EL PROGRAMA HA RECIBIDO aLABANZAS DE EUROPa
El registro único es clave para detectar el maltrato infantil
El programa para detectar el maltrato infantil de la Región de Murcia, que busca la valoración homogénea y un registro único por sanitarios, educadores, policías y servicios sociales ha sido calificado como Buena Práctica por la Red Europea de Observatorios de la Infancia.
Pilar Laguna | 11/10/2012 00:00
El Programa de Detección, Notificación y Registro del Maltrato Infantil de la Región de Murcia ha sido calificado por la Red Europea de Observatorios de la Infancia (REOI) como ejemplo de Buena Práctica.
En el proyecto se han incorporado progresivamente a los servicios sociales, sanitarios, educativos y fuerzas de seguridad, y se ha completado con la formación que reciben los profesionales relacionados con niños y adolescentes. La REOI ha destacado especialmente la implantación de un registro único para notificaciones de maltrato infantil del proyecto, por encima de los planes de otras comunidades, así como la formación de más de 5.000 profesionales en el registro y en la detección de posibles maltratos antes de que evolucionen a situaciones graves.
Coordinación
La REOI ha alabado la capacidad del programa "para coordinar entre profesionales de instituciones públicas y privadas centradas en la infancia todas las medidas de detección, intervención y prevención del maltrato infantil". Cada uno de estos sectores dispone de protocolos y manuales de actuación específicos, que confluyen en criterios homogéneos que facilitan la labor preventiva o el traslado a la autoridad judicial de los casos consumados.
Uno de los recientes avances es que los profesionales sanitarios podrán comunicar cualquier sospecha de maltrato con las mismas aplicaciones informáticas de uso clínico, es decir, de Omi-AP en los centros de salud y de Selene en los hospitales. Pero para ello requieren entrenamiento: "La formación de los profesionales ha sido clave para la consolidación del registro", ha dicho María Ángeles Palacios, consejera de Sanidad, al presentar las actividades del Servicio Murciano de Salud para formar en prevención de maltrato infantil a pediatras de atención primaria, facultativos de urgencias pediátricas y residentes de pediatría.
Hace seis años que Sanidad se involucró en el proyecto de protección infantil que los servicios sociales habían comenzado en 2003. Paulatinamente se han añadido herramientas y funciones para que la actuación del trabajador sanitario sea un continuum junto a la de educadores, técnicos de asistencia social y policía. Por ello, en los cursos se les entrena para actuar de forma "compacta y homogénea" ante hechos, incluyendo incidentes leves o pequeñas negligencias, que pueden no dejar huella física pero sí causar otras más profundas en el estado emocional de los niños maltratados.
Uno de los pasos claves del programa ha sido la adopción de una herramienta para valorar la gravedad de las situaciones de desprotección infantil (ver DM 22-II-2012), que facilita la calificación homogénea de cada caso. Leopoldo Navarro, director general de Asuntos Sociales, Igualdad e Inmigración, ha recalcado la importancia de comunicar las sospechas de situaciones irregulares: "Es mejor archivar doscientas denuncias que dejar pasar un caso de maltrato infantil".
Navarro ha insistido en la evolución del concepto de maltrato en los últimos treinta años, cuando las collejas o el castigo repetido estaban bien vistos. "Ahora hasta se puede comunicar la evidencia de que un niño está mal alimentado a base de bollería industrial". En esos casos los padres recibirán una llamada de atención de los servicios de familia, y si no hay mejora intervendrán para comprobar si existe desprotección y asumir la tutela del menor. No obstante, hay situaciones que siempre se reportan a la Fiscalía de Menores por su gravedad, como el abuso sexual. Todas las actuaciones conforman el Proyecto Luz.
Desde 2003 hasta 2011 en la Región de Murcia se consignaron 7.508 notificaciones en el Registro de Casos de Maltrato Infantil, de los que un 72,4 por ciento proceden de los Servicios Sociales, el 21,5 del ámbito policial, el 5,3 del sanitario y el 0,8 por ciento del educativo.
En el proyecto se han incorporado progresivamente a los servicios sociales, sanitarios, educativos y fuerzas de seguridad, y se ha completado con la formación que reciben los profesionales relacionados con niños y adolescentes. La REOI ha destacado especialmente la implantación de un registro único para notificaciones de maltrato infantil del proyecto, por encima de los planes de otras comunidades, así como la formación de más de 5.000 profesionales en el registro y en la detección de posibles maltratos antes de que evolucionen a situaciones graves.
Coordinación
La REOI ha alabado la capacidad del programa "para coordinar entre profesionales de instituciones públicas y privadas centradas en la infancia todas las medidas de detección, intervención y prevención del maltrato infantil". Cada uno de estos sectores dispone de protocolos y manuales de actuación específicos, que confluyen en criterios homogéneos que facilitan la labor preventiva o el traslado a la autoridad judicial de los casos consumados.
Uno de los recientes avances es que los profesionales sanitarios podrán comunicar cualquier sospecha de maltrato con las mismas aplicaciones informáticas de uso clínico, es decir, de Omi-AP en los centros de salud y de Selene en los hospitales. Pero para ello requieren entrenamiento: "La formación de los profesionales ha sido clave para la consolidación del registro", ha dicho María Ángeles Palacios, consejera de Sanidad, al presentar las actividades del Servicio Murciano de Salud para formar en prevención de maltrato infantil a pediatras de atención primaria, facultativos de urgencias pediátricas y residentes de pediatría.
Hace seis años que Sanidad se involucró en el proyecto de protección infantil que los servicios sociales habían comenzado en 2003. Paulatinamente se han añadido herramientas y funciones para que la actuación del trabajador sanitario sea un continuum junto a la de educadores, técnicos de asistencia social y policía. Por ello, en los cursos se les entrena para actuar de forma "compacta y homogénea" ante hechos, incluyendo incidentes leves o pequeñas negligencias, que pueden no dejar huella física pero sí causar otras más profundas en el estado emocional de los niños maltratados.
Uno de los pasos claves del programa ha sido la adopción de una herramienta para valorar la gravedad de las situaciones de desprotección infantil (ver DM 22-II-2012), que facilita la calificación homogénea de cada caso. Leopoldo Navarro, director general de Asuntos Sociales, Igualdad e Inmigración, ha recalcado la importancia de comunicar las sospechas de situaciones irregulares: "Es mejor archivar doscientas denuncias que dejar pasar un caso de maltrato infantil".
Navarro ha insistido en la evolución del concepto de maltrato en los últimos treinta años, cuando las collejas o el castigo repetido estaban bien vistos. "Ahora hasta se puede comunicar la evidencia de que un niño está mal alimentado a base de bollería industrial". En esos casos los padres recibirán una llamada de atención de los servicios de familia, y si no hay mejora intervendrán para comprobar si existe desprotección y asumir la tutela del menor. No obstante, hay situaciones que siempre se reportan a la Fiscalía de Menores por su gravedad, como el abuso sexual. Todas las actuaciones conforman el Proyecto Luz.
Desde 2003 hasta 2011 en la Región de Murcia se consignaron 7.508 notificaciones en el Registro de Casos de Maltrato Infantil, de los que un 72,4 por ciento proceden de los Servicios Sociales, el 21,5 del ámbito policial, el 5,3 del sanitario y el 0,8 por ciento del educativo.
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