CREAR HÁBITOS SALUDABLES
La prevención alivia la presión asistencial ligada al envejecimiento poblacional
La prevención es la clave para aliviar la carga del Sistema Nacional de Salud asociada al progresivo envejecimiento de la población.
Laura Díaz Ródenas | 01/03/2012 00:00
"A largo plazo prevenir es ahorrar" es una de las conclusiones conjuntas de Luis F. Agüera, coordinador de los programas de psicogeriatría del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital 12 de Octubre de Madrid, y Beatriz León Salas, socióloga responsable de los Estudios sociosanitarios de la Fundación CIEN-Fundación Reina Sofía, durante la VI Edición de Un café con, convocada por Pfizer.
La crisis, como cuestión de fondo, en un país en el que la inversión demográfica, con más mayores de 65 años que niños de cero a 14 años, es un hecho. "La caída de la fecundidad -la media no llega a los 1,4 hijos por mujer- sumada al incremento de la esperanza de vida -82 años- ha elevado el peso porcentual de las personas de edad avanzada", ha resumido León. En las dos últimas décadas el número de personas con más de 80 años se ha duplicado (sobrepasando ya el millón) y se prevé que la tendencia continúe hasta los 6 millones en el año 2050.
Más que evitar
Este concepto lo definió la OMS en 1990 y dos de sus políticas de acción propuestas en 2002 pretendían "reducir los factores de riesgo aparejados a enfermedades a través de la promoción de hábitos saludables como el ejercicio físico o la dieta mediterránea, y fomentar la actividad cognitiva, con sudokus si hace falta". Según León, otras medidas básicas serían "cuidar el aspecto emocional y preservar la autonomía del individuo. Ahora bien, existen importantes condicionantes, entre ellos el sexo y el propio entorno físico".
"La principal baza a favor es el cambio en la generación que entra en la edad avanzada, puesto que son personas con un mayor bagaje cultural y mejor informadas", dice optimista Agüera. El 25 por ciento de los años de vida dependen de la genética y "un 75 por ciento de casos se relacionan con el ambiente y las condiciones vitales, aspectos sobre los que sí se puede actuar. Por ello, corregir actitudes nocivas en la madurez es primordial", apostilla Agüera.
La crisis, como cuestión de fondo, en un país en el que la inversión demográfica, con más mayores de 65 años que niños de cero a 14 años, es un hecho. "La caída de la fecundidad -la media no llega a los 1,4 hijos por mujer- sumada al incremento de la esperanza de vida -82 años- ha elevado el peso porcentual de las personas de edad avanzada", ha resumido León. En las dos últimas décadas el número de personas con más de 80 años se ha duplicado (sobrepasando ya el millón) y se prevé que la tendencia continúe hasta los 6 millones en el año 2050.
- Fomentar el envejecimiento activo y saludable y cuidar el aspecto emocional y la autonomía personal, bases para el cambio poblacional
Más que evitar
Este concepto lo definió la OMS en 1990 y dos de sus políticas de acción propuestas en 2002 pretendían "reducir los factores de riesgo aparejados a enfermedades a través de la promoción de hábitos saludables como el ejercicio físico o la dieta mediterránea, y fomentar la actividad cognitiva, con sudokus si hace falta". Según León, otras medidas básicas serían "cuidar el aspecto emocional y preservar la autonomía del individuo. Ahora bien, existen importantes condicionantes, entre ellos el sexo y el propio entorno físico".
"La principal baza a favor es el cambio en la generación que entra en la edad avanzada, puesto que son personas con un mayor bagaje cultural y mejor informadas", dice optimista Agüera. El 25 por ciento de los años de vida dependen de la genética y "un 75 por ciento de casos se relacionan con el ambiente y las condiciones vitales, aspectos sobre los que sí se puede actuar. Por ello, corregir actitudes nocivas en la madurez es primordial", apostilla Agüera.
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