Osakidetza prevé incorporar 1.600 nuevos trabajadores hasta 2018 a través del contrato relevo

Vitoria (24/03/2013) - Nerea Garay

A pesar de ello, los sanitarios protagonizan 25 movilizaciones por semana contra el aumento de jornada

Los trabajadores de Osakidetza están en pie de guerra. Desde el pasado verano, las protestas se suceden en los diferentes centros del Servicio Vasco de Salud (SVS), en especial en los hospitales. La gota que ha colmado la paciencia de los sanitarios vascos es la aplicación del real decreto de Rajoy que amplía la jornada laboral. En la Mesa Sectorial que tendrá lugar el próximo 29 de abril se intentará acercar posturas, aunque desde las centrales sindicales reconocen que el conflicto puede radicalizarse. A pesar de todo, Osakidetza ha pactado con las centrales sindicales un acuerdo por el cual se permitirá incorporar en torno a 1.600 nuevos trabajadores hasta 2018 a través del contrato relevo.

"Los trabajadores están muy molestos con tanto recorte. El malestar es generalizado", opinión compartida por ELA, Satse y el SME. El motivo de tanto descontento es que las restricciones se están cebando, en su opinión, entre los sanitarios. "La política de no sustituciones se nota principalmente en el sector, ya que se trabaja con personas", explican.

Las centrales censuran que se esté produciendo una sobrecarga de trabajo y critican las declaraciones recientes del consejero Darpón al afirmar que "en Osakidetza todo el mundo dice que tiene mucha más carga de trabajo de la que realmente tienen". Unas declaraciones que han sentado rematadamente mal entre el colectivo profesional.

Los recortes en sustituciones es algo nuevo del Gobierno de Iñigo Urkullu, "ya empezó con esta política el anterior consejero de Sanidad, Rafael Bengoa. Sin embargo, la situación actual entre los sanitarios ha empeorando, porque a esto se suma el incremento de la jornada laboral en 22,5 horas al año, al tiempo que se suprimen los días generados por la antigüedad y que para un trabajador con 30 años de servicio viene a ser seis, y reduce de seis a tres las jornadas de libre disposición".

Aunque la medida fue aprobada por el Gobierno del PP a finales de julio, el anterior Ejecutivo socialista, ya ultimando el adelanto electoral, se negó a trasladarla al Pais Vasco y dejó "la patata caliente" al actual Ejecutivo de Urkullu para que la aplicara.

El aumento de jornada, la línea roja
En las dos primeras reuniones de la Mesa Sectorial no se ha producido ningún tipo de acercamiento entre los trabajadores y la Administración. Los representantes sindicales aseguran estar dispuestos a llegar a un acuerdo, pero alertan de que no cederán en la ampliación de la jornada porque es la "línea roja" que no se puede traspasar. Por eso confían en que los responsables sanitarios sean receptivos a sus demandas. "Los trabajadores de Osakidetza son los más perjudicados de todos los empleados públicos; vamos a ser los paganos", sentencian.

Desde la Dirección del Servicio Vasco de Salud han negado que se pida el "esfuerzo" que se pide a los funcionarios públicos sea mayor para el personal sanitario. Además, el director general de Osakidetza, Jon Etxeberría, ha asegurado no haber dado ninguna instrucción para escatimar en sustituciones.

En este sentido, Etxeberría ha reconocido que el mantenimiento del empleo público es una prioridad para Osakidetza y para el Gobierno Vasco. "Hemos pactado con las centrales un acuerdo que permitirá, en el caso de Osakidetza, incorporar en torno a 1.600 nuevos trabajadores hasta 2018 a través del contrato relevo", explica.