miércoles, 3 de octubre de 2012

Agua, inmunización y primaria - DiarioMedico.com

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PARAGUAY debe REDUCIR SU MORTALIDAD INFANTIL

Agua, inmunización y primaria

Enfermedades infecciosas y obesidad son los dos problemas de salud destacados por la Asociación Latinoamericana de Academias Nacionales de Medicina (Alanam), reunidas en la Real Academia Española. Tres médicos, de tres países, aportan su punto de vista: uno forma parte del gobierno y decide las prioridades; otro propone medidas desde el ámbito académico, y un tercero denuncia los daños causados por el régimen de su país.
Sonia Moreno   |  03/10/2012 00:00

 
Antonio Arbo
Antonio Arbo, infectólogo y ministro de Salud paraguayo. (José Luis Pindado)
Antonio Arbo es el ministro de Sanidad de Paraguay desde junio. Incorporado al gobierno de Federico Franco tras la destitución parlamentaria -no exenta de polémica- del anterior presidente, (Fernando Lugo) Arbo dispone de seis meses para asentar las líneas sobre las que impulsar la salud paraguaya, pues en abril de 2013 se convocan elecciones en las que por ley no cabe la reelección.
  • En 2013 vamos a introducir entre otras vacunas la del VPH: el cáncer de cérvix es la primera causa de muerte entre las paraguayas
El día de esta entrevista, coincidiendo con la reunión de la Alanam, el tiempo es inclemente en Madrid. El ministro estornuda y su gesto al taparse con el hueco del codo delata una formación sanitaria. "En Paraguay, los ministerios de sanidad se encomiendan a políticos. Fue una sorpresa que alguien como yo, que no está en la actividad política, haya accedido a ese cargo. Eso no significa que haya estado desentendido de la actividad pública: trabajo en el principal hospital de enfermedades infecciosas, el Instituto de Medicina Tropical (Asunción). También había asesorado al ministerio y participé como coordinador en la lucha contra la fiebre amarilla". Arbo organizó la vacunación a población de riesgo, tras los brotes de fiebre amarilla de 2007 y 2008.

Con una mortalidad infantil oficiosa de 25 a 30 por 1.000 niños con cero a cuatro años y en las mujeres en edad fértil de cien por cien mil (la quinta de toda América), la foto fija de la salud paraguaya queda lejos de ser idónea. "Trabajamos en los factores que influyen. Un 65 por ciento de la población tiene acceso al agua potable y sólo el 9 por ciento a sistema de alcantarillado. Aquí resulta clave la cooperación española, que nos apoya en la construcción de pozos y de soluciones sanitarias, a través de la Agencia Española de Cooperación Iberoamericana (AECI). La salud también es crear las condiciones para su mantenimiento y eso implica agua e higiene. Queremos aumentar al menos en dos dígitos los porcentajes".

Intervenir a tiempo
En agosto el gabinete de Arbo promovió la Ley de Seguridad Alimentaria. "El índice de desnutrición crónica llega al 14 por ciento en áreas rurales. Así se asegura el suministro de leche a los niños con riesgo y a embarazadas. Además eso permite el seguimiento de las personas en sus primeros años, fundamentales para la intervención en salud, y se facilitan las inmunizaciones".La cobertura vacunal se sitúa en el 75 por ciento. Al objetivo de alcanzar el 95 por ciento se suman otras inmunizaciones. "Desde el primer trimestre de 2013 introduciremos en niñas la del VPH; la incidencia del cáncer de cérvix es de 53 por 100.000 mujeres y constituye la primera causa de muerte en edad fértil, por delante del tumor mamario. También administraremos la vacuna de la varicela, la de hepatitis A y la pertussis acelular".

La atención primaria es otra prioridad para Arbo que pretende aumentar en un 5 por ciento los 700 centros de AP existentes (unidades de salud familiar, para comunidades de 5.000 habitantes); con ello espera redundar en un 30 por ciento más de la población, y no sólo en lo que se refiere a proporcionar asistencia, también en la promoción de la salud y en la prevención.

¿Tiene el respaldo necesario todo este ambicioso plan de reformas? Contesta, como político, que es consciente de que desarrollo económico y sanitario van de la mano, pero que la voluntad de su gobierno es acometer las medidas.

Reconoce seguir con preocupación la crisis española y la decisión de negar asistencia a los inmigrantes ilegales: "De los 300.000 paraguayos que viven hoy en España sería ingenuo pensar que no hay irregulares, pero el derecho a la salud es inalienable". Y concluye, ya como médico, que "la vida debería prevalecer sobre cualquier consideración".

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