domingo, 6 de mayo de 2012

Tribuna: Urgencias y Emergencias, el día después - DiarioMedico.com

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JUAN GÓNZÁLEZ ARMENGOL

Tribuna: Urgencias y Emergencias, el día después

Los urgenciólogos exigen, desde la legitimitad de origen que nace de su trabajo, que la Administración reconozca, de una vez por todas, que Urgencias y Emergencias en España es ya una realidad social, administrativa, docente, investigadora y legal, y que la aprobación de la especialidad, lejos de suponer un trastorno, nos equiparará a Europa.
Juan González Armengol. Presidente de la Sociedad de Medicina de Urgencias y Emergencias de Madrid (Semes) | 04/05/2012 00:00

 
 
Aunque no es objeto de esta tribuna hacer una sistematización de todos los aspectos que incluye el contenido del Real Decreto Ley 16/2012, de 20 de abril, de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) y mejorar la calidad y seguridad de sus prestaciones, sí parece importante buscar un nexo relativamente común a todas las medidas: la convergencia con el resto de países de la Unión Europea (UE). El contexto es la crisis actual, pero el fondo es la eterna insuficiencia financiera, que ha existido en el sistema sanitario desde su propia concepción. Aun siendo novedoso en algunos aspectos, este real decreto no llega al atrevimiento y amplitud -en cuanto a recomendaciones- de documentos históricos como el propio Informe Abril. Y el fondo lo marca lo que ya sabemos hace muchos años de lo que supone en gasto el envejecimiento progresivo de la población y la incorporación de nuevas y costosas tecnologías al sistema, algunas de ellas discutiblemente eficientes. Algún día contaremos lo que ha significado, significa y significará el papel de los servicios de Urgencias en cuanto a la garantía de la continuidad asistencial en la cadena de atención al paciente crónico.

Medidas como la regulación de la condición de asegurado o la propuesta de trasposición de directivas europeas sobre la entrada, circulación y residencia en España de ciudadanos de la UE parecen muy razonables. O revisar la cartera de servicios, vigente desde 2006, tendente a la homogeneidad en las prestaciones, así como la introducción de medidas de reembolso en fármacos u otros aspectos, pero también convergen con nuestros socios europeos.
  • No queremos pensar que se quiere aprovechar la actual coyuntura de paro médico real o potencial para ofrecer un nuevo período de formación a través de las ACE de dos años de duración
Pero el capítulo objeto de hacer un análisis especial es el de los recursos humanos, sobre todo en lo que respecta a la formación y a la necesidad de crear un registro estatal de profesionales sanitarios. Aunque los colegios de médicos y CESM han elaborado documentos en este sentido, parece muy razonable que la propia Administración se implique seriamente en este tema, atendiendo a las tendencias sociales y a las necesidades reales -presentes y futuras- de especialistas en nuestro país, y no como ha ocurrido hasta ahora.

Lo primero que llama la atención es la no alusión a la convergencia con el entorno europeo. Es posible que sea un descuido o consecuencia de errores pasados. El primero, el del RD 127/1984 , a dos años del ingreso en la UE, que obvió el sistema de formación troncal hasta la actualidad. O el olvido, también hasta hoy, en lo referente a la especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias (MUE), de lo que significaba la trasposición de la Directiva 2005/36/CE del Parlamento Europeo y del Consejo de 7 de septiembre de 2005 relativa al reconocimiento de cualificaciones profesionales a la legislación española a través del RD 1837/2008 (en revisión en la actualidad), en el sentido de facilitar desde los Estados miembros ese reconocimiento.

Se hacen modificaciones de los artículos de la Ley de Ordenación de la Profesiones Sanitarias (LOPS) referentes a las áreas de capacitación específica (ACE), sobre todo la reducción a dos años como requisito necesario para acceder a ellas. Queremos pensar que no se recorrerá ese equivocado camino en lo tocante a la futura especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias (MUE). Esto supondría que personas de algunas especialidades, sin legitimidad de origen en el campo de la MUE, y que están al margen del trabajo en estos servicios, decidieran los procesos de acreditación de los profesionales, lo que supondría un conflicto grave con aquellos miles de urgenciólogos que sí trabajamos en estos dispositivos.
  • En primer lugar, hay que saber que crear una especialidad de Medicina de Urgencias y Emergencias es bastante más barato que crear un área de capacitación específica 'contra natura'
Tampoco queremos pensar que se quiere aprovechar la actual coyuntura de paro médico real o potencial (de bastantes especialidades), por una mala planificación de las convocatorias de años precedentes de plazas MIR, para ofrecer un nuevo periodo de formación a través de las ACE, en estos servicios. Eso es muy caro, ineficiente y es confundir la formación especializada con un problema laboral. Y la formación especializada no lo es, a no ser que haya quien, de forma ilegítima, piense que es un instrumento sencillo alternativo al difícil manejo laboral que el entorno estatutario permite a las administraciones. Además, dejaría fuera a aquellos profesionales, que no tienen título de especialista pero que son urgenciólogos porque se lo han ganado con su trabajo de muchos años. Por último, y en cualquier caso, en el mundo desarrollado, la MUE no es un área de gran superespecialización, sino sólo una especialidad troncal de 5 años. Y parece que el contexto de nuestro país apunta en el sentido de converger con los de nuestro entorno.

Preferimos ver con ilusión en este real decreto la nueva redacción del punto 4 del capítulo 6.1, que hace referencia a la creación de nuevas especialidades. Anteriormente también hemos hablado de la situación en la que se encuentra la aprobación del decreto de creación de la MUE, desde el punto de vista legislativo en España y en Europa, donde se la considera ya un board, equivalente a una especialidad primaria troncal, que el Gobierno anterior reconoció de facto pero que no lo culminó enviando el decreto de nuevas especialidades, con la especialidad de MUE incluida como especialidad primaria troncal, al Consejo de Estado para aprobarlo luego en el Consejo de Ministros.


Desarrollo de Urgencias
¿Cuál debe ser el desarrollo de la especialidad de MUE a partir de ahora? Es relativamente fácil, legítimo en origen, legítimo en la legislación española y legítimo en el entorno europeo que tantos sacrificios nos está costando también a los urgenciólogos como ciudadanos de pleno derecho que somos.

En primer lugar, hay que saber que crear la especialidad de MUE es bastante más barato que crear un ACE contra natura. En segundo lugar, incluirla en el apartado 1 anexo 1 del RD 183/2008 , de 8 de febrero, como especialidad médica, por su orden alfabético, en la relación de especialidades por el sistema de residencia. En el plazo de tres meses desde la entrada en vigor del decreto de MUE, constituir la nueva Comisión Nacional de Medicina de Urgencias y Emergencias (CNMUE) con la composición y funciones que se prevén en el artículo 28 de la Ley 44/2003, de 21 de noviembre. En el plazo de un año desde la creación de la CNMUE se elaborará el nuevo programa formativo y según el artículo 21 de la Ley 44/2003, teniendo en cuenta las previsiones que existan sobre la legislación que desarrolle el artículo 19 de dicha ley, respecto a la incorporación de criterios de troncalidad en la formación de especialistas en Ciencias de la Salud. Lo siguiente es proceder a la acreditación de centros y unidades docentes, atendiendo a lo descrito a la legislación vigente. La CNMUE tutelará la vía transitoria de acceso a la especialidad de MUE que será relativamente rápida para profesionales que acrediten desempeñar actividades profesionales de carácter sanitario vinculadas a este ámbito, no inferior al 120 por ciento del total del periodo formativo de la especialidad de MUE, dentro de los diez años anteriores a la entrada en vigor del decreto. Y aquéllos que no cumplan el periodo señalado podrán completar su formación posteriormente, para su reconocimiento como urgenciólogos, en los plazos y forma que dictamine la propia CNMUE, dentro de la legislación vigente, con la garantía de que no perderán su plaza en este recorrido. Dado que el periodo de formación de los futuros médicos residentes de MUE no será inferior a cinco años, el sistema de provisión de plazas en los servicios de Urgencias vendrá a parecerse durante muchos años al periodo actual, con programas específicos de adaptación a la especialidad de MUE a todos los profesionales que opten por esta vía laboral, vengan de las especialidades que vengan, gracias a las alegaciones realizadas y aceptadas por la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes), entre otros textos, a la redacción del proyecto de decreto de nuevas especialidades elaborado por el anterior Gobierno, y dentro de lo recogido en la LOPS, sobre principios generales de formación continuada, aplicando criterios objetivos sobre acreditación y reacreditación profesional. Por último, si se aprueba el decreto por el que se regula la incorporación de criterios de troncalidad en la formación de especialidades, incluir la especialidad de MUE en el tronco médico y en el programa formativo de ese tronco y en las unidades docentes troncales para elaborar el programa formativo troncal, con sus adaptaciones, según lo previsto en el decreto 183/2008 . La CNMUE elaborará el programa formativo del periodo de formación específica, según este mismo decreto.

Básicamente se trata de reconocer algo que en España es ya una realidad social, administrativa, docente, investigadora y legal, y que no va a suponer ningún trastorno a las distintas administraciones. Sugerimos todo esto, humilde y desinteresadamente (porque no vamos a cambiar nuestros horarios adaptados a los de nuestros más de 30 millones de usuarios anuales, ni vamos a pedir más dinero, etc.), muchos profesionales que sabemos que no podremos beneficiarnos ya de esta formación que existe en la mayoría de los países de la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros.

Desde la humildad y la legitimidad de origen que nace de nuestro trabajo, conocimiento y dedicación diarios en estos servicios, y desde la exigencia y el privilegio que suponen vivir en España, queremos que la disfruten los futuros profesionales que trabajen en estos servicios y los pacientes a los que atenderán.

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