lunes, 20 de mayo de 2013

'Los adolescentes son invisibles en el sistema hospitalario español' | Noticias | elmundo.es

'Los adolescentes son invisibles en el sistema hospitalario español' | Noticias | elmundo.es


ENTREVISTA | Inés Hidalgo, presidenta de la SEMA

'Los adolescentes son invisibles en el sistema hospitalario español'

  • Entrevistamos a la presidenta de la Sociedad de Medicina del Adolescente
  • El Gobierno acaba de alargar de 14 a 18 el límite de la edad pediátrica
  • Las pecualiaridades de esta etapa recomiendan unidades especializadas
Días después de que el Gobierno haya alargado de 14 a 18 años el límite de la edad pediátrica, ELMUNDO.es entrevista a la presidenta de la Sociedad Española de Medicina del Adolescente (SEMA), favorable a la medida.

Su sociedad ha dado la bienvenida a la decisión del Gobierno, ¿por qué?
La SEMA, desde su fundación hace más de 25 años, siempre ha defendido que la edad pediátrica de asistencia -tanto a nivel hospitalario como de Atención Primaria- debía prolongarse hasta que el individuo completase su desarrollo en todos los aspectos físicos, psicológicos y sociales; es decir, hasta los 18 años. 
Esta opinión es coherente con lo que dicen organizaciones internacionales como UNICEF, Naciones Unidas, la Organización Mundial de la Salud OMS, y con lo que sucede en países de nuestro entorno, EEUU y Sudamérica.

De esta forma, se cumple con la Carta europea de los Derechos del Niño (que considera 'niño' a toda persona menor de 18 años) y con la Orden Ministerial SCO/3148/2006, de 20 de septiembre, por la que se aprueba y publica el programa formativo de la especialidad de Pediatría y sus áreas específicas; y que considera la Pediatría "la medicina integral del periodo evolutivo de la existencia humana desde la concepción hasta el fin de la adolescencia".


¿Qué patologías son las más frecuentes entre los 14 y los 18 años?
La adolescencia es el periodo más sano de la vida desde el punto de vista orgánico, pero es un período muy problemático y de alto riesgo. La mayoría de sus problemas de salud son consecuencia de comportamientos y hábitos que se inician en esta edad, con consecuencias potencialmente graves para su vida actual y futura: lesiones, accidentes, violencia, delincuencia, consumo de tabaco, alcohol, drogas, conductas sexuales de riesgo que conducen a embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, problemas de salud mental, del aprendizaje y familiares, entre otras. La mayoría de estas conductas son prevenibles, por ello es importante la actuación responsable de los profesionales sanitarios.

También presentan problemas derivados de su desarrollo biológico (escoliosis, acné, dismenorrea), enfermedades infecciosas, patologías del adulto que pueden ser detectadas durante esta etapa (hipertensión, hiperlipemia, obesidad, diabetes...) y patologías crónicas por las cuales hace años se fallecía antes de llegar a la adolescencia (enfermedades crónicas, cánceres o cardiopatías congénitas).


¿Hay estadísticas sobre el número de visitas que hacen al médico a estas edades?
A pesar de que sus problemas son complejos apenas acuden a consultar porque hay notables barreras para que el adolescente, por iniciativa propia, se relacione con el médico. Unas, burocráticas, pues para acudir a la consulta hay que citarse e identificarse y muchas veces desconocen quién es su médico o qué centro les corresponde; y otras, relacionadas con la escasa confianza para contar sus problemas a los facultativos, o por creer que son capaces de controlar todas las situaciones y tener poco sentido del peligro.
A diferencia del adulto que busca a su médico, en la adolescencia es el médico el que tiene que atraer al adolescente; si ya le conoce desde la infancia esto es una importante ventaja ya que se establece una relación de confianza que va cambiando con la edad.

En la Encuesta Nacional de Salud 2011-2012, se observa que la asistencia sanitaria al pediatra o médico de familia de varones y mujeres de 15-25 años es del 17,10% y 23% respectivamente en el último mes. Esto supone una importante disminución con etapas previas: desde los 0-2 años que acude el 95% de los pacientes y entre 2-4 años que acude el 50%.

Los motivos de consulta varían si se acude a una consulta de pediatría o medicina de familia que están relacionados con problemas generales como: otorrinolaringología, dermatología, gastroenterología, trauma…. Mientras que si se trata de una consulta especifica para adolescentes, se centran más en temas de anticoncepción, sexualidad...

La forma de utilizar los servicios médicos depende no sólo de factores médicos, sino también sociales, actitudes médicas y disponibilidad de los servicios prestados.


Desde el punto de vista psicológico, ¿es mejor la adaptación de una adolescente en una planta con niños que estando con adultos?
Como ya hemos comentado y según la Carta europea de los Derechos del Niño, se considera niño a toda persona inferior a los 18 años. Por supuesto, el ingreso de individuos en crecimiento y desarrollo psicosocial en una planta de Pediatría es más adaptado que en una de adultos. La asistencia al adolescente no se puede centrar sólo en los ingresos en un hospital; la atención es hospitalaria y de Atención Primaria.

Existe evidencia de que los jóvenes atendidos en unidades específicas para adolescentes manifiestan una mayor satisfacción con el cuidado recibido que los que ingresan en unidades pediátricas o de adultos. La consideración de los adolescentes dentro del sistema hospitalario español presenta una serie de carencias, si tenemos en cuenta los parámetros internacionales de calidad.

Los procesos de enfermedad y de hospitalización tienen unas implicaciones particulares en la adolescencia. Sin embargo, la adolescencia, como período de la vida definido por parámetros biológicos, psicológicos y sociales, no se contempla como tal en el sistema sanitario hospitalario de manera especialmente significativa. Casi podría hablarse de una cierta invisibilidad de los adolescentes para el sistema sanitario hospitalario nacional.

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