La mayoría está a favor del modelo retributivo homogéneo

Sólo el consejero vasco está en contra de un sistema de retribución común en el SNS; Asturias y Navarra muestran dudas, como Andalucía -en menor medida-, mientras que el resto dan un sí rotundo.

José A. Plaza | Laura G. Ibañes | 22/10/2012 00:00

Por lo general hay bastante acuerdo en cómo debe ser el sistema retributivo que, atendiendo a la opinión de la mayoría de consejeros, debería tender a una clara homogeneización en todo el SNS. Murcia, Valencia, Aragón, Canarias, La Rioja, Cantabria, Extremadura, Galicia, Baleares y Castilla y León no tienen duda alguna de que así debe ser, sin más matices, mientras que Asturias, Cataluña, Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid aportan un sí con alguna condición; en el otro extremo, confirmando su discordancia con la opinión mayoritaria, País Vasco y Navarra no lo ven nada claro y ponen sobre la mesa varios peros.

Por partes, empezando por los matices. Asturias quiere definir bien la homogeneidad, contando con criterios profesionales para que no exista variabilidad. Andalucía ve bien tender hacia ese modelo, pero cree que ya existe bastante homogeneidad en salarios base, trienios y pagas extras y que son los modelos de gestión y, sobre todo, las variables, los que marcan la diferencia. Castilla-La Mancha que acepta un modelo puede ser homogéneo, pero aclara que los sueldos "no pueden ser iguales porque desincentivan".

Con ciertas condiciones
Cataluña se muestra conforme, pero pide no confundir modelo retributivo con salario: "Éste debe depender de la capacidad económica real y no del endeudamiento". Finalmente, Madrid dice sí a la homogeneización, "siempre que no se igualen las condiciones al alza".

Con respecto a las negativas a homogeneizar a escala nacional, País Vasco cree que "la uniformidad no arregla: empeora", mientras que Navarra, más moderada, no le va a la zaga y considera que hay que retribuir por trabajo realizado y calidad, aunque la homogeneidad no es buena en sí misma". Por lo general, el modelo retributivo desprende cierto aroma a acuerdo, algo que está muy caro en el SNS.

El juicio global a la reforma tiene un claro olor a partido

En cuanto al grado de satisfacción con las reformas llevadas a cabo por el Ministerio, las respuestas están algo más condicionadas por el color político que las anteriores: todas las comunidades populares muestran su apoyo a la gestión de Ana Mato, mientras que el resto se reparte entre la negativa categórica de Asturias, Andalucía y Navarra y las muchas dudas, aunque más moderadas, de Cataluña, Canarias y País Vasco.
Acierto, valentía, necesidad, satisfacción, cambio, justicia, equidad... Son algunas de las palabras que más se repiten entre los consejeros del PP. Alguno matiza sus aplausos, como Castilla y León, que habla de "temas pendientes como recursos humanos, compra agregada y mejoras de gestión", pero la impresión general popular se traduce en un notable alto para Mato.

Mal, mal... y regular
Otra cosa son el resto de autonomías. Asturias reniega al cien por cien de la reforma de Rajoy, País Vasco la ignora por, a su juicio, inexistente, y Andalucía "discrepa radicalmente"". Otros, como Cataluña, son más moderados al hablar de "reforma demasiado tímida"; Canarias tampoco la ve con buenos ojos y alega defectos técnicos y administrativos. En definitiva, un clásico de la mayoría absoluta: recibir rosas de los tuyos y espinas de los contrarios.