"Tres años más de financiación y Caiber habría sido casi autosuficiente"

Joaquín Casariego, director de la Platafoma Española de Ensayos Clínicos (Caiber), ha hablado con DM y ha valorado la futura desaparición de la plataforma nacional. Cree que si el Instituto Carlos III hubiera aguantado tres años más, Caiber podría en 2015 autofinanciarse el 90%.

José A. Plaza | 16/05/2012 00:00

Joaquín Casariego, director de Caiber. (DM)

Días duros, "de no creértelo", para Joaquín Casariego, director del Consorcio de Apoyo a la Investigación Biomédica en Red (Caiber, más conocido como Plataforma Española de Ensayos Clínicos), y para su equipo. Como informó Diario Médico hace unos días (ver DM del 08-V-2012), el Instituto de Salud Carlos III ha decido eliminarlo y transformarlo en una red de investigación, tal y como confirmó a este periódico Joaquín Arenas, director del Instituto, del que depende directamente el consorcio. Caiber trata de seguir su día a día y esta misma mañana celebra un acto para conmemorar el Día Internacional del Ensayo Clínico, que se celebra el día 20 de este mes.

Si nada cambia, y no hay visos, Caiber desaparecería en diciembre. Su director pide que se convoque ya el Consejo Rector, y a sus 31 miembros

Casariego ha hablado con DM y ha señalado que "ahora sólo queda esperar y no generar polémica. El Carlos III parece haber tomado la decisión, pero ahora debe convocar al consejo rector; a ver qué ocurre finalmente". Si nada cambia, y no hay visos, Caiber desaparecería en diciembre. Su director pide que se convoque ya el Consejo Rector, que está formado por 31 miembros (fundaciones y hospitales), entre ellos cinco comunidades autónomas (Madrid, Galicia, Baleares y las dos Castillas): "Espero que Arenas actúe pronto: la ocasión lo merece".

Cuando se convoque, el Consejo Rector deberá nombrar una Comisión de Liquidación y decidir qué sucede con los 64 ensayos clínicos que hay en marcha: "Hay probabilidades de que se vean afectados, porque con la estructura actual está todo muy calculado y profesionalizado: eso se perderá". La actividad de Caiber queda ahora en stand by: "Nos toca continuar con nuestra postura profesional, pero sin hacer acuerdos y dejando ensayos congelados por si incumplimos alguna norma". Según Casariego, se ha actuado con excesiva prisa: "Quizá el Instituto ha corrido mucho; se podía haber hablado todo internamente".

Caiber tiene gran capacidad para captar fondos externos: El último año disponía de más fondos propios, que los que aportaba el Instituto Carlos III

No se puede hablar del futuro del Caiber sin hacerlo de dinero. Hace tres años la Plataforma contaba con una financiación del Carlos III de diez millones anuales, que quedaron reducidos a tres: "En los próximos 2-3 años nos podíamos haber financiado con 7-8 millones anuales, cuatro más de lo que recibíamos ahora, algo que no es demasiado". Casariego destaca la gran capacidad de Caiber para captar fondos externos (de hecho, el último año disponía de más fondos propios, casi cinco millones de euros -el 15 por ciento proveniente de colaboraciones público-privadas-, que los que aportaba el Instituto, tres millones) y hace castillos en el aire: "Si el Instituto hubiera estado 2 o 3 años más aportando esos 7-8 millones, en el año 2015 Caiber se podría autofinanciar al 90 por ciento: dejaríamos de ser una carga".

Casariego no duda de que la Plataforma "evitaba que se diluyeran recursos, algo muy común", y destaca su trabajo de consenso: "Hacíamos más con menos y sólo ubicábamos el dinero después de preguntar a todos los implicados". Investigadores, agentes sociales, Administraciones y reguladores han pactado las líneas prioritarias de un consorcio que ya no será tal y que perderá a final de año a su director de orquesta: "Hacíamos una sinfonía con músicos con mucho talento pero algo dispersos. Por separado seguirán tocando bien, pero... En vez de adaptarnos a los tiempos, corremos el riesgo de anclarnos en el pasado".