La razón de ser de la informatización: aquello que no se evalúa, se devalúa

Según avanza la crisis económica, se observa con cierta rabia cómo las decisiones se toman a veces sin realizar algo que es fundamental: medir. La evaluación es clave para saber si algo se ha hecho bien, cómo se puede mejorar o incluso predecir cómo será en el futuro. Y en la medición son fundamentales los sistemas de información.

David Rodríguez Carenas | 10/10/2012 00:00

Yves Taeymans, Thomas Kerker, Zaida Sampedro y José Luis Zamorano.

Yves Taeymans, jefe de Cardiología Intervencionista del Hospital de la Universidad Ziekenhuis de Gante (Bélgica), Thomas Kerker, de Philips, Zaida Sampedro, directora general de Sistemas de Información Sanitaria de la Consejería de Sanidad de Madrid, y José Luis Zamorano. (Philips)

Es un clásico en estos años: la crisis, los recortes... Normal que la gente se canse de hablar siempre de lo mismo. "La palabra recortes está de moda en Sanidad, pero ya es vieja. Tenemos que dejar de hablar de eso para hablar de eficiencia", señala a Diario Médico José Luis Zamorano, jefe del Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Ramón y Cajal, de Madrid.

Cierto es que de eficiencia también se ha hablado mucho, pero no menos verdad es que, mientras de recortes se ha hablado y los padecemos, de eficiencia se lleva un tiempo hablando pero aún queda mucho para obtenerla de forma habitual. "De hecho, ahora estamos viendo una partitura de lo que ocurrió en Alemania y Holanda hace unos años. Por ejemplo, en la década que va de 1995 a 2005, en Alemania se cerraron 260 hospitales", recuerda Zamorano, para rebajar el tono de la crisis económica.
En ese camino de la eficiencia, tanto en medios diagnósticos como terapéuticos, es necesario medir, y para medir son básicos los sistemas de información: "Lo que no se evalúa, se devalúa". Por eso los sistemas de información sanitarios son cada vez más importantes, al igual que la digitalización.

Dentro de las tecnologías de la información y de la comunicación, Zamorano recuerda que no sólo hay que darle importancia a cada aplicación en solitario, sino que también hay que valorar que los sistemas estén interconectados. "Y esto no es un sueño; ya existe". Esta búsqueda de la famosa interoperabilidad va de la mano del trabajo conjunto entre distintos profesionales, y por eso el especialista del Ramón y Cajal ha valorado la importancia de la Reunión Anual de Usuarios de Informática Cardiológica, organizada por Philips en Madrid, con la colaboración del Hospital Ramón y Cajal y la Universidad Ziekenhuis de Gante, de Bélgica.

"Aquí nos hemos reunido representantes médicos, empresariales y de la Administración. De la mesa sólo faltaba la pata del paciente, que es el centro del sistema, en definitiva. No tiene sentido que cuando un paciente vaya a otra región de vacaciones no pueda llevar consigo su información sanitaria, que estaría en la nube", señala Zamorano, no refiriéndose sólo a la imagen médica, sino a conceptos como los informes. Ahí es donde sitúa el futuro: "El networking de la salud será clave. El paciente será el dueño de su información. ¿Por qué no pensar en un paciente que cuando quiera tenga acceso a sus datos mediante un código?".

Hasta ahora
De esta posibilidad se lleva largo tiempo hablando, pero aún no se ha alcanzado. ¿Por qué? Zamorano cree que puede ser una cuestión de coste: "La crisis está ralentizando todo, pero será algo que veremos. Ya empiezan a verse pinitos". Entre ellos sitúa "el esfuerzo que se está llevando a cabo en la Comunidad de Madrid con aplicaciones como el visor Horus. Pero aún hay bastante por hacer, y ahí tiene mucho que decir el paciente".

En el campo concreto de la cardiología, con todas sus subespecialidades, Zamorano afirma que la informatización está logrando integrar en el mismo paquete toda la información.