que ningún gerente de hospital de Castilla-La Mancha es político, “son profesionales que cuentan con formación técnica y con acreditada experiencia en el ámbito de las estructuras sanitarias”.
“Al igual que es inadmisible encontrar un cirujano que no esté formado cuando un paciente llega a su mesa de operaciones, tampoco debería serlo que un gestor de la Sanidad no cuente con la debida formación técnica”, ha subrayado Echániz.
Así pues, ante la pregunta de si un médico podría ser un buen gestor clínico, el consejero se ha mostrado tajante y ha señalado que lo más apropiado es que al frente de la gestión haya profesionales sanitarios, “no es tanto la formación inicial, Medicina, o incluso Enfermería, si no la formación posterior, a través de un posgrado en gestión sanitaria y, junto a esto, la experiencia en este ámbito, ya que hacen falta algunos conocimientos específicos”, ha argumentado.
“La falta de una estrategia de gestión profesionalizada puede derivar en un populismo sanitario, en la arbitrariedad a la hora de tomar decisiones y en la falta de planificación”, ha recalcado el consejero de Sanidad castellanomanchego.
En este contexto, Echániz ha explicado que en Castilla-La Mancha se está generando una “cantera” de profesionales en este ámbito, que empiece a crecer, porque, como ha señalado, “que además de ser buenos profesionales sanitarios sean buenos gestores es beneficioso para el sistema”.
En otro orden de cosas, Echániz se ha mostrado “abierto al diálogo” sobre la conveniencia de ampliar el copago a otros servicios sanitarios, después de la experiencia “extraordinaria” del copago farmacéutico, que, por ejemplo, en Castilla-La Mancha ha supuesto un ahorro de 100 millones de euros, “es el presupuesto de dos meses que ahora podemos destinar ahora a mejorar la Sanidad”, ha informado Echániz. “La sociedad deberá decidir si se aumentan los impuestos, se aplica el copago o se limitan las prestaciones”, ha señalado el consejero, a lo que ha añadido que “a las cosas no hay que decirles que no por naturaleza, hay que analizarlas, ver por qué Alemania, Francia u otros países lo están haciendo, cómo puede afectar en términos de salud y accesibilidad”.
Por último, Echániz se ha referido a la necesidad de evaluar los hospitales públicos entre sí, dentro de cada comunidad autónoma y entre comunidades, “para no repetir errores y para aprender de cómo lo hacen los demás”, ha apuntado; a la implantación de las nuevas tecnologías, destacando la historia clínica digital, la tarjeta sanitaria o la receta electrónica, cuya implantación está prácticamente conseguida en Castilla-La Mancha, tal y como ha informado el consejero; y a la importancia de avanzar en la coordinación sanitaria y social para construir un espacio sociosanitario liderado por el médico de Atención Primaria.

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