El 15-M debe pervivir y resurgir

Agustín Arroyo Carro Madrid 14 MAY 2012 - 00:04 CET

Ante la conmemoración del nacimiento, hace un año, del movimiento 15-M, si volvemos la vista sobre todo lo que ha ocurrido en España durante este tiempo, no cabe duda de que no solo no hemos mejorado sino que vamos a peor. El actual Gobierno, sin ninguna sensibilidad social, está tomando medidas que socavan gravemente los cimientos largamente construidos durante décadas de nuestro modo de vida europeo.

La educación pública está siendo convertida en gueto para la inmensa mayoría de la población inmigrante y para los sectores más humildes de la sociedad española. La sanidad pública ve mermados descaradamente sus recursos; ya se cierran no solo plantas y quirófanos, sino también hospitales enteros, se aumentan las listas de espera para intervenciones quirúrgicas inaplazables.

Se aumentan los impuestos, se perdona a evasores fiscales para que entreguen las migajas de su festín, se elevan las tasas universitarias en cuantías exageradas, se sube por encima del IPC el transporte público, los recibos de la luz, se reducen los presupuestos para investigación e innovación científica, se abarata el despido, se demoniza a los sindicatos... ¿Hay motivos para la protesta?— Agustín Arroyo Carro