sábado, 19 de mayo de 2012

“Pido al Gobernador de Nueva York que apruebe la marihuana medicinal este año” | Sociedad | EL PAÍS

“Pido al Gobernador de Nueva York que apruebe la marihuana medicinal este año” | Sociedad | EL PAÍS

“Pido al Gobernador de Nueva York que apruebe la marihuana medicinal este año”

Un juez enfermo de cáncer de páncreas suplica legalizar esta sustancia en una tribuna publicada en el diario 'The New York Times'´



El juez de la Corte Suprema de Justicia de Brooklyn Gustin Reichbach, enfermo de cáncer de páncreas desde hace tres años, ha tenido la valentía de escribir en un artículo de opinión en el diario de The New York Times que usa la marihuana para paliar los efectos secundarios del tratamiento de quimioterapia que recibe; como son las naúseas, los vómitos y la falta de apetito. Un grito silencioso que tiene como fin que se apruebe el cannabis para uso médico en el Estado de Nueva York, una carta espontánea de un problema de muchos.
“La marihuana inhalada es lo único que me alivia un poco los síntomas, estimula mis ganás de comer y me ayuda a conciliar el sueño. Mis amigos en lugar de admitir la agonía han decidido suministrarme, a pesar del riesgo personal que conlleva para ellos, esta sustancia”, narra este juez en las líneas del diario.

En 16 de los 50 Estados del país ya se ha aprobado la regulación de este tipo de droga con fines medicinales. “Incluso nuestros vecinosde Nueva Jersey la tienen y Connecticut está a punto de convertirse en el número 17”, asegura este juez. "Solicito al Gobernador de Nueva York, Andrew M. Cuomo, que se una a la visión de futuro y valor humano que han seguido estos Estados y apruebe la marihuana medicinal este año”, solicita con ahínco este juez.

La ley federal existente en Estados Unidos prohíbe el uso el cannabis y lo define como un narcótico ilegal. “Pero en el fondo no se trata de un problema de leyes sino de una cuestión de derechos humanos”, enfatiza. Dos situaciones encontradas que pueden tener distintas consecuencias para Reichbach. Su profesión como juez y su condición de enfermo.
Pero en el fondo, no se trata de un problema de leyes sino de una cuestión de derechos humanos”, enfatiza.
Hasta ahora cuando un juez admitía en EE UU que había consumido marihuana lo normal es que perdiera su trabajo. Entre los casos más llamativos están el del magistrado Douglas Ginsburg que vio su nominación rechazada para el Tribunal Supremo de los Estados Unidos en 1987 tras admitir que había consumido esta sustancia en los años 60 o la de un juez de Georgia que fue despedido en 2011 por este mismo motivo, según informa Reuters.

Según el código penal de la ciudad de Nueva York, los jueces “deben respetar la ley en todos sus términos" y la posesión -la primera vez que es incautada- de una cantidad menor de 25 gramos conlleva una multa de 100 dólares.

A pesar de que el artículo de opinión escrito por Reichbach puede parecer una ruptura total de las normas existentes, expertos en ética judicial aseguran que este tema debe ser más admirado que castigado. “Ha sido valiente y es un acto maravilloso”, declaró Ellen Yaroshefsy, una profesora de Derecho de la Escuela de Leyes Benjamin Cardozo a la misma agencia. “Hay algunos momentos en los que un juez rompe las normas y cambia las cosas. Este es uno de esos momentos y debemos estar orgullosos”.

“Mi supervivencia me ha exigido un enorme esfuerzo, incluidos meses de quimioterapia, radiación y cirugía. Y la marihuana es la única sustancia que calma mi dolor, ninguno de los fármacos recetados por mis médicos para cada uno de los efectos secundarios que padezco de forma constante me ha servido de nada”, continúa en su escrito este juez.

Ninguna de las partes implicadas en decidir lo que ocurrirá con la carrera de Reichbach ha hecho todavía algún comentario al respecto, según informan varios medios de comunicación estadounidenses.

El respaldo a la marihuana legal está cogiendo fuerza en el Estado de Nueva York. Una encuesta publicada esta semana por el Instituto de Investigación Siena concluyó que el 57% de los neoyorquinos están de acuerdo con establecer una ley por la que los doctores puedan recetar esta sustancia con fines médicos en enfermedades como el cáncer, dolor crónico u otras patologías terminales.

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