Hoja de ruta para innovar mejor en nanomedicina

La Plataforma Española de Nanomedicina (Nanomed) presentó ayer una hoja de ruta para fomentar la innovación en nanomedicina, un ámbito en el que España es un referente internacional.

José A. Plaza | 24/10/2012 00:00

José María Fernández-Sousa, María Luisa Castaño, Cecilia Hernández y Josep Samitier, en la presentación. (José Luis Pindado)

No hay muchos ámbitos científicos o biosanitarios en los que España sea un referente indiscutible. Los trasplantes son el más claro, conocido por todos, pero hay otros: la nanomedicina, por ejemplo. En 2005 se creó la plataforma española, Nanomed, que en sólo siete años se ha convertido en uno de las responsables de que España viva una realidad que muchos admiran.

Como la situación global de la investigación dista mucho de estar para tirar cohetes, Nanomed ha decidido, con la colaboración fundamental de la industria biotecnológica y el apoyo de la Secretaría de Estado de I+D+i, el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y el Instituto de Salud Carlos III, sacar a la luz un documento para fomentar la innovación nanotecnológica.

¿Consolidar o crecer?

El objetivo es mejorar la traslación de la ciencia al hospital, de las ideas a la industria, del laboratorio al paciente; hay muchas formas de decirlo. Josep Samitier, coordinador de Nanomed, puso ayer el foco en mejorar el proceso de innovación empresarial para superar más fácilmente "el valle de la muerte que hay desde que surge una idea hasta que se comercializa".
Habrá menos recursos
Aunque no se pierde de vista el progreso, consolidación y mantenimiento parecen dos palabras más adecuadas en estos tiempos. Samitier dijo ayer en la presentación del documento, que tuvo lugar en el Ministerio de Economía, que "el objetivo es mantener el nivel con menos recursos" y esperar a que llegue la hora de seguir creciendo.

En todo caso, el presente es para estar contento: atendiendo al número de publicaciones en nanomedicina, España está tercera, según datos de 2012, sólo por detrás de Estados Unidos y China. No queda ahí la cosa, ya que analizando el mercado, ámbito en el que España cojea más, aparece entre los 5-10 países más destacados. Vista la tradición española, casi es mejor el segundo dato que el primero.

Las conclusiones del documento pueden dividirse en dos frentes. El primero, positivo, alude entre otras buenas noticias a "sólidos avances en la traslación clínica e industrial" y a "progresos en la colaboración público-privada". El segundo está vinculado al necesita mejorar y cita barreras para el desarrollo de la nanomedicina, entre ellos, falta de multidisciplinariedad, carencias en innovación abierta y un marco regulatorio aún algo verde.