NUCLEAR | No supone un riesgo para la salud pública
Detectan radiactividad de Fukushima en atunes rojos ante la costa de EEUU
Atunes pescados en el Pacífico tras la crisis de Fukushima. | AFP
Un estudio, publicado en la revista 'Proceedings of the National Academy of Sciences' (PNAS), revela que el atún rojo ('Thunnus thynnus') capturado en California (EEUU) contiene niveles relativamente altos de radiactividad procedente de la central de Fukushima (Japón).
Los autores del trabajo, pertenecientes a la Universidad de Stanford y a la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad Stony Brook (EEUU), analizaron 15 atunes pescados en agosto de 2011 ante la costa de California y compararon sus niveles de isótopos radiactivos con otros ejemplares capturados tres años antes. El resultado, según relatan los investigadores en el artículo, refleja de "manera inequívoca" que los atunes rojos están transportando partículas radiactivas procedentes de Fukushima de un extremo a otro del océano Pacífico.
Los niveles de cesio-134 y cesio-137 (cuyas vidas medias son de dos y de 30 años respectivamente) detectados en los ejemplares analizados en 2011 fueron 10 veces mayores que los obtenidos en las muestras de 2008. Sin embargo, los valores de radiactividad total, cercanos a los 10 bequerelios por kilogramo de pescado, están muy por debajo de los máximos permitidos para el consumo humano, que dependiendo de las normativas nacionales oscilan entre los 2.000 y los 4.000 bequerelios por kilo. Los propios autores destacan el nulo riesgo que suponen dichos niveles para la salud del consumidor.
"Debido a que el atún rojo se pesca en el Pacífico Este para consumo humano, la posibilidad de una contaminación radiactiva despierta la preocupación pública", escriben los científicos liderados por el investigador de Stanford, Daniel Madigan. "Las concentraciones de cesio radiactivo del atún del Pacífico que presentamos están más de un orden de magnitud por debajo del límite de seguridad recientemente cambiado en Japón y que se sitúa en 100 bequerelios por kilo", aseguran en el trabajo.
Los expertos consultados por ELMUNDO.es también aseguran que no existe riesgo alguno para la salud aunque se consumieran estos productos de forma habitual. "Esos niveles están muy por debajo de los límites permitidos para cualquier alimento, ya sea pescado o leche, que superan los 2.000 bequerelios por kilo. Hay que transmitir tranquilidad absoluta", explica Rafael Herranz, jefe del servicio de Oncología Radioterápica del hospital Gregorio Marañón de Madrid.
Los autores del trabajo, pertenecientes a la Universidad de Stanford y a la Escuela de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad Stony Brook (EEUU), analizaron 15 atunes pescados en agosto de 2011 ante la costa de California y compararon sus niveles de isótopos radiactivos con otros ejemplares capturados tres años antes. El resultado, según relatan los investigadores en el artículo, refleja de "manera inequívoca" que los atunes rojos están transportando partículas radiactivas procedentes de Fukushima de un extremo a otro del océano Pacífico.
Los niveles de cesio-134 y cesio-137 (cuyas vidas medias son de dos y de 30 años respectivamente) detectados en los ejemplares analizados en 2011 fueron 10 veces mayores que los obtenidos en las muestras de 2008. Sin embargo, los valores de radiactividad total, cercanos a los 10 bequerelios por kilogramo de pescado, están muy por debajo de los máximos permitidos para el consumo humano, que dependiendo de las normativas nacionales oscilan entre los 2.000 y los 4.000 bequerelios por kilo. Los propios autores destacan el nulo riesgo que suponen dichos niveles para la salud del consumidor.
"Debido a que el atún rojo se pesca en el Pacífico Este para consumo humano, la posibilidad de una contaminación radiactiva despierta la preocupación pública", escriben los científicos liderados por el investigador de Stanford, Daniel Madigan. "Las concentraciones de cesio radiactivo del atún del Pacífico que presentamos están más de un orden de magnitud por debajo del límite de seguridad recientemente cambiado en Japón y que se sitúa en 100 bequerelios por kilo", aseguran en el trabajo.
Los expertos consultados por ELMUNDO.es también aseguran que no existe riesgo alguno para la salud aunque se consumieran estos productos de forma habitual. "Esos niveles están muy por debajo de los límites permitidos para cualquier alimento, ya sea pescado o leche, que superan los 2.000 bequerelios por kilo. Hay que transmitir tranquilidad absoluta", explica Rafael Herranz, jefe del servicio de Oncología Radioterápica del hospital Gregorio Marañón de Madrid.
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