sábado, 19 de mayo de 2012

Salud 2.0: hacia el cambio en la organización sanitaria || El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad

El Médico Interactivo, Diario Electrónico de la Sanidad Salud 2.0: hacia el cambio en la organización sanitaria

Salud 2.0: hacia el cambio en la organización sanitaria

 
Mayo de 2012 - Alejandro Blanco

"Hace un tiempo los pacientes empezaron a usar el teléfono, así que la Sanidad implantó la atención telefónica porque era una forma de facilitar el contacto. Ahora el paciente está en Internet". El subdirector del Departamento de Salud de Sant Joan, en Alicante, Miguel Ángel Mañez cree que el salto a las redes sociales y el mundo 2.0 es un paso congruente. Las organizaciones sanitarias y muchos profesionales están adentrándose en Internet y las redes sociales o, mejor dicho, en el amplio terrotorio de lo 2.0: desde los blog a la Wikipedia

En España, la mayoría de los blog de médicos están liderados por especialistas de Medicina Familiar y Comunitaria, señala el subgerente del Hospital Clínico San Carlos de Madrid, Javier Guerra, en el informe 2011 de la Sociedad Española de Directivos de Atención Primaria (SEDAP). Entre el 70 y el 80 por ciento de los pacientes crónicos con acceso a Internet consultan previamente en la red sobre "el origen, evolución y tratamientos alternativos para su enfermedad" antes de acudir a la consulta. "Por consiguiente, incrementan su capacidad de exigencia y elección, además de poder agruparse y asociarse con pacientes de su propia enfermedad", explica Guerra.

El doctor Manuel Bayona, gerente de Atención Primaria y vocal de SEDAP, recalca que se deben aprovechar las ventajas de las redes sociales para mejorar la comunicación entre los profesionales sanitarios y la ciudadanía. En ese camino, Bayona encuentra varias claves: la actitud ante el paciente, cuyo cambio significa que el médico deja de afrontar su trabajo desde la perspectiva tradicional médico-paciente y se aproxima a un modelo más igualitario, "más de tú a tú"; la accesibilidad del sistema, y que se garantice la seguridad e intimidad de las personas. "Los médicos no podemos seguir atendiendo como en el siglo XIX, con el maletín. Tampoco basta ya únicamente con la consulta".

Guerra también lo sostiene en el informe de SEDAP: "De aquel paciente sumiso a las indicaciones de su médico de cabecera y, no digamos del 'especialista', se ha pasado al paciente informado, al paciente intercambiando opiniones e informaciones en un blog, en Twitter, Facebook y demás redes sociales". Los expertos en comunicación 2.0 denominan a estas personas como prosumidoras, fusión de los términos en inglés 'producer' -productor- y 'consumer' -consumidor-.

El médico de familia del centro de salud Collado Villaba Salvador Casado atiende a más de 2.000 pacientes en su consulta. En Twitter cuenta con casi 6.000 seguidores y publica en el blog http://www.blogger.com/goog_1303963901
blogspot.com. "El aluvión de información sobre cualquier patología en internet es brutal y eso es peligroso. Todas las semanas me encuentro con pacientes infoxicados, con exceso de información y en mal estado. Si un paciente tiene una duda y busca en un sitio no adecuado, es habitual que se agobie", cuenta Casado. Mañez pone un ejemplo: "Si el ciudadano se va a Google, allí se encuentra cualquier cosa. Como nadie le ayuda, cree al que más grita o al que más le recomiendan y acaba con la pulsera Power Balance en la muñeca".

En el distrito sanitario que dirige Bayona, el Costa del Sol (Málaga), ha empezado a usarse una plataforma web denominada Espacio Salud 2.0 que pone en contacto a médicos y pacientes. "Los usuarios solicitan en la recepción del centro de salud su clave y nombre de usuario, además de firmar un consentimiento". Así se garantiza la confidencialidad, un aspecto siempre polémico en Internet y las redes sociales, y especialmente sensible en el ámbito sanitario.

La web www.juntadeandalucia.es/servicioandaluzdesalud/dcostadelsol/salud2.0 permite al paciente enviar un mensaje a su médico o pediatra. "Evidentemente, el médico sabe qué puede decir por mensaje y qué tiene que derivar a su propia consulta o a otro nivel asistencial". Además sirve como punto de acceso a la oferta informativa y formativa de AP, explica Bayona.

El anterior es un ejemplo de cómo las organizaciones sanitarias están intentando adentrarse en lo que podríamos denominar salud 2.0 a través de una herramienta creada específicamente para dar soporte a la misma. Por otra parte, Casado y Mañez son algunos de los profesionales del mundo sanitario más activos en Twitter.

En el caso de Mañez, este gestor sanitario y economista tiene más de 4.600 seguidores en su cuenta de Twitter y publica el blog http://saludconcosas.blogspot.com.es/ desde 2007, que viene a ser la Edad Media del 'dospuntocerismo'. Esto le permite hablar con perspectiva. Mañez es abiertamente crítico: "Falta una estrategia. Nos estamos dejando llevar por una moda. Creemos que con tener 1000 seguidores en Twitter, ya está". A su juicio, falta integrar la estrategia de Internet en la comunicación tradicional. "Mientras no ocurra eso, serán iniciativas basadas en el voluntarismo. Si al periodista que gestiona la comunicación en una organización sanitaria le gusta Twitter, se tuitea. No digo que en todos lados sea así, pero falta estrategia. Alguna comunidad autónoma tiene una guía sobre el uso de redes sociales, pero no es lo habitual".

Al igual que muchos profesionales de la comunicación 2.0, Mañez rechaza que este nuevo paradigma consista en la mera implantación de herramientas y reivindica la oportunidad que las redes sociales dan para escuchar a los pacientes, no solo para "poner las notas de prensa en un Word y difundirlas por Twitter.
Como no suele haber nadie que se ocupe de lo 'on line', hay un montón de opiniones que se recogen en los nuevos canales, pero no se responden. Así, tenemos un canal de conversación en el que solo emito".

Los formadores en gestión de redes sociales suelen incidir en que las entidades que dan el salto al 2.0 deben aceptar la filosofía de accesibilidad, transparencia y participación inherente a este nuevo paradigma. Mañez pone el dedo en la llaga: "¿una petición de información de un usuario en Facebook es transmitida al departamento correspondiente y éste va a redactar la información con la velocidad que requiere Facebook? ¿O se lo va a pasar al negociado de turno para que lo redacte? Si no se tienen los procesos preparados para responder rápidamente, te quedas estancado".

En esta cuestión la formación también es fundamental. SEDAP colabora en el máster executive en Comunicación en Salud 2.0, Comsalud 2.0, que la Fundación Lafer iniciará en octubre, apunta Bayona.


Calidad en la información a los pacientes

En las salas de espera del centro de salud de La Lobilla, en Estepona (Málaga), hay un cartel que invita a los pacientes a hacer más ameno aguardar su turno conectándose a @CSLaLobilla, la cuenta en Twitter del centro. El director, Carlos Gutiérrez, explica que usan esta herramienta para trasladar información relevante a los pacientes "especialmente a los padres con niños, ya que estas personas muchas veces acuden a consulta de Pediatría para demandar información o por temores ante la falta de información".

Gutiérrez advierte de que hoy todo el mundo mira en Internet para temas de salud y que el problema es dónde mirar. "Nosotros proporcionamos acceso a fuentes cualificadas". La rapidez de Twitter y su accesibilidad mediante un teléfono móvil con Internet motivaron la elección de esta herramienta.

A veces el doctor Casado indica a sus pacientes que acudan a su blog para ampliar información sobre un tema concreto. "El paciente lo busca y sabe que lo que ahí se dice es lo que sostiene su médico de cabecera, que es una fuente fiable para él. Eso el sistema de salud puede hacerlo con más recursos. Yo uso un blog gratuito e invierto únicamente tiempo".

Mañez reconoce que es provechoso que la confianza que el enfermo tiene hacia su médico se prolongue hacia la información que éste le remite en Internet. Pero advierte de que la desestructuración y dispersión de la información sanitaria pública en la red ocasiona que a veces incluso existan contradicciones. "Se supone que el facultativo debe aportar información contrastada, pero no hay ninguna comunidad autónoma que tenga una información única, al estilo del Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (http://www.nhs.uk/); o que si el médico acude a ese recurso, encontrará una única guía de diabetes; no varias dentro de una misma autonomía, como ocurre en España".

La transparencia es la prueba del algodón para que la información sea condiderada rigurosa, según Casado. "Debe estar basada en la evidencia y apoyada por profesionales científicos. Eso, afortunadamente, un sistema público como el nuestro lo permite mucho más que una sociedad como la americana, donde hay más intereses privados y no es un sistema público".

Según Mañez, muchos profesionales no se dan cuenta de lo que puede hacerse con Internet, aportando toda la información y guías de cuidados directamente. "Es una forma de atención no presencial muy potente. Se puede dar prácticamente todo al enfermo y si encima lo haces bien, no induces a errores al paciente".


¿Carga de trabajo adicional o un paso congruente?

Son mayoría los sanitarios que se adentran en las redes sociales y la salud 2.0 de una manera voluntaria. Existen también quienes critican este nuevo paradigma por considerarlo una carga de trabajo adicional que las organizaciones sanitarias no van a remunerar.

Gutiérrez considera que la clave está en la predisposición de cada cual. "Al principio yo era el único con Twitter en mi centro de salud y cada vez más compañeros se van haciendo cuentas y compartimos información. Inicialmente puedes no encontrarle el uso porque ves las cosas de una manera tradicional, pero después te das cuenta de que ayuda a informar al paciente y, por tanto, a la práctica clínica"

El rechazo de algunos profesionales no es una novedad, según Mañez. Cada vez que se ha incorporado un
cambio tecnológico o en los modos de trabajo, se han producido resistencias, argumenta este gestor. "Ante una novedad, se dan las fases de rechazo, aceptación y al final lo incluyes en tu día a día. Ahora estamos en la primera fase". Para que la salud 2.0 surta efectos positivos, deben establecerse procesos bien diseñados que redunden en la mejora de la atención al paciente para que todos los profesionales se convenzan, recalca Mañez. "No nos salvará la vida, pero nos ayudará bastante con enfermos que necesitan cuidados diarios que no podemos dar".

Casado reconoce que realiza un "sobreesfuerzo grande" al dedicarle varias horas a su blog y Twitter. Sin embargo, vincula esto a su faceta como médico comunitario. "No puedo dividir mi labor asistencial. Soy médico de familia y comunitario. Ahora mismo el sistema me deja hacer muy poco de la parte comunitaria porque no puedo salir de la consulta debido a la presión asistencial, pero sigo teniendo la responsabilidad de formar e informar a mi comunidad de pacientes". Ahí enmarca Casado las acciones de salud 2.0: promocionar la salud y prevenir la enfermedad. "Desgraciadamente el sistema sanitario no lo reconoce y debería hacerlo. Yo dedico unas horas a la semana y redunda en el beneficio a los pacientes. Por esto no cobro ni me lucro, es totalmente desinteresado".

Bayona subraya que las herramientas que surgen en el ámbito de la salud 2.0 no suponen una carga de trabajo adicional, sino que están llamadas a lo contrario, a reducir la asistencia a consulta atendiendo a distancia lo que se puede hacer de esa forma. "Esto redunda en mejorar la relación coste efectividad de la Sanidad y es toda una oportunidad en la gestión de pacientes crónicos".


Salud 2.0 para el personal no sanitario

Por otra parte, Mañez destaca que en la salud 2.0 también hay un papel y un hueco para el personal no sanitario. La utilidad es estar actualizado y en contacto con gente "que nunca pensaste que podrías conocer". Mucha información que solo podría recibir mediante congresos "ahora nos viene mediante blogs o redes sociales", subraya.

Un claro ejemplo es @bibliovirtual, que fuera de Twitter responde al nombre de María García-Puente. Se ocupa de las bibliotecas virtuales de los hospitales de Torrevieja (Alicante), Vinalopó (Alicante) y Torrejón (Madrid). "Mi trabajo consiste en ahorrar tiempo a los médicos en su búsqueda de información relevante para que así puedan dedicarse más a los pacientes". García-Puente podría hacer su trabajo sin estar en las redes sociales, pero su presencia en Twitter aporta una valor añadido a su labor. "Es una vía más para estar en contacto con los médicos. También me permite conocer qué interesa a facultativos de otros lugares y qué problemas tienen para encontrar esa información, así como contactar con otros bibliotecarios y sus fuentes, por ejemplo, de Estados Unidos".

Errores y aciertos

¿Qué se está haciendo mal y que se está haciendo bien en los primeros pasos de la salud 2.0? Casado apunta que algunos profesionales han podido mezclar sus posicionamientos personales con los profesionales. Y dentro de lo profesional, "hay que difundir lo más basado en la evidencia o transmitiremos sesgos al paciente".

"Han surgido como setas muchos portales y páginas con muchos intereses: farmacéuticas, fabricantes de máquinas y medios diagnósticos, etc. Cada interés particular monta un chiringuito: desde un yogur a un aparato. Y cada uno hace una red social y de pacientes. Al final a los usuarios se les hace un poco de lio porque se les oferta mucha información".

Casado recalca que no hay que perderse en el universo de herramientas, aplicaciones y teléfonos inteligentes. "Es un tema mucho más simple: es un tema de comunicación entre pacientes, profesionales y administraciones. Si esa comunciación que se hace no es correcta, los intereses que están metiendo más dinero en redes sociales van a tener un papel sobredimensionado que no creo que sea beneficioso".


Los pacientes 2.0

Si hay algo que ha cambiado con Internet es la posibilidad que tiene la ciudadanía de empoderarse como emisora de información, así como para promover la organización de redes más o menos formales.

En el congreso que SEDAP organizó en noviembre pasado en Málaga (Dirección Basada en la Evidencia) se dio cabida a una participante en la red social de pacientes www.estudiabetes.org, Carmen Temina. "La responsabilidad de su enfermedad la tiene el paciente, sobre todo. La red permite educarte en tu enfermedad y ayuda a responsabilizarte. Al médico lo vemos cada 3 o 4 meses. La red puede ser de gran ayuda a los pacientes crónicos, que necesitamos apoyo de una forma más constante".

Temina recalca la importancia de que las redes sociales sobre temas sanitarios estén moderadas, que no se hable de marcas de fármacos y que se aporte información fiable. Destaca que estas comunidades virtuales pueden reducir las visitas menos importantes a los centros de salud, lo que repercutirá en una reducción del gasto sanitario. "La mayoría de los médicos que tengo todavía me miran como un bicho raro por participar en estas redes sociales", se lamenta Temina.

El profesor de la Escuela Andaluza de Salud Pública (EASP) Pablo Simón explicó en el congreso de SEDAP que los facultativos aún se muestran excépticos y desconocen las redes sociales, a lo que se añade que no se suele facilitar el acceso a estas páginas desde el puesto de trabajo porque se teme que se haga un uso improcedente de las mismas. El jefe del Departamento de Salud Internacional de la Escuela Nacional de Sanidad del Instituto de Salud Carlos III, José Manuel Freire, criticó que se está más centrado en cumplir las normas que en responder a las necesidades del paciente. "Me gustaría una Medicina más personalizada en la que los pacientes pudieran llamar por teléfono a su médico de vez en cuando y resolver dudas por correo electrónico".


¿Hacia dónde vamos?

Carlos Gutiérrez cree que no es descabellado pensar que en el futuro haya un equipo de médicos atendiendo 24 horas de forma online para resolver dudas. Siempre en casos en los que que no sea preciso una valoración cara a cara ni una exploración. "Ya tenemos servicios que hacen eso por teléfono". Es el salto del estar porque hay que estar, a mutar en lo 2.0 para aprovechar todas sus oportunidades.

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