jueves, 9 de mayo de 2013

Sanidad esclerosada | Código Salud | elmundo.es

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Cambio necesario

Sanidad esclerosada

Protestas contra los recortes en el Hospital de Basurto.| Alfredo Aldai | EfeProtestas contra los recortes en el Hospital de Basurto.| Alfredo Aldai | Efe
José Luis de la Serna | Madrid
Actualizado jueves 09/05/2013 12:18 horas
 

La gran mayoría de los actores que actúan en el marco sanitario español se empeñan en dar vueltas dentro de círculos similares desde hace mucho tiempo. Van de árbol en árbol sin percibir el bosque en su totalidad. Y ahora más que nunca hay que encarar giros muy pronunciados en casi todo lo relacionado con el cuidado de la salud de nuestra sociedad. El panorama que ofrecer la crisis financiera, la evidencia de la ineficiencia de muchas de las actuaciones sanitarias y las posibilidades -no aprovechadas aún- que ofrecen las nuevas tecnologías para la gestión de las enfermedades, obliga a ser decidido y a disponerse a innovar con cierta rapidez. Aunque ya sea un tópico demasiado manido, no queda más remedio que cambiar cuanto antes.

Pongamos como primer ejemplo la crisis que dice padecer la industria farmacéutica. Navegaron con el viento a favor durante décadas, gracias a la bonanza de nuevos medicamentos y al consumo masivo de los mismos. Se acostumbraron a que lo trascendental era vender pastillas y no vieron -o no quisieron ver- que tendrían que superar el listón de ser meros administradores de producto. Ahora es un clamor -avalado por un número importante de estudios muy bien hechos- que la adherencia a los tratamientos que necesitan los enfermos crónicos es en muchas patologías lamentable. Y ahí hay una bolsa de ineficiencia formidable. Hay que hacer algo.

Otro ejemplo sería el que dan casi siempre gestores, pagadores y proveedores con su empeño en centrarse en la medicina reactiva. Ha llegado el momento de encarar la medicina colaborativa, puesto que las enfermedades crónicas (las no transmisibles como las ha bautizado la OMS) son las que diezman el mundo y amenazan con arruinar a todos sistemas sanitarios. Transitar con algo de fortuna por las patologías crónicas requiere de cambios disruptivos a los que se resisten muchos "clásicos" todavía asentados en puestos de responsabilidad y decisión.

Si se enfoca otra área, el de la tecnología sanitaria, pasa más o menos lo mismo. Una industria aún muy enrocada en vender cuantos más aparatos mejor. Pero lo más formidable de las tecnologías sanitarias no depende hoy en día de TACs, resonancias, robots o marcapasos. El elemento clave de esta revolución en medicina es el smartphone y lo que con él, además de hablar, se puede hacer. Sin olvidarnos de su primo mayor, la tablet. Los dos conforman el nudo fundamental de la m-health, un pilar sanitario definitivo dentro de poco tiempo.

Otra de los problemas que están en la mesa de cualquier 'think tank' moderno de temas sanitarios es el de cómo modificar modelos de negocio. ¿Un sistema público, casi funcionarial, en el que se paga religiosamente lo mismo a cada uno de los estamentos, independientemente de la calidad y el esfuerzo que ofrezca el trabajador? ¿Un sistema privado que bonifique el hacer cuantos más actos médicos mejor y prime el consumismo?

¿Para cuándo el modelo de pago por resultados de salud y eficiencia probada de los mismos? Poco o nada se habla de este tema. Entre otras cosas porque datos fiables y homologados hay muy pocos.

Vivimos un momento en lo que al parecer inquieta a cada uno es el cómo llegar a su fin de mes particular. Gestores, políticos, sanitarios, industria... nadie se pone de acuerdo en un consenso serio sobre la necesidad imperiosa de un cambio muy marcado en el que la innovación y la eficiencia tienen que ser los elementos clave.

Preocupa, por lo tanto, que un sector como la Medicina, que ha sido tan permeable a mutar de continuo en busca de mejoras, se encuentre ahora mismo esclerosado. La factura de no girar de una forma marcada será en un futuro cercano muy abultada. Tanto o más que la que ahora pagamos por las muchas torpezas políticas y gestoras de anteriores gobiernos.

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