ESTRATEGIA SOCIOSANITARIA
Definir roles y servicios, gestión por casos, fondos y TIC, claves
Ministerio y autonomías quieren impulsar, tras hacer lo propio con el abordaje de la cronicidad, un sistema de base sociosanitaria que aún está 'en pañales': hay varios textos base, pero pocos acuerdos.
José A. Plaza. Madrid | japlaza@unidadeditorial.es | 31/03/2014 00:00
Intentar que el SNS funcione con una base sociosanitaria no es nuevo. Como el modelo de atención a crónicos, la idea lleva años escuchándose. Ahora, lo sociosanitario quiere aprovechar el rebufo de lo crónico (ambos abordajes están muy relacionados), que sí se está impulsando, para asomar la cabeza y aclarar sus ideas. El Ministerio de Sanidad lleva dos años poniendo sobre la mesa la necesidad de una estrategia nacional, y este año parece ser el elegido para lograr que ésta pase de estar en pañales a ir tomando forma.
- Todos los textos que hay sobre la mesa piden que el paciente tenga una única puerta de entrada al sistema, y que se le facilite el circuito asistencial
Al igual que sucedía con las estrategias de crónicos, hay autonomías que ya cuentan con acciones de impulso a lo sociosanitario, pero son escasas, dispares y sin homogeneidad, con regiones como País Vasco y Andalucía a la cabeza. Los mimbres existentes para fomentar un estrategia nacional, que obligue a más esfuerzos autonómicos y los aglutine, son el Libro Blanco de Coordinación Sociosanitaria, de 2011; la Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad en el SNS, de 2012, y el informe del Consejo Asesor de Sanidad, de marzo de 2013.
Reunión Sanidad-CCAA
A estos documentos se suma otro, breve y no muy concreto en planes ni cronograma, pero que quiere ser la palanca que dinamice el proceso. Se trata de un texto, al que ha tenido acceso DM, que el Ministerio entregó a las comunidades en una reunión mantenida el día 14 en Madrid.
A estos documentos se suma otro, breve y no muy concreto en planes ni cronograma, pero que quiere ser la palanca que dinamice el proceso. Se trata de un texto, al que ha tenido acceso DM, que el Ministerio entregó a las comunidades en una reunión mantenida el día 14 en Madrid.
Resumiendo, el documento identifica varios objetivos: estratificar a la población según perfiles de necesidad, implantar instrumentos para gestionar por casos, valerse de las TIC y la eSalud para mejorar el abordaje, e identificar qué profesionales son adecuados para qué funciones.
La guía habla en futuro, sin concretar fechas, y solicita crear instrumentos para la gestión de casos, sistemas de información más adecuados, criterios básicos y comunes para todo el SNS, y una historia clínica sociosanitaria. Planea diferentes servicios: prevención, internamiento y atención residencial de media y larga estancia, atención diurna y nocturna, asistencia domiciliaria, y oficinas de farmacia sociosanitarias.
- El Consejo Asesor de Sanidad es el que más ha 'bajado al barro', sugiriendo un posible uso de copagos y una mayor participación del sector privado
También pide guías compartidas de prescripción e instrumentos de apoyo a cuidadores. Según sugiere, primero habría que identificar los agentes participantes, luego llegar a acuerdos previos, estudiar los impactos presupuestarios y, finalmente, firmar un acuerdo conjunto en ambos consejos interterritoriales (Sanidad y Asuntos Sociales). En el proceso, el Ministerio quiere contar con autonomías, organizaciones colegiales nacionales, sociedades científicas, proveedores, aseguradoras, el tercer sector, y asociaciones de pacientes.
Timidez y diversidad
Antes de este texto hubo otros (al margen de guías autonómicas), semillas de un fruto que aún no madura. El primero fue el Libro Blanco de 2011, que parte de la necesidad de "modificar la forma de organización de los servicios sanitarios y sociales". Además, reconoce "un tímido desarrollo y una gran diversidad de iniciativas y experiencias puntuales" en el SNS, pide "definición de procesos y priorización de acciones", y sitúa el uso de TIC como punta de lanza necesaria.
Antes de este texto hubo otros (al margen de guías autonómicas), semillas de un fruto que aún no madura. El primero fue el Libro Blanco de 2011, que parte de la necesidad de "modificar la forma de organización de los servicios sanitarios y sociales". Además, reconoce "un tímido desarrollo y una gran diversidad de iniciativas y experiencias puntuales" en el SNS, pide "definición de procesos y priorización de acciones", y sitúa el uso de TIC como punta de lanza necesaria.
- Adaptar a los sanitarios al nuevo modelo, según su capacidad y su formación, e implicar más a la oficina de farmacia, ideas repetidas
Incluye 63 medidas para impulsar la coordinación sociosanitaria, entre las que destacan articular medidas jurídicas conjuntas, crear estructuras de coordinación, gestión por procesos, una puerta de entrada única para el paciente, dotaciones presupuestarias específicas, una cartera de servicios conjuntos, incentivos a la productividad de profesionales sanitarios y gestores, unificar el mapa retributivo, y una tarjeta sociosanitaria.
La Estrategia para el Abordaje de la Cronicidad es otro espejo en el que mirarse, aunque el término socio-sanitario sólo aparece citado 4 veces a lo largo de sus 75 páginas.
El texto, que data de 2012, habla de situar al paciente en el centro del sistema, valerse de la primaria como base de atención al crónico, mejorar la continuidad asistencial, potenciar la actividad comunitaria y la atención domiciliaria, y aupar la labor de los farmacéuticos de primaria.
Lo privado y el copago
El informe del Consejo Asesor del Ministerio es el documento más reciente, y el más preciso. En 46 puntos, habla de retos y necesidades, y coincide en peticiones ya incluidas en los documentos antes citados: gestión por casos, estratificar a los usuarios, implicar al paciente, una puerta única de entrada a la asistencia, y una historia clínica única y compartida.
El informe del Consejo Asesor del Ministerio es el documento más reciente, y el más preciso. En 46 puntos, habla de retos y necesidades, y coincide en peticiones ya incluidas en los documentos antes citados: gestión por casos, estratificar a los usuarios, implicar al paciente, una puerta única de entrada a la asistencia, y una historia clínica única y compartida.
Pero el Consejo Asesor va más allá, y se moja en temas específicos: pide más implicación de la colaboración público-privada, financiación específica y suficiente, y programas piloto para homogeneizar el abordaje en hospitales, centros de salud y de día, residencias, farmacias y centros de rehabilitación. Además, deja caer copagos para determinados servicios, sugiere potenciar la atención farmacéutica domiciliaria desde la botica, y pide formación reglada, continuada y acreditada para los profesionales implicados.
Recomendaciones
- En qué coinciden Libro Blanco, Estrategia de Crónicos, iniciativas autonómicas y el texto remitido por Sanidad a las CCAA este mes
- Estratificar pacientes
- Concretar y redefinir roles profesionales
- Cambiar y definir servicios y circuitos asistenciales
- Gestión por casos
- Fomentar el uso de TIC
- Las sugerencias del Consejo Asesor de Sanidad
- Financiación suficiente
- Potenciar las tareas de la oficina de farmacia
- Programas piloto para homogeneizar abordajes
- Formación reglada y acreditada de profesionales sanitarios
- Más colaboración público-privada y posibles copagos
- Peticiones de Geriatría, Gerentes y Directores de Servicios Sociales y Cermi
- Más tiempo y evaluación en Atención Primaria
- Mejor coordinación entre primaria y Geriatría
- Un sistema sanitario que maneje residencias, centros de día, albergues..., y uno social de mayor cobertura
- Aclarar la cartera de servicios
- Reciclaje y renovación profesional
Más recursos, mejor utilizados y mayor coordinación entre niveles
Frente a todas las sugerencias y documentos arriba contados, varios agentes opinan sobre necesidades, retos y soluciones. La idea generalizada es que se parte de muy abajo. Dos ejemplos: Serafín Romero, de la OMC, habla de mejorar "eficacia, efectividad y eficiencia en un ámbito poco organizado". El consejero de Sanidad de Madrid, Javier Rodríguez, dijo la semana pasada que lo sociosanitario está aún "algo abandonado en las autonomías".
La Sociedad Española de geriatría y Gerontología (SEGG) pide, en primer lugar, que se cuente más con ellos. Su presidente, José Antonio López Trigo, enumera qué pasos podrían seguirse: trabajo más multidisciplinar; menor exclusión del paciente sanitario al pasar a servicios sociales, y viceversa; más atención domiciliaria; mayor peso de la oficina de farmacia; un SNS con más recursos, y mejor utilizados; dar más tiempo a la asistencia en primaria, con más evaluación del paciente, lo que reduciría gastos, y una mejor estrategia conjunta entre primaria y Geriatría.
Adaptarse a la realidad
La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales parte de la existencia de "un galimatías sociosanitario, una ceremonia de confusión", refiriéndose a todos los documentos arriba citados.
La Asociación Estatal de Directores y Gerentes de Servicios Sociales parte de la existencia de "un galimatías sociosanitario, una ceremonia de confusión", refiriéndose a todos los documentos arriba citados.
Además de lamentar recortes, sugiere que el sistema de salud se haga cargo por completo de "las prestaciones que se desarrollan en residencias, centros de día, albergues... Con una completa atención médica, farmacéutica y de rehabilitación". En su opinión, el sistema debe readaptarse a cambios demográficos y epidemiológicos, y a la cronicidad, y el sistema de servicios sociales tiene que "simplificar y agilizar procedimientos, y aumentar su cobertura".
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi) ve "fragmentación, burocracia y cauces asistenciales dispares", y pide aclarar la cartera de servicios, marcos normativos de acreditación, reciclaje y renovación de profesionales, y extender centros de referencia.
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